¡Que se cuiden los tiranos y sus cómplices−apátridas, vendepatrias y esclavos−de la santa ira de un pueblo en la reconquista de su libertad perdida!

Estas conductas reprobables y reprochables de muchos cubanos se han manifestado en distintas fechas del calendario de nuestra desgracia pero en el momento actual coinciden todas en la estación de nuestra vergüenza nacional. La vergüenza de mantener en el poder a la tiranía represora que nos ha asesinado, encarcelado y privado de nuestros derechos fundamentales durante más de seis décadas. Ahora bien, quienes hagamos imputaciones de esta dimensión tenemos la obligación de definirlas. Por eso yo cito la frase del filósofo y abogado romano Marco Tulio Cicerón: "Antes de discutir, definir".

¿Quiénes son los apátridas? En la antigua Grecia se calificaba de apátridas a quienes ya fuera por castigo o por su propia conducta ingresaban en las filas de los hombres sin patria. Pero nadie ha descrito con mayor elocuencia el fenómeno de los apátridas cubanos que el difunto Arzobispo de Santiago de Cuba, Pedro Meurice.

En sus palabras de bienvenida al Papa Juan Pablo Segundo el 24 de enero de 1998, Monseñor Meurice le dijo: "Le presento, además, a un número creciente de cubanos que han confundido la Patria con un partido, la nación con el proceso histórico que hemos vivido en las últimas décadas, y la cultura con una ideología. Son cubanos que al rechazar todo de una vez, sin discernir, se sienten desarraigados, rechazan lo de aquí y sobrevaloran todo lo extranjero".

¿Quiénes son los vendepatrias? Aquellos que tuvieron el  privilegio de conocer las instituciones y disfrutar de la prosperidad de la Cuba anterior a la llegada de los bárbaros liderados por el binomio diabólico de Birán. Estos miserables tienen concepto de patria porque la conocieron pero están dispuestos a venderla a la tiranía a cambio de beneficios materiales. Para ellos, la patria es el dinero con el cual proyectan su influencia, compran conciencias. imponen su criterio y dan rienda suelta a su arrogancia.

¿Quiénes son los esclavos? Los apátridas y vendepatrias que financian al régimen enviando remesas. Las autoproclamadas víctimas que les tiran la tabla de salvación a la tiranía cada vez que ésta se está ahogando. Una gente que parece hecha de las más execrables excresencias humanas porque su esclavitud no es forzada sino voluntaria. 

Esta es la gente que se apresura ahora a dar oxígeno a la tiranía asfixiada por las medidas enérgicas adoptadas recientemente por el gobierno de Donald Trump. Entre el 8 y el 10 de abril de 2020 se celebrará en La Habana la IV Conferencia «La Nación y la Emigración», una reunión convocada por el régimen comunista con emigrados de la Isla residentes en los cinco continentes. Estos diálogos fueron iniciados en 1978, seguidos de otros en 1994 y 2004, entre la tiranía castrista y sus agentes y simpatizantes entre las comunidades cubanas residentes en el exterior. Su objetivo es dividir a la oposición y sembrar la desesperanza entre los verdaderos  exiliados. Esta quinta columna de quienes dialogan con la tiranía está integrada por una minoría ruidosa, ignorante y fanática pero no por eso deja de ser dañina a la causa de nuestra libertad.

Por otra parte, Cuba no fue jamás un país de emigrantes. Fue la toma del poder por los comunistas la que desató una estampida migratoria que primero estuvo integrada por exiliados políticos y después por emigrantes económicos. Según datos de la CEPAL--Comisión Económica para la América Latina− Cuba tiene la cuarta mayor cifra de emigrantes en América Latina y el Caribe. De una población de 11.167.325 de habitantes, arrojada por el censo de 2012, más del 13% de los cubanos− un millón 400 mil−distribuidos en alrededor de 123 países, vive fuera de Cuba. La mayoría de ellos 1.113.901 residen en los Estados Unidos y 116.852 residen en España.

Una proporción considerable de estos cubanos en el exterior son los esclavos que están financiando al amo. Las estadísticas sobre las remesas en dólares no son confiables porque varían según la fuente que las proporcione. Pero cifras aproximadas indican que durante los últimos años del gobierno de Obama fueron enviadas remesas en cantidades superiores a los 3,500 millones de dólares anuales.

De hecho, en la década de 2008 a 2018, las remesas a Cuba ascendieron a la cifra galáctica de 29 mil millones de dólares. Según prestigiosos analistas de la situación cubana, la economía de la Isla necesita miles de millones en inversiones, pero hasta el momento las remesas son la principal fuente de divisas del país, al punto de cuadruplicar las inversiones extranjeras en 2018.

Ahora, el gobierno de Donald Trump ha decidido poner fin a esta ignominia de los esclavos financiando al amo. Cortar por lo sano y apretar al régimen hasta el punto de obligarlo a soltar el poder. En el proceso sufrirán penurias muchas de las víctimas, tal como ocurrió en nuestras guerras de independencia. Pero quienes quieran patria tendrán que sacrificarse para restaurarla. Y quienes quieran libertad tendrán que pagar el precio de conquistarla. Porque una libertad regalada nos convertiría en un pueblo de parásitos.

Hace sólo unos días, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos puso oficialmente en vigor un grupo de medidas que restringirán los envíos de remesas y las operaciones financieras con Cuba como parte de una política de reforzamiento del embargo contra la Isla. A diferencia de la política cómplice y apaciguadora de Barack Obama, con Donald Trump el embargo va en serio. Los cambios implementados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) abarcan cuatro áreas de restricción y comenzarán a hacerse sentir fundamentalmente en las remesas familiares:

Remesas familiares:  Se impone un límite de $1.000 dólares por trimestre en los envíos que un remitente puede hacer a un ciudadano cubano.

Donaciones privadas:  La OFAC elimina la autorización para envíos de remesas en la categoría de donaciones a ciudadanos cubanos.

Remesas a personas y organizaciones no gubernamentales independientes en Cuba: La OFAC ha incorporado una disposición que autoriza estas remesas en apoyo a la actividad económica en el sector no estatal y a personas que trabajan por cuenta propia.

Eliminación de las transacciones "U-Turn" o triangulaciones bancarias: Queda eliminada la autorización para que las instituciones bancarias bajo jurisdicción de Estados Unidos procesen ciertas transferencias de fondos que se originan y terminan fuera del territorio estadounidense.

Este panorama desolador de un pueblo que se niega a pagar el precio de su libertad es un indicio ominoso del reto que confrontarán los hombres y mujeres que asuman la responsabilidad de restaurar nuestras instituciones democráticas. Porque la construcción de la nueva nación cubana demandará la ejecutoria de estadistas más que de políticos. Hombres y mujeres que pongan los intereses de la nación por encima del beneficio personal.

Lamentablemente, desde que perdimos a Martí, Varela y Saco, Cuba ha conocido muy pocos estadistas. Porque no es posible poner fin a sesenta años de miseria, demagogia y mentiras con mas mentiras, demagogia y miseria. Eso es lo que traería una clase política más interesada en los votos que en el servicio.

Además, en la Cuba por la que ofrendaron sus vidas millares de mártires, sufrieron prisión centenares de miles de patriotas y fueron reprimidos millones de ciudadanos tenemos que aplicar una justicia sin venganzas pero sin excepciones. No puede haber impunidad porque sin justicia no habrá nación que garantice la libertad, la seguridad y la prosperidad del pueblo de Cuba. ¡Que se cuiden los tiranos y sus cómplices−apátridas, vendepatrias y esclavos−de la santa ira de un pueblo en la reconquista de su libertad perdida!