Por Angélica Mora

 

Los violentos encuentros en Washington y otros lugares de los Estados Unidos el pasado fin de semana demuestran lo fuertemente dividida en que se encuentra la nación americana. En la capital, simpatizantes del presidente Donald Trump chocaron con seguidores del candidato Joe Biden en las cercanías de la Casa Blanca, en una nueva jornada de violencia política en la que se denunciaba el fraude electoral.

El equipo legal de investigacion, encabezado por el  abogado de Donald Trump, Rudy Giuliani, declaró que hay 650 000 votos en Filadelfia y Pittsburgh que se contaron de manera ilegal. Mientras tanto, los integrantes del panel de abogados, que investiga la cuenta de Pensilvania, estiman que hay alrededor de 682,479 votos dudosos.

Por su parte, Trump acusó a la izquierda y los medios de comunicacion de haber amañado las elecciones para hacer triunfar a su rival. Sin embargo, el mandatario dio a entender, en un correo electrónico del domingo, que la lucha por esclarecer la verdad continuará al afirmar: “¡No concedo nada! Tenemos un largo camino por recorrer."

Este camino podría conducir a que las denuncias de fraude, en al menos cuatro estados, puedan llegar al máximo tribunal de la nación para determinar si hubo irregularidades electorales en las elecciones de Estados Unidos. La Corte Suprema está compuesta por nueve jueces: John Roberts, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh, Clarence Thomas,  y Samuel A. Alito Jr., a la que se acaba de sumar Amy Coney Barrett. Seis de ellos nombrados bajo administración republicana.