Por Angélica Mora

Nueva York

 

Cerrar las operaciones de Radio Martí sería un error garrafal y un triunfo para el gobierno de La Habana. Pese a sus errores, la emisora cumple su cometido que es informar lo que quiere ocultar la Dictadura.

La Ley de Transmisiones a Cuba, que permitió la creación de Radio Martí, fue aprobada, el 4 de octubre de 1983. El anteproyecto fue presentado el 24 de febrero de 1983 por la senadora Paula Hawkins, con el amplio respaldo de ambos partidos y del presidente Ronald Reagan.

MISION

El propósito de Radio Televisión Martí es hoy el mismo que tuvo el día de su fundación: proporcionar al pueblo de Cuba noticias e información sin la censura del régimen. Nuestro mandato, desde la promulgación en 1983 de la ley que funda a Radio Martí, es servir como fuente confiable y autorizada de información precisa, balanceada y completa para el pueblo cubano.

En una sociedad cerrada donde todos los medios de comunicación continúan siendo controlados por el Estado, Radio Martí, Televisión Martí y RadioTelevisionMarti.com se enfocan en cubrir esencialmente el tema cubano con una visión alternativa que rompe la censura.

La credibilidad está cimentada en tres décadas de comunicación ininterrumpida con el pueblo cubano, y en haber sido por años la única ventana al mundo ajena al oficialismo. La programación de Radio Televisión Martí ha reportado noticias censuradas o manipuladas por los medios oficialistas, ha fomentado la discusión y la iniciativa empresarial, ha apoyado la creación de oportunidades dentro de la sociedad civil, ha unido al pueblo cubano dentro y fuera de la isla, y durante mucho tiempo fue la única plataforma para la disidencia.

La misión de Radio Televisión Martí continuará hasta que todos los cubanos puedan gozar del amparo del artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: "Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión".

Recuerda Jorge Riopedre, uno de los fundadores, que "Radio Martí salió al aire en las primeras horas del día 20 de mayo de 1985, en el 83 aniversario de la proclamación de la República de Cuba, y apenas unas horas después del 90 aniversario de la muerte de José Martí, el 19 de mayo de 1895".

"El momento estuvo lleno de simbolismo y creo que ninguno de los que se encontraba presente podrá olvidar nunca esos primeros cinco minutos, cuando el Dr. Humberto Medrano abrió la programación con un vibrante, ¡Aquí, Radio Martí! seguido por la sonora voz del locutor Moisés López con un inolvidable, ¡Buenos días, Cuba! Una intervención mía anunciando las noticias más importantes recibidas en nuestra redacción, y el locutor Arístides Quintero dando lectura a las informaciones".

Y SI DA EL SIDA, COMO DA

Agrega Riopedre: "La historia es conocida: sin la presencia y la persistente presión de Radio Martí el régimen cubano hubiera ignorado o silenciado cuestiones que ponían en evidencia el fracaso del sistema. De hecho, el 18 de octubre de 1985, cinco meses después de la salida al aire de Radio Martí, el órgano oficial del Partido Comunista, Granma, afirmaba rotundamente: “No hay ni un solo caso de SIDA en Cuba”. Seis meses más tarde, Granma reconocía, oficialmente, el primer caso de SIDA en la isla, un homosexual que según ellos contrajo la enfermedad en Nueva York, no en Cuba o en África".

"Durante mucho tiempo este fue el único caso de SIDA en Cuba, precedente que nos hace poner en duda la baja mortalidad oficial a causa del COVID-19, conforme a la política de secretismo del Partido Comunista cubano. Por consiguiente, es probable que nunca podamos saber cuántas personas murieron de SIDA en Cuba (y tal vez cuántas han muerto de COVID), porque las causas de defunción eran atribuidas a complicaciones de salud ajenas al SIDA".

CONFERENCIA INTERNACIONAL SOBRE EL SIDA

En mi caso, en 1989 fui a cubrir, por Radio Martí la Conferencia Internacional sobre el Sida en Montreal, Canadá. Para mí, lo mas interesante fue encontrar un pabellón cubano. Allí en el puesto, estaban unos doctores con sus batas blancaa que entregaban información sobre la enfermedad. Me acerquó a ellos y les hablé, sin esconder que era periodista de Radio Martí. Eran cuatro médicos, pero una se negaba a hablar conmigo.

Al segundo día prevaleció más la promesa que todos los médicos hacen en pro de la profesión y accedieron a conversar conmigo. Había un que estaba un poco vacilante, pero sus compañeros lo disuadieron. Este doctor me dijo:-¿Me prometes que vas a dar lo que te diga, en forma completa, sin editar o cambiar nada? Se lo prometí y me creyeron. Lo que me contaron superó todo lo imaginable.

Los doctores en Montreal, me aseguraron que existía el Sida en la Isla y que los contagiados eran asilados con sitios especiales llamados "Sidatorios".

Fue tan impactante lo revelado por esos médicos que el ministro cubano de la Salud en aquell tiempo se vio obligado a reconocer públicamente que todo lo dicho había sido verdad.

EL LORO DISIDENTE

Y por último, el loro disidente. En una ocasión, un grupo de recien llegados a la Base Naval de Guantántamo quiso comunicarse con la emisora: Atendí la llamada: -Alguien quiere saludarte.

Hubo un largo silencio y creí que la comunicación se había interrumpido.

-Es nuestra cotorra que quiere saludarte. Después de varios intentos en que el ave se negaba a hablar y cuando iba a colgar, la persona al otro lado dijo...-Espera y de pronto comencé a oir al loro chillando: -Aquí, Radio Martí... Aquí Radio Martí... aquííí, Radio Martí..." -Cómo lo hizo para que hablara, le pregunté. -Le tiré las plumas de la cola, fue la divertida respuesta.