Angélica Mora

Nueva York

 

En un libro recientemente publicado, el ex narcotraficante colombiano Carlos Lehder, relata su encuentro con Raúl Castro en territorio cubano.

Transcurría la década de los 80 y en sus memorias Lehder recuerda su encuentro con el segundo al mando, en este caso, Rául Castro. “Vida y muerte del cartel de Medellin”, contiene las memorias de uno de sus ex jefes, Carlos Lehder, publicado por Penguin Random House.

Lehder, quien fue uno de los actores más visibles del cartel de Medellín, recuerda las relaciones económicas millonarias que establecieron, él y sus socios, con los gobiernos de Cuba, Panamá, Nicaragua y Bahamas. Pero hay que retroceder en el tiempo y dar paso a Carlos A.Bustamante, Felix Dixon Bates y Elizardo Márquez-Pérez.

Los tres ocupaban altos cargos en una organización controlada por Jorge Ochoa y Pablo Escobar Gaviria conocida como “El Cartel de Medellin”.

Bustamante, era conocido por el apodo de “Lito” y vivia en Coral Gables, un suburbio de Miami. El narcotraficante hizo alarde, hablando con un informante, de distribuir 500 kilos de cocaína semanales para la organización.

LIZARDO MARQUÉZ-PÉREZ

Fue un ex oficial de la armada venezolana. Es buscado en su país bajo cargos relacionados con tráfico de cocaína que traía a Estados Unidos en un avión llamado " La Dama Gorda". Como cosa curiosa, los agentes de la DEA descubrieron en el apartamento de Marquéz-Pérez instrucciones sobre cómo infiltrarse en un barrio estadounidense.

En el manual había hasta consejos de como no llamar la atención con fiestas ruidosas... vivir una vida normal... y hasta cómo cortar el césped. Los tres hombres se declaron culpables de confabulación para importar cocaína de Colombia a Estados Unidos, a través de Nicaragua. Márquez-Pérez y Bustamante recibieron condenas de 40 años, Bates, 20 años. Luego se les envió a la penitenciaria de alta seguridad de Atlanta.

INVITACION

A Lehder " se le extendió " una invitación formal a visitar la isla, con todos los gastos pagados por el Gobierno de La Habana. Durante casi ocho años, Lehder fue dueño y señor del tráfico de drogas en Bahamas. El ex narcotraficante fue recibido en su primer viaje de "negocios" por "un grupo de oficiales vestidos de civil", relata, el blog cubano "14 ymedio": "En una sala de espera conocimos a los jefes de esta misión, liderados por el coronel Antonio de la Guardia, jefe de la Corporación Cimex, agencia de 'operaciones especiales' de la dictadura castrista", dice que necesitaba a Cuba para el contrabando de droga y la respuesta no se hizo esperar.

LE ABRIERON LA PUERTA PARA ESE INMENSO NEGOCIO.

"Por ahora, solamente le puedo confirmar que necesitamos todos los dólares que podamos conseguir", le dijo supuestamente Tony de la Guardia.

Lo autorizaron a usar "Cayo Largo, una isla de veinte kilómetros de extensión, con una buena pista de aterrizaje, ubicada a cuarenta kilómetros del puerto de Cienfuegos".

Cimex "necesitaba recibir cinco millones de dólares en efectivo para cubrir los gastos del Gobierno". A cambio, le ofrecieron "las habitaciones que requiera en el segundo piso del hotel para residir allí con sus trabajadores; además, abriremos la cocina. No sabemos cuánta cocaína usted traerá a la isla, pero mientras más sea, mucho mejor; solo tendríamos que negociar el precio por kilo aterrizado".

RAUL CASTRO

Lehder quería una relación directa con los Castro y pidió que le presentaran a Raúl, entonces ministro de Defensa. Relata 14 y medio: "Previo al encuentro recibió instrucciones: El protocolo obliga a respetar estrictamente el tiempo. Son cuatro minutos máximo para saludo de mano, frase de cortesía y despedida. Usted no mencionará su nombre.

Lo llevaron a una sala y, tras ser anunciado, apareció "un hombre de gafas que, “mirándome astuta y fijamente, me dijo: 'Mucho gusto, bienvenido a Cuba libre', me saludó y me extendió su fría mano con el gesto glacial del potentado que saluda a un “lustrabotas"

"Aquí en Cuba hemos logrado muchísimos avances en educación, medicina y agricultura. Nuestro comercio está creciendo, a pesar del bloqueo yanqui; la Revolución cubana es invencible. Disfrute su estada. Puede retirarse".

SE HICIERON MUCHOS ENVÍOS A LA ISLA.

El coronel De la Guardia los trasladaba desde allí hasta Bahamas. Lehder mantenía contactos y complicidad con el poder político en ambos lugares. El negocio florecía con participación directa del entorno de Fidel Castro. Hasta que los servicios de inteligencia de Estados Unidos obligaron al régimen a suspender esas operaciones.

El propio dictador decidió enjuiciar y fusilar, en 1989, a cuatro de los oficiales implicados, incluyendo el general Arnaldo Ochoa y coronel Antonio de la Guardia. Diez años antes, Lehder empezó a interesarse por Nicaragua, donde tomó el poder la guerrilla sandinista, encabezada por Daniel Ortega y sostenida por La Habana.

En Managua le dispensaron trato diplomático al más alto nivel. Lo recibió Tomás Borge, uno de los nueve comandantes de la Revolución y poderoso ministro del Interior. Más tarde, en 1987, Pablo Escobar traicionó a Lehder y facilitó su captura por las autoridades colombianas, que lo extraditaron a Estados Unidos.

Lehder fue condenado a dos cadenas perpetuas, Solo cumplió 33 años después de negociar una rebaja de condena a cambio de su testimonio contra el ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega en un juicio por narcotráfico, en 1992 en un tribunal federal de Miami.