Angelica Mora

Nueva York

 

Desde el nefasto gobierno de Hugo Chávez, Venezuela ha cedido gustosa su riqueza y su patrimonio a entidades foráneas, especialmente a Irán.

Con Miraflores y su abierta simpatía hacia el país islámico, se abrieron las puertas hace más de 30 años a negociaciones que han puesto en peligro la estabilidad del continente.

Los lazos entre Venezuela e Irán se fortalecieron con las presidencias de Mahmoud Ahmadinejad y Hugo Chávez en el año 2005.

Fue Chávez quien inició la entrega de la nación bolivariana desde el principio de su mandato.

Luego Irán y Venezuela se convirtieron en socios en 1960 con los inicios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP.

Nicolás Maduro ha cimentado estas relaciones y ha permitido a la República Islámica extender su presencia militar y financiera en América Latina, principalmente a través del grupo político-terrorista chiita Hezbollah.

LA ISLA MARGARITA

Pero, es la Isla Margarita, en la costa caribeña de Venezuela, el centro neurálgico. El pequeño archipiélago ha servido como imán para el tráfico de drogas a Hezbollah y otros grupos terroristas islámicos. Estratégicamente, Margarita está siendo utilizada como base directa de operaciones por militantes iraníes.

Venezuela acordó proporcionar a Irán infraestructura de inteligencia, armas, documentos de identificación, cuentas bancarias y facilidades para trasladar agentes y equipos entre Irán y América Latina.

Fue la aerolínea estatal Conviasa e Irán Air, la aerolínea estatal en Irán, quienes transportaron tecnología militar y personal de Irán a Venezuela.

Para añadir problemas, Venezuela forma parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA).

Según el analista Joel Hirst, el ALBA ha solicitado la ayuda de Irán y Hezbollah para entrenar a sus militares en tácticas de guerra asimétrica.

Venezuela se interesó en la guerra asimétrica en 2006, bajo la presidencia de Chávez.

El terrorismo es parte de la guerra asimétrica, y la participación de Venezuela según Hirst, "ha permitido a Hezbollah planificar, recaudar fondos, capacitar, coordinar y llevar a cabo operaciones, principalmente de lavado de activos y recopilar información de blancos potenciales".

Como dato de la actividad del gobierno de Miraflores habría que destacar que el vicepresidente venezolano Tarek El Aissami, otorgó más de 150 pasaportes de su país a agentes de Hezbollah. En junio de 2019 fueron enviadas 73 toneladas de oro de Venezuela al Medio Oriente.

Según un artículo del Wall Street Journal de 2019, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, utilizó el oro almacenado en Caracas para mantenerse en el poder.

Según los informes, el acuerdo fue a cambio de la provisión de uranio venezolano que Irán necesita para alimentar su programa nuclear.

A través de Venezuela y el fuerte apoyo del régimen de Maduro, Hezbollah sigue siendo una amenaza creciente para toda América Latina y especialmente los Estados Unidos.