Dr. Oscar Elías Biscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
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El presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, 2002-2010, hizo una gran labor por su pueblo. Él consiguió la estabilidad, la mejora social y económica en su país y contuvo el avance del comunismo en su suelo patrio y la región latinoamericana.
El plan de paz uribista fue tan efectivo que neutralizó las guerrillas narcoterroristas de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de liberación Nacional (ELN); que no fueron derrotadas en su totalidad por la finalización del período presidencial de Uribe y la traición de quienes continuaron en la dirección del país.
Desde su posición de senador de la República de Colombia, Uribe alertó de una paz sin justicia en la desmovilización de la FARC y la complicidad del Gobierno nacional, la Cuba castrocomunista y los narcoterroristas de la FARC, para hacer pasar a estos últimos como legales beligerantes en una causa justa, cuando en realidad enlutaron al pueblo colombiano con los miles de crímenes de lesa humanidad y el tráfico de drogas hacia los EEUU y a otras partes del mundo.
Así como muchos colombianos y los amantes de la libertad del mundo, sabemos que nadie está por encima de la ley bajo un sistema democrático, pero como ellos, pude observar la actitud injusta y arbitraria, violadora del debido proceso, de la detención del expresidente y senador Álvaro Uribe, por mandato de la Corte Suprema de Justicia de Colombia.
Aunque la Corte Suprema de Justicia de Colombia quiere mostrar su independencia de poderes con la detención del senador Uribe, en realidad es un ente que con ese acto, muestra parcialidad y corrupción, motivado por la influencia de los capos del narcotráfico y la Cuba comunista.
La Corte Suprema de Justicia se ha enfocado en la detención de un hombre inocente como Uribe; sin embargo, liberó de la cárcel a narcotraficantes y terroristas, que inmoralmente les otorgaron puestos en el Parlamento colombiano y algunos de esos secuaces escaparon del país. También los cabecillas de la narcoguerrilla ELN ordenaron la explosión de un carro bomba en una Escuela de Oficiales de la Policía Nacional y a su cúpula directiva aún no se le ha ordenado su detención y varios de sus miembros permanecen refugiados en Cuba.
Del mismo modo, acontece con el traficante colombiano Álex Saab, quien fue detenido recientemente por vía de Interpol en Cabo Verde y la justicia caboverdiana aprobó la solicitud de deportación a EEUU. Tampoco se ha expresado una posición jurídica a la detención y extradición a EEUU por parte de la Corte Suprema de Justicia de Colombia.
Por supuesto, no se puede descartar la injerencia de Cuba en Colombia, muchas veces lo ha hecho, y quizás en esta ocasión es en la Corte Suprema de Justicia y la arbitraria detención del senador Uribe, para acallar su poderosa voz contestataria y con el objetivo de minimizar los graves acontecimientos de extradición de Saab a EEUU o realizar intensas presiones sobre el Gobierno de Colombia para logra evitar la extradición de ese ciudadano colombiano.
Por suerte para el expresidente Uribe, existen muchos colombianos que comprenden de la persecución política e injusticia sobre él y muestran su descontento en lugares públicos de su país, enviando un claro mensaje de que la justicia no puede ser torcida para beneficio del castrochavismo. Es hora que los fieles seguidores de la democracia colombiana pongan todo su apoyo solidario para evitar la Colombia castrosocialista.
Mis esperanzas es que salga a la luz las más intricadas conspiraciones de los castrochavistas y la Corte Suprema de Justicia; y que este organismo de justicia sea saneado y los colombianos puedan disfrutar de la libertad y la paz; entonces será un día histórico e inolvidable, pues se verá con claridad la obra presidencial de Uribe y podrán decir con justicia: Uribe salvó a Colombia.