Dr. Oscar Elías Biscet

La Habana, Cuba

Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos

Presidente del Proyecto Emilia

Medalla Presidencial de la Libertad

 

Las nuevas fronteras de Europa, con el novísimo mapa de la ocupación rusa de Ucrania y repartición de sus territorios con algunos países limítrofes.

Una época de violación de los principios básicos del derecho internacional está vigente y es mucho peor que la de los obsoletos imperios y la repartición del mundo. De esas violencias belicosas surgieron las dos guerras mundiales, nacidas en Europa por la codicia imperial de poder y territorios. La nueva etapa de la humanidad para contrarrestar aquellos actos bélicos fue la creación de las Naciones Unidas (ONU).

La Federación de Rusia es la heredera nacional e internacional de todos los tratados rubricados por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), por lo cual ocupa el puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU y debe cumplir la Carta de las Naciones Unidas, donde se expone el respecto a la soberanía de los Estados y a la paz, en los artículos 1 y 2; 33-38 y 39-51 y, además, todos los acuerdos internacionales, entre ellos, el Memorando de Budapest (1994).

Rusia putinista inició una guerra ilegítima e injustificada contra Ucrania en el 2014 y 2022, rompiendo el Memorando de Budapest: acuerdo entre EEUU, Rusia, Reino Unido y Ucrania de garantizar el respeto a las fronteras de este último país y la soberanía del Estado. En relación con la ONU degrada el prestigio y posición de su puesto en el Consejo de Seguridad y la Carta fundacional de las Naciones Unidas para imponer un nuevo capítulo de expansión territorial por las fuerzas de las armas de guerra y la instauración del nuevo orden mundial autocrático.

Cuba castrocomunista apoya todas esas andancias de guerras imperialistas de Rusia, como un buen satélite post soviético, sobre todo las violadoras del derecho internacional. El Estado de Rusia ha cometido todo tipo de crímenes contra la paz: crimen de agresión, crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio; desde las violaciones de mujeres y los secuestros de niños ucranianos.

La Península de Crimea fue robada a Ucrania y anexionada por Rusia el 18 de marzo de 2014. Continuó la misma expoliación ilegal e ilegítima del territorio ucraniano con las provincias de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón incorporadas a las fuerzas a la Federación Rusa, el 24 de febrero de 2022. Uno de los objetivos del tirano Vladimir Putin es formar la antigua región zarista de Novoróssiya o Nueva Rusia.

En las Naciones Unidas fueron rechazadas las anexiones de la Rusia putinista por los siguientes documentos: la Resolución 68/262 Integridad territorial de Ucrania de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del 27 de marzo de 2014. Esta resolución fue aprobada por 100 países, en contra 11 y 58 abstenciones; Cuba estuvo entre los que se opusieron junto al voto de Rusia. También hubo el veto de Moscú en el Consejo de Seguridad de la ONU.

De la misma manera hubo una condena generalizada por la anexión rusa de nuevos territorios ucranianos por los países que conforman la ONU y Cuba comunista no estuvo con esa digna posición. El 12 de octubre de 2022 se confirmó la Resolución A/ES-11/4 Integridad territorial de Ucrania: defensa de los principios de la Carta de las Naciones Unidas en la Asamblea General de la ONU, aprobada por 143 votos a favor, 5 en contra, 35 abstenciones y 9 ausentes. Rusia con el voto en contra y anteriormente utilizó su veto en el Consejo de Seguridad. Estas ilegalidades son evidentes sus propósitos en la Asamblea General y la Carta de la ONU.

Putin y su régimen creen en su arrogancia y prepotencia delictiva que pueden derrotar la resistencia heroica del pueblo ucraniano y exponen sus próximos objetivos militares, donde diseñaron mapas geopolíticos con las nuevas delimitaciones fronterizas en el Mar Báltico y en Europa Oriental. Asociado a un leguaje belicoso descriptivo de sus próximos ataques con misiles nucleares a las capitales de países de la OTAN, como Washington, Londres, París, Berlín, entre otras, y hasta la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya.

El Mar Báltico es un mar interior, de una superficie de 432 800 km2 y una profundidad de 57-430 metros. Está rodeado de los siguientes países: Alemania, Estonia, Dinamarca, Finlandia, Letonia, Polonia, Suecia y Rusia. El parlamento ruso, Duma Estatal, presentó un proyecto de ley que cambiaría los límites marítimos de esa región el 21 de mayo de 2024, que luego de las críticas de los países afectados eliminaron de la vista pública. El objetivo es cambiar las líneas de bases -expresión jurídica de la costa y representa el fin del territorio terrestre de un Estado- que estas acciones están protegidas por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derechos del Mar de 1982.

Las nuevas fronteras de Europa, con el novísimo mapa de la ocupación rusa de Ucrania y repartición de sus territorios con algunos países limítrofes. El Estado de Ucrania sería la provincia de Kiev y de sus 24 provincias, Rusia ocupa todo el este con 13 provincias, incluye Crimea, mucho mayor que la antigua Novoróssiya zarista y toda la costa ucraniana del Mar Negro. A Rumania, dos provincias; Hungría 1 y Polonia, la hicieron crecer al este con 7 provincias ucranianas.

Putin busca amedrentar a los gobiernos europeos y a Occidente para cumplir sus objetivos expansionistas y lo hace a través de las maniobras militares con el uso de armas nucleares no estratégicas al suroeste del país cerca de la frontera con Ucrania (mayo 2024); ahora el entrenamiento conjunto de Rusia y Bielorrusia en los ejercicios para el empleo en combate de armas nucleares tácticas. La reafirmación pública de Putin de instalación de misiles de largo alcance en otros países y el uso del arma nuclear; más la presencia de buques de guerras rusos y un submarino de propulsión nuclear en el Caribe.

El convoy de buques de guerras rusos está formado por el submarino Kazan y la fragata misilistica Almirante Gorshkov, ambos portadores de misiles nucleares, el petrolero Pashin y el remolcador Nikolai Chiker están en la bahía de La Habana, Cuba, del 12 al 17 de junio de 2024 y luego se trasladarán a Venezuela. No solo amenaza a los territorios de países de la OTAN en el Hemisferio Occidental, también en el Caribe, EEUU, Reino Unido, Francia y Países Bajos, asimismo al Estado independiente y soberano de Guyana.

Esto no es un ejercicio rutinario de buques militares rusos. Esto es un ejercicio propio de la Guerra Fría, de los días más álgidos de los tiempos soviéticos, copiado por el nuevo inquilino del Kremlin. ¿En cuál ciudad portuaria o puerto militar los navíos rusos descargaron sus ojivas nucleares? Tanto Putin, Castro, Díaz-Canel y sus regímenes usan la desinformación íntimamente entrelazada con burdas mentiras; recuerdan la Operación Anádir o el buque norcoreano Chong Chon Gang. Esta vez los servicios inteligencia y militares estadounidenses siguieron de cerca el convoy de guerra ruso. Este es un momento para honrar al ruso Oleg Penkovski, quien se inmoló por la humanidad para que viviera en paz.

Los líderes políticos y de los servicios de inteligencia norteños han negado los ataques sónicos a sus diplomáticos en Cuba y han enmascarado este ataque militar terrorista en un proceso de salud, llamado Síndrome de La Habana.

El aporte de mercenarios cubanos para pelear por Moscú en Ucrania y el arrendamiento de tierras, quizás para bases rusas, y el tratado militar de instalación de cohetes nucleares estratégicos y tácticos en Cuba son vistos con tibieza e irresponsabilidad por la dirigencia de ese país, que en una ocasión intentaron devolver la base militar de Guantánamo a la tiranía castrocomunista, hoy la Zona de Paz de la Guerra Fría sería la Российская военная база в Гуантанамо.

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El Dr. Oscar Elias Biscet es un líder de derechos humanos, ex preso de conciencia durante 12 años y ganador de la Medalla Presidencial de la Libertad. Vive en  La Habana, Cuba, y puede ser contactado a través de su teléfono 011-537-699-1774. y de su sitio web: www.OscarBiscet.com.

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