Dr. Oscar Elías Biscet

Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos

Presidente del Proyecto Emilia

Medalla Presidencial de la Libertad

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Alguien que no conocía Cuba preguntó asombrado por qué tanta gente estaba esperando los alimentos o las medicinas si están normados para cada persona según sus necesidades. Por supuesto, era la primera ocasión que el forastero se encontraba de visita en Cuba y aunque conocía de las vicisitudes de los isleños, pudo constatar de primera mano el imparto de la escasez y las colas desencadenados por el régimen socialista cubano.

Sin embargo, lo más difícil de esta situación de escasez es que esas colas para adquirir las medicinas y los alimentos se hacen desde la noche anterior y muchas veces varios días. Los consumidores se esconden dónde pueden por las noches. Yo he visto videos en la red sobre personas subidas en los arboles esperando el amanecer, porque pueden ser arrestados y multados por la policía. Lo más deprimente de esa caótica situación es la presencia de los ancianos y en muchas ocasiones no pueden adquirir los medicamentos racionalizados pues se agotaron por la escasa distribución.

Mientras esta situación de pobretería social por una crisis económica crónica agudizada (contracción de la economía en un 11% el año pasado que no se observaba hace 30 años), donde la gran mayoría de los cubanos está en la marginalización de las riquezas y la cúpula gobernante del Partido Comunista de Cuba disfruta ampliamente de las mieles del poder. Estos son los que dicen desear erradicar la pobreza en la sociedad y, a la verdad, se refieren a ellos, pues elevan su fortuna mal habida e igualan en la miseria a la gente en el país.

Recientemente las redes se hicieron virales con la difusión de un video donde el nieto del tirano Fidel Castro, Sandro, exponía desvergonzadamente la opulencia que goza. Se refería a su auto de lujo Mercedes Benz y dijo: “Tú sabes que somos sencillos, pero debes en cuando hay que sacar estos jugueticos que tenemos en casa”. Y a exceso de velocidad avanzaba por la carretera y siguiéndole competitivamente con su lenguaje vulgar. Este grandulón relleno de vanaglorias por su juguetico, sin embargo, los niños cubanos no tienen juguetes en todo el año e incluso, ni el Día de los Reyes, su propio abuelo, el tirano Fidel Castro, lo borró del almanaque cubano.

Mientras el nieto de Fidel hacia alarde de codicia, la mayoría de los cubanos no poseen autos y muchos médicos, maestros e ingeniero no tienen carros ni para asistir a sus trabajos en Cuba. Incluso los pocos que adquirieron esa propiedad tuvieron que salir a las misiones internacionales, exportación de las diferentes profesiones por el estado, y dejar sus familias por varios años, bajo la vigilancia y secuestrados por el régimen para garantizar sus regresos a la isla. Estoy seguro por la práctica diaria que el 90 % de estos profesionales no son poseedores de automóvil.

Por supuesto, el lujo excesivo de Fidel Castro, su hermano Raúl, y sus secuaces más allegados del régimen se hicieron más evidente con el paso de los años y el deterioro progresivo socioeconómico en el país. La deserción de personar del servicio de seguridad de estas figuras de la nomenclatura, quienes revelaron al público la falsa modestia en que vivían y que sus riquezas y derroches podían sobrepasar a la de cualquier dueño de negocios legales de países capitalistas y libres.

El tirano Fidel Castro fue clasificado entre los mandatarios más rico del mundo por la lista de Forbes. Según esta revista económica, Fidel dejó a su muerte una inmensa fortuna de 900 millones de dólares. El dictador Castro negó tal afirmación sobre su fortuna y dijo que no tenía ni un dólar, cuando uno analiza esa respuesta comprende que es una verdad corrompida, porque es cierto de que no tiene en posesión un dólar sino millones de dólares ocultados por sus testaferros en los bancos del mundo. Esta opulencia se debió al secuestro de un país y sus acciones corruptas nacionales e internacionales que convirtieron a Cuba en un narco-Estado.

El régimen castrosocialista en sus seis décadas de usurpación del poder del país, comenzó la comercialización de automóviles en la isla, hace alrededor de 6 años, en el 2014. Y aunque el acceso a ese comercio es abierto a cualquiera persona, por los elevados precios, en monedas extranjeras, libremente convertibles, y al contado o sea sin créditos, los profesionales de la salud, educación o cualquier otra especialidad o simples trabajadores, no pueden obtener estos equipos automovilísticos y sería un sueño irrealizable para toda su vida.

En la lista oficial de precios y autos disponibles de la empresa CIMEX para la venta en Cuba, su única agencia comercial está en el municipio playa, en la capital del país. Los precios oscilan desde 13 mil (BMW) a 236 866 MLC (Peugeot). La variedad del producto es escaza, alrededor de 14 tipos, ninguno es Mercedes Ben clase A, 2021, su valor, 35 mil dólares, puede comprarse a créditos en EEUU. Además, imposible para un cubano trabajador, su salario medio ronda los 37 dólares (879 pesos), que en este tiempo no alcanza ni para alimentar a la familia.

La actitud deplorable de Sandro, hizo decir a un familiar de él, que era una papa podrida, mostrándolo como el único problemático de la familia, y en realidad la conducta de máxima podredumbre comenzó con Fidel Castro y su hermano Raúl, cuando se robaron el país y destruyeron la libertad de la nación. El ejemplo más evidente es la expulsión de los inquilinos del Barrio más lujo de Cuba, el Country Club, en La Habana, y la ocupación de sus hermosas mansiones por Fidel, su familia y secuaces más cercanos.

Por eso, todas esas gentes son continuidad del castrocomunismo; porque desean mantener privilegios al estilo del nieto del tirano Fidel Castro, sustentados en la depauperación y humillación del pueblo cubano e indisolublemente unidos al régimen. Sandro, quien es un empresario y DJ, es propietario de Efe Bar Cuba, el Fantaxy y el bar Espacio La Habana, todos en la capital cubana. Claro está, ningún simple ciudadano cubano pudiera tener esos privilegios de vida lujosa en la Cuba socialista. Quizás estos negocios serían una forma de completamiento de un blancamiento del dinero sucio. No obstante, la verdad se definirá con la jurisprudencia en una Cuba libre y democrática.

Si bien deseo que cada cual pueda disfrutar de lujos resultados de su intelecto y trabajo. Por lo que los cubanos debemos luchar para desintegrar la tiranía castrista y que la población con sus talentos y esfuerzos, en libertad intelectual y económica, pueda prosperar hasta el máximo nivel de desarrollo en la sociedad y todo ese bienestar sea el reflejo de una sociedad libres y democrática en los valores de libertad y justicia con el renacer de la República de Cuba.

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