Dr. Oscar Elías Biscet
La Habana, Cuba
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
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Un poema especial del joven Martí a su amada madre aún conmueve a muchos por su intenso y profundo sentir: "Mírame, madre, y por tu amor no llores: si esclavo de mi edad y mis doctrinas, tu mártir corazón llené de espinas, piensa que nacen entre espinas flores"
LA HABANA.-La tiranía castro-comunista ha roto todos los records de la historiografía de la nación. Una de sus tristemente célebres acciones es tener en prisión a más de una centena de mujeres por un problema de conciencia, sus derechos inalienables de libertad de hablar y de expresión, que las definen como prisioneras políticas.
Todas estas injusticias cometidas por el régimen castrosocialista son graves violaciones de los derechos humanos, que pueden considerarse crímenes de lesa humanidad y estos sufrimientos han sido receptivos en los oídos de personas amantes de la libertad en el mundo, como el diputado sueco Björn Söder.
Söder, diputado del partido Demócratas de Suecia (SD), envió una carta al ministro de Comercio Exterior sueco, Johan Forsell, el 27/04/2023, donde recomendaba la revisión de la política del país sobre el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación de la Unión Europea y Cuba por los incumplimientos del régimen castrista a dicho acuerdo.
Björn Söder asegura en su misiva que “Hay más de 1 405 presos políticos, incluidas 137 mujeres. 675 ciudadanos siguen detenidos sin juicios. Los jóvenes que fueron encarcelados cuando eran menores de edad ahora tienen que trabajar en campos de trabajos. Los cubanos son arrestados y obligados a grabar videos para pedir perdón a la revolución en la televisión nacional, simplemente porque han publicado mensajes críticos sobre el país en las redes sociales”.
Realmente es injusto la centena de mujeres prisioneras políticas en Cuba. Algunas son madres y la dictadura castrosocialista les priva del disfrute de ese sentimiento natural e incluso lo usa como instrumento de presión política para chantajearlas y hacerlas disentir de sus ideas cívicas.
Muchísimas se han comportado a la altura de las grandes patriotas cubanas, entre ellas, Emilia Teurbe Tolón, Mariana Grajales, Ana de Quesada y Loynaz, Candelaria Figueredo y Vázquez, Rosa María Castellanos, María Candelaria de Palma y Tamayo.
Ningún sistema ni gobierno en Cuba ha sido tan cruel como el castro-comunismo. Muchas madres prefieren el destierro de sus hijos que soportar el encarcelamiento de ellos. El régimen cubano no solo tiene uno de los códigos penales más represivo del mundo, sino un duro sistema carcelario socialista, donde sobreabundan los tratos crueles, las torturas, las condiciones infrahumanas, el uso de los reos para amedrentar o atacar a los presos políticos, que se han incrementado con la orden de combate de designado gobernante Miguel Díaz-Canel.
Estas penurias de las madres cubanas también se observaron en la época colonial, con la progenitora del joven Martí, quien con 16 años fue detenido y encarcelado por disentimiento político a 6 años de prisión por los colonialistas imperiales españoles y dejó plasmado sus sentimientos de hijo para la eternidad patriótica y el amor filial desde la cárcel con sus poemas.
Un poema especial del joven Martí a su amada madre aun conmueve a muchos por su intenso y profundo sentir: “Mírame, madre, y por tu amor no llores: si esclavo de mi edad y mis doctrinas, tu mártir corazón llené de espinas, piensa que nacen entre espinas flores”.
Ese recuerdo de Martí en una imagen de adolescente casi niño con las cadenas del despotismo, la brutalidad y arbitrariedad atadas a su tobillo y cadera, con su verso “Espinas y flores” en el reverso, es una actualidad que no se moderniza y persiste en la Cuba comunista, a las cadenas por su forma torcida en que se ajustan a las caderas y piernas les dicen chaquiras y al delito de infidencia, sedición. Todo simplemente por hablar y manifestarse pacíficamente.
Miles de madres tienen atravesados sus corazones de malvadas espinas que exacerban el dolor cuando piensan o visitan a sus hijos en cautividad injusta en las cárceles cubanas. Maternales gritos de dolores amargos y llantos desesperados que muchas personas decentes y amantes de la libertad perciben y condenan a la tiranía castrocomunista por tales injusticias, como el diputado sueco Björn Söder, una mayoría de parlamentarios europeos y el Gobierno y Parlamento de Lituania.
Nuestras convicciones en los principios de libertad y justicia para la trasformación de nuestro país de una dictadura a una sociedad libre. Por estos valores y principios lucharemos y nuestros hijos e hijas, esposos y esposas, madres y padres, familiares y amigos estarán de regresos a nuestros hogares. No hay otra oportunidad a la dignidad humana que la edificación de una Cuba libre.
El Dr. Oscar Elias Biscet es un líder de derechos humanos, ex preso de conciencia durante 12 años y ganador de la Medalla Presidencial de la Libertad. Vive en La Habana, Cuba, y puede ser contactado a través de su teléfono 011-537-699-1774. y de su sitio web: www.OscarBiscet.com.
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