Dr. Oscar Elías Biscet
La Habana, Cuba
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
Se sabe a ciencia cierta que la frase es discriminatoria y con un desproporcionado significado genocida. “Desde el río hasta el mar” tiene una interpretación representativa de acontecimientos históricos que justifica la destrucción del Estado de Israel y los asesinatos de judíos. Este es tipo de opinión degradante de la dignidad humana y por su colosal significado
intelectual y político debe ser condenada severamente cuando se exteriorice en la publicidad.
La insólita expresión antisemita fue expuesta en el Congreso 118º de Estados Unidos por una representante del Partido Demócrata y lo más vergonzoso fue el acompañamiento de 188 de sus colegas partidistas. Aunque hubo sanción, fue simplemente simbólica y la justificación de la victimaria, que tiene muchos recuerdos en comunes con la actitud del dictador Fidel Castro, quien también decía con su lenguaje ofensivo y soez que no era contra el pueblo sino contra el
gobierno.
En verdad, durante la Crisis de los misiles (1962), Fidel Castro incitó a los rusos soviéticos a realizar un ataque preventivo nuclear contra EEUU. Esto afectaría a muchas personas que no son del gobierno. Lo mismo cuando expidió centenas de tanques y tropas militares cubanas durante la Guerra de Yom Kipur (1973), para invadir el territorio judío con el objetivo de destruir
al Estado de Israel.
En un tiempo muy lejano hubo invasiones de los pueblos del mar, provenientes de la región del Egeo, formados por una mezcla de varias etnias y con ellos los descendientes de Sesostris y Cadmio, quienes ocuparon la región del Levante mediterráneo y desde entonces, se convirtieron en enemigos jurados del pueblo de Israel, nombrados los filisteos y a su nueva tierra, Filistea.
El país de Israel ha sido ocupado por 15 imperios o países, algunos de estos han dejado un daño antropológico social y psicológico en la población israelí que se refleja aun en la sociedad actual. El Imperio Asirio hizo desaparecer al Reino de Israel con 10 de sus tribus (772 a.C.) y supervivió el Reino de Judá (las tribus de Judá y Benjamín). El Imperio de Caldea o Neobabilónico destruyó a Judá y su capital Jerusalén (586 a.C.), una parte de la población fue trasladada a Babilonia, pudiera considerarse el primer Holocausto judío.
El rey David a la ciudad de Jerusalén la hizo capital del reino unificado de Israel y gobernó 40 años (1011-971 a.C.); fue capital de los judíos por más de 650 años. Uno de los efectos traumáticos en las vidas de los judíos fue la acción del Imperio Romano que hizo destruir a Jerusalén y el lugar más sagrado para los judíos el Templo (70 d.C.), solo dejaron el Muro Occidental y le cambiaron el nombre a la ciudad de Jerusalén a Aelia Capitolina (131 d.C.) y al país le nombraron con el de su archienemigo, que no existía para la época, filisteos o palestinos (no eran árabes), Palestina; o sea, la provincia de Judea a la de Siria Palestina (136 d.C.). Y el destierro hasta 1948 con la fundación del nuevo Estado de Israel.
Asimismo, en está contemporaneidad, el régimen socialista hitleriano (nazi) se planteó la solución final para los judíos y asesinó salvajemente a seis millones personas que serían definidos como las víctimas del Holocausto en el siglo XX. Sin embargo, el 7 de octubre de 2023 una nueva masacre fue desencadenada por el grupo terrorista de Hamás sobre los judíos al
atacar y asesinar a 1 200 personas en sus casas, fiestas o paseos junto a las violaciones de mujeres, asesinatos de niños y secuestros de 250 personas con los objetivos de la solución final para los judíos y la destrucción del Estado de Israel. Las milicias terroristas de Hamás, Yihad Islámica y Estado Islámico buscan destrozar al Estado de Israel y aún mantienen en sus documentos fundacionales esos objetivos expresados a través de las palabras “desde el río hasta el mar”.
Esto son los herederos directos de FATA, FPLP y OLP, todas dirigidas por Yasir Arafat y en asociación con el comando Septiembre Negro, que estuvo
implicado en la masacre y secuestros de deportistas durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972.
Por todas aquellas acciones terroristas, la política de cambio de tierras por paz mostró su fracaso con el paso del tiempo. En la Franja de Gaza las autoridades judías obligaron a sus compatriotas a abandonar esas tierras, una parte había nacido allí. En el 2005 dejaron sus casas, escuelas, templos, hospitales, todas las estructuras civiles en buen estado, y hasta sus muertos sacaron de sus cementerios para convivir en paz con los árabes palestinos y mira como pagaron sus dirigentes a esas manos misericordiosas judías.
En días reciente algunos gobiernos europeos, entre ellos España, han aprobado el reconocimiento unilateral de un Estado Palestino, sin considerar la presencia de los grupos terroristas en el poder de esa región y con los mismos conceptos de destrucción al pueblo judío. Inclusive, los regímenes de Cuba comunista y Venezuela madurista usan públicamente en sus libelos informativos la imagen del mapa de Palestina ocupando todas las tierras desde el río hasta el mar.
La política de libertad y democracia sería sugerente para la paz en la región del Levante mediterráneo. La neutralización de los grupos terroristas y la pacificación urgente para erradicar la inseguridad e incertidumbre de los israelitas y ayudar al pueblo palestino a liberase de las tiranías, la radicalista islámica en Gaza y la comunista de la OLP en Ramala, ambas corruptas y
opresoras de la población palestina, y estimular la imitación en la práctica de la única democracia representativa con libertad en el Oriente Próximo, donde sus ciudadanos disfrutan de libertad religiosa y política para todas las etnias y razas en el Estado de Israel.
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El Dr. Oscar Elias Biscet es un líder de derechos humanos, ex preso de conciencia durante 12 años y ganador de la Medalla Presidencial de la Libertad. Vive en La Habana, Cuba, y puede ser contactado a través de su teléfono 011-537-699-1774. y de su sitio web: www.OscarBiscet.com.
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