Dr. Oscar Elías Biscet

La Habana,Cuba

Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos

Presidente del Proyecto Emilia

Medalla Presidencial de la Libertad

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El valor heroico es algo tan excepcional que aún lo disfrutamos en literaturas, teatros y películas.

Este valor se vuelve más magnánimo cuando lo interrelacionamos con el amor altruista y al patriotismo. Sobre todo, si está en vinculo armónico con la lucha por la libertad de tu pueblo.

Hay realidades que a veces dificultan ver la gestación de un proceso en vínculo con el heroísmo. Hasta surgen situaciones que menoscaban la importancia de personas como ejemplos de resistencia heroica ante la injusticia. Tan cerca está este principio que lo observamos en la práctica cotidiana y banalizamos tal circunstancia sin apreciar el verdadero daño que ocasiona a la libertad.

El pueblo cubano cabalga en aquella situación despreciativa. Una acción de heroísmo extremo como la realización de protestas contra el sistema tiránico castrocomunista a través de la rebelión de urnas vacías no es justamente valorada por los políticos democráticos ni gobiernos de países libres. 

Nunca antes en la historia de régimen castrosocialista (1959) se había visto en acción el poder del pueblo a través de la desobediencia civil, manifiesta en el desafío político para negarle la autoridad moral a la tiranía con la ilegitimidad, al ausentarse de protesta al referendo, más 2 millones de cubanos, dentro de la Isla y bajo la amenaza vigente de la orden de combate del régimen, no se prestaron al juego hipócrita de la falsa democracia impulsada por el Partido Comunista de Cuba (PCC), sus cabecillas y secuaces. 

Millones de mujeres y hombres, 2,195,682 cubanos, que resistieron activamente y en la no violencia, en puro amor altruista, rechazaron a la tiranía socialista-comunista de los Castro Díaz-Canel, que tiene una maquinaria de matar bien engranada en su funcionamiento con las instituciones del país, en especial el sistema judicial, que en su código penal enmascara la libertad de expresión en delitos que conllevan al encarcelamiento e incluso el paredón de fusilamiento.

“Fidel es el papá de todos los cubanos”, dijo Raúl Castro. Cierto, es el padre de la mentira, en esta isla caribeña. Padre de todos los comunistas y socialistas internacionales que lo adulan. Fidel expresó en varias ocasiones: Yo no soy comunista y después aseguró ser comunista desde sus años juveniles en la universidad. Prometió elecciones en 18 meses al tomar el poder del país y luego se apareció con ¡Elecciones para qué! Estaba por la soberanía de los pueblos y apoyó públicamente la invasión soviética a Checoslovaquia, 1968 y Afganistán, 1979.

Dice Fidel que alfabetizó al pueblo y después censuró la libertad de imprenta y lectura, pues define a los libros de subversivos, los confiscan y puede ser encarcelado o desterrado el autor y/o el lector.  Habló que convertiría a los cuarteles en escuelas y después en las escuelas, no solo te lavan el cerebro y te adoctrinan, sino que se convirtieron en partes de las más de 200 cárceles en el país.

Fidel ha dicho tantas mentiras que aún ese modo de operación y perjudicial manto arropan a su régimen y al país. Asimismo ha sido tomado por sus seguidores, nombrándose continuidad. Estos fanáticos continuistas reformaron el adefesio de la Constitución en el 2019. Mantienen la hegemonía del PCC, el único legal y el sistema socialismo es incambiable (Art. 5), quienes intenten la reformación del sistema político aun de modo pacífico pueden ser condenados y fusilados (Art. 4). En el Código Penal conservaron 23 causas de muerte por fusilamiento, en especial el artículo 91 que condena como traidor a la patria y a pena de muerte. 

Cuba es un estado totalitario, no existe independencia de poderes y estos están concentrados en el Partido Comunista (PCC) y la CEN, Consejo Electoral Nacional, es una de sus instituciones e instrumentos para controlar la voluntad popular manifiestas en las urnas, sea en elecciones o referendos. Cuba se encuentra en una situación caótica con extrema crisis humanitaria reflejada en la grave descomposición económica, política y social que manifiesta la degradación continua del régimen gobernante en el país. La cúpula directiva con su incapacidad y mediocridad ha llevado al país a un colapso generalizado que puede tipificarse como un estado fallido.

Ni el tirano Fidel Castro realizó la farsa electoral de los primeros años de la década del noventa, en pleno período especial, sabía que solo el 10% de los miembros de su partido (PCC) votarían en ese evento y sería un rechazo generalizado en las urnas. ¿Por qué Díaz-Canel y sus partidarios insistieron realizar un referendo en pleno colapso de su régimen y del país? La única realidad posible es congraciarse y ganar el favor y la manutención financiera de los globalistas de la administración estadounidense e internacional.

 La ideología de género al imponerla oficialmente en el país es una movida efectiva para el convencimiento de esos poderos globalistas norteños y del mundo. Logró el reconocimiento de la administración de Biden a través de su embajada en Cuba. Esta estrambótica continuidad, convertida en una política simplona, miserable y errática, como si no conocieran ese viejo y rancio estilo manifiesto en los referendos del Anschluss, 1938, el Crimea-rusofilio, 2014, y ahora en el Dombás. 

No obstante, el régimen de Castro Díaz-Canel tendrán que dar otros pasos difíciles para asegurar el dinero y las invenciones de capitales y recursos de esos globalistas, pues no podrá seguir timándolos por más tiempo, ya que su régimen tiene un compromiso inquebrantable con Vladimir Putin, su apoyo a la invasión de Ucrania por Rusia y el acuerdo de instalación de cohetes nucleares rusos en la isla cubana.

Además, el PCC, sus directivos y secuaces son fanáticos ideológicos que no variarán su concepción estalinista en las operaciones prácticas para asegurar su permanencia en el poder del país. El ejemplo más evidente para esos poderos inversionistas está en el mandatario chino Xi Jinping, quien regresó al Partido Comunista de China a la fracasada ideología del maoísmo (estalinismo). De la misma esencia es la tiranía de Castro Díaz-Canel.

Por supuesto, estoy feliz y doblemente, respiro brisas de libertad. Por la dignidad y gran valor heroico de los cubanos que no asistieron a la farsa del referendo y se manifestaron en la rebelión de las urnas vacías contra un régimen decadente; pero que conserva y usa el poderoso terror de estado de una tiranía totalitaria. También por la recién elección en Italia de Giorgia Meloni.

La señora Meloni es la primera mujer en la historia de Italia que ocupa el cargo de Primer Ministro. El pueblo italiano puso toda su confianza en Meloni, quien exaltó sus esfuerzos en fortalecer su obra en “Dios, Familia y Patria”. Interesantes, hermosos y justos conceptos, respaldados por muchos cubanos para la fundación de una Cuba libre.  

El Dr. Oscar Elias Biscet es un líder de derechos humanos, ex preso de conciencia durante 12 años y ganador de la Medalla Presidencial de la Libertad. Vive en  La Habana, Cuba, y puede ser contactado a través de su teléfono 011-537-699-1774. y de su sitio web: www.OscarBiscet.com.

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10-1-22