Dr. Fernando Dominguez

 

Durante 64 años la tiranía cubana ha ejercido una violencia, cotidiana y sin horario, sistemática, y sin tregua, cruel y sin sentimiento alguno de piedad, descaradamente, convocada por radio, televisión, prensa escrita, redes sociales, discursos oficiales, contra cualquiera, que ose decir algo que contradiga sus dictatums, exponga un pensamiento o tenga un razonamiento diferente a su absolutismo o siquiera se abstenga de apoyarles fervientemente, ya sea en la calle, en la casa, en el trabajo, en las clases, en el hospital, en el parque… ¡donde quiera, y pa’lo que sea!

Esa vocación de violencia, imposición, intolerancia, ordeno y mando y “si no te gusta, échale azúcar, pero te lo tomas igual”, es la continuación de siete años anteriores, cuando eran oposición a Batista, época en que

  • ponían petardos y bombas en cines y espectáculos públicos para aterrorizar a la población y que se quedase en casa, pero con víctimas inocentes;
  • hacían atentados a personajes gubernamentales en lugares públicos y sin importarles las “bajas colaterales” de inocentes que estuviesen presentes por casualidad;
  • ejecutaban asaltos a mano armada de hospitales y cuarteles militares y estaciones de policía;
  • quemaban cañaverales y saboteaban instalaciones industriales, comerciales, energéticas;
  • interrumpían el tránsito en carreteras, autopistas, calles y todo tipo de vías;
  • secuestraban aviones y sus pasajeros;
  • secuestraron personalidades extranjeras que asistieran a eventos en Cuba, para sabotear los eventos y crear miedo a visitar al país a los extranjeros;

 

Y, en cuánto llegaron al poder comenzaron a

  • fusilar sus antiguos oponentes militares;
  • destruir centros de entretenimiento y casinos;
  • clausurar lugares que les pareciese oportuno;
  • confiscar a punta de pistola las propiedades de sus antiguos adversarios;

 

entre otras muchas acciones violentas, de intolerancia, de “si no te gusta, échale azúcar”.

Acumulan 71 largos años de ese brutal y desfachatado comportamiento. Pero, si en el exilio le chiflan a sus deportistas…Dios Mío…que acción más despiadada, más violenta y destructiva de la hermosa cultura de comprensión, tolerancia y buenas maneras de estos 71 largos años…

Lo doblemente terrible de eso no es solo la barbaridad que implica a todas luces, sino la aceptación tácita de esa iniquidad por parte de sus propios opositores, quienes se apresuran todos los días, a todas horas y en toda acción, discurso, actividad, artículo… a presumir de esa “no violencia”… la cual limita las victimas a un solo bando…les concede la iniciativa y la bendición de que la única violencia aceptable es la de ellos…

Golpear, intimidar, encarcelar, condenar a prisión sin razón, hacer sufrir a los demás por la imposición del hambre, la miseria, el derrumbe, la falta de salubridad, de atención a la población… pues tiene que ser aceptado en paz y sin rebeldía violenta. El terror que impusieron antes de llegar al poder para destruir la civilidad anterior ahora no es posible ni siquiera pensar en recordarlo.

 

Ahora han agregado una nueva violencia horrorosa: desterrar a sus oponentes; quitarles la familia, la patria, la sociedad, las amistades,  ... ¡ y cuidadito con no entender la altísima  nobleza de eso!!!. Es para sacarlos de la cárcel, dónde ellos los han enterrado!

 

A ellos hay que darles visas, recibirlos amablemente y homenajearles…aunque ellos se regodeen en impedir que los de acá siquiera puedan visitar a sus familiares, o ir a enterrar a sus muertos en la tierra que los vió nacer…porque ellos son los únicos dueños y señores de la verdad, aunque sea torcida; de la justicia arbitraria de los tribunales cuya única ley es lo que acuse la DSE y diga el PCC…

Los de acá tienen una sola y única obligación: financiarles el alivio del hambre y la miseria de sus parientes y amigos que ellos tienen secuestrados ¡con la mayor violencia! Remesas, Envíos, Visitas para llevarles dinero, mucho dinero!!!

¿Y las organizaciones internacionales? Bien, gracias. Les ayudan a ganar plata con el turismo discriminatorio… les dan donaciones para que se repartan el botín… Y los reconocen como si fueran dignatarios de verdad!

La iniquidad, el rasero discriminatorio y enfermizo llega al límite. Imaginemos  jugar una partida de ajedrez con estos genízaros; aplicando sus cotidianas regulaciones,  pues tendríamos prohibido darle jaque a su Rey, porque eso sería violencia contra-revolucionaria;  la única Dama en el tablero puede ser la suya…porque la nuestra sería un instrumento de la CIA, un abuso contra un jugador bloqueado…

Lamentablemente este panorama no se reduce a la tiranía cubana. Toda izquierda lleva en su alma esa creencia de superioridad.

La creencia de que la violencia ejercida por el FBI es correcta. La de BLM también. Pero la protesta cívica de los conservadores contra los abusos…eso es insurrección!!! Eso es terrorismo supremacista blanco, aunque sean de la raza negra los que lo hacen…

Solo quiero terminar dejando establecido algo quizás evidente por sí mismo: La Justicia engendra la paz social, la prosperidad, el bienestar, la esperanza.

La injusticia todo lo contrario: la ingobernabilidad, la miseria, el malestar, la desesperanza…y ¡la rebeldía!

La injusticia ha sido, es y será el motor de la lucha por el fin de la arbitrariedad y el establecimiento de la Justicia…eso ha traído a la Humanidad hasta aquí…