Por Mamela Fiallo Flor

PANAMPOST

 

El Gulfstream G600 en el que Lula da Silva viajó a la COP27 pertenece al empresario José Seripieri hijo, quien ha hecho donaciones irregulares al Partido de los Trabajadores y estuvo preso por la operación Lava Jato.

La cumbre climática de la ONU, la COP27, que se celebra desde el 6 de noviembre en la ciudad egipcia de Sharm El-Sheij y culmina este viernes 18, encierra una serie de contradicciones. Entre ellas, los referentes de la lucha contra la contaminación ambiental llegaron en vuelos privados. Uno de ellos fue el presidente electo de Brasil. Pero además de la incoherencia ambiental, el avión que trasladó a Luiz Inácio Lula da Silva también es noticia por pertenecer a un millonario que –al igual que él– también estuvo preso por corrupción.

Se trata del empresario José Seripieri hijo, quien estuvo detenido por la Policía Federal como parte del mismo caso que condujo a la destitución de Dilma Rousseff y a la prisión de Lula: la operación Lava Jato. Seripieri estuvo bajo investigación por un supuesto esquema de fondos para sobornos en la campaña de José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), para el Senado en 2014.

Parallel 23 se llamó este operativo específico vinculado al caso Lava Jato. A Seripieri se le acusó de enviar 5 millones de reales (USD 940.000 al cambio actual) al ‘tucano’, como se conoce en Brasil al PSDB. De acuerdo con el Ministerio Público de Sao Paulo, las donaciones se realizaron en dos cuotas de 1 millón y una de 3 millones.

DONACIONES IRREGULARES DE SERIPIERI AL PARTIDO DE LULA

En la reciente elección presidencial también hay investigaciones contra Seripieri. Un informe elaborado por un área técnica del Tribunal Superior Electoral (TSE) identificó «grave irregularidad» en la donación de 660.000 reales (USD 124.000) realizada por Seripieri hijo a favor del Partido de los Trabajadores (PT).

Según las reglas establecidas en una resolución del TSE, los partidos políticos y los candidatos están obligados, durante las campañas electorales, a informar –en un plazo de hasta 72 horas consecutivas– al Tribunal Electoral sobre los recursos económicos recibidos.

 

«Es importante aclarar que el propósito de la norma (que fija el plazo de 72 horas para el envío de informes financieros) es permitir el conocimiento oportuno de los recursos disponibles, a fin de subsidiar el control social con la transparencia de la información financiera de campaña», dice el informe de la Asepa (Asesoría de Examen de Cuentas Electorales y Partidarias, por sus siglas en portugués).

«Ante lo anterior, se señala una grave irregularidad por incumplimiento de plazo», prosigue el informe, que destaca que otras siete transferencias al PT a través del Fondo Partidario tampoco fueron comunicadas al TSE dentro del lapso establecido.

ANFITRIÓN DE REUNIONES ENTRE LULA Y MULTIMILLONARIOS

No es un dato menor que Lula y Seripieri son amigos desde hace unos diez años. Tampoco que durante la campaña electoral de este año, el empresario fue uno de los primeros con los que el PT acordó reunirse para discutir sus propuestas de gobierno.

Seripieri fue el anfitrión de cenas privadas en su casa con empresarios como Cláudio Ermírio de Moraes, miembro de una de las 15 familias más ricas de Brasil, según la revista Forbes. También estuvo el banquero Luiz Carlos Trabuco, de Bradesco. Todo mientras Lula ostenta ser el presidente del «Partido de los Trabajadores» y llora por los pobres, pero viaja en el avión privado de un empresario multimillonario que estuvo preso por corrupción y que financia sus campañas.

EL IMPACTO AMBIENTAL DE LOS AVIONES PRIVADOS

Pero ahora las denuncias de corrupción no son lo que tiene a Seripieri en la mira sino su aporte a la contaminación ambiental, pues prestó su avión privado a Lula da Silva para supuestamente combatir el cambio climático en la COP27. No obstante, la emisión promedio de gases de efecto invernadero por pasajero en aviones privados es de 5 a 14 veces mayor que el promedio por pasajero en aviones comerciales.

El modelo Gulfstream G600, en el que viajó Lula, consume 1.740 litros de combustible por hora. Toma un promedio de 12 horas y 30 minutos para atravesar una distancia de 10.024 kilómetros. En vista de que se emiten 2,5 kg (5,5 lb) de CO2 por cada litro de combustible de turbina de reacción quemado, el vuelo de Lula a Egipto ida y vuelta arroja a la atmósfera un poco más de 108 toneladas de CO2.

De manera que no fue solo el hecho de que Lula viajara a Egipto en el avión de un detenido por corrupción. También contribuyó con una alta contaminación ambiental contra la cual supuestamente luchan los asistentes a la COP27.

Y no es solo él, la élite pide recortes energéticos para el ciudadano promedio pero viaja a la cumbre climática en jet privado. El Falcon utilizado por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, es otro ejemplo. Esto ha convertido al ambientalismo es un elitismo del cual son parte organizaciones de izquierda como el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

https://panampost.com/mamela-fiallo/2022/11/15/lula-egipto-avion-privado-corrupcion/