Por Mamela Fiallo Flor
PANAM POST
Biden se retractó luego de poner fin a la investigación iniciada por su predecesor Donald Trump. Ahora, las agencias de inteligencia del país tienen 90 días para determinar si esta teoría sobre el origen del virus es cierta.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó una investigación a las agencias de inteligencia del país para demostrar, en tres meses, si el origen del coronavirus vino o no de un laboratorio de virología que hacía experimentos con murciélagos en el territorio de Wuhan. Esta instrucción del mandatario estadounidense surge, al parecer, luego de escuchar a varias voces prominentes que han hablado sobre otros factores que quizás pudieron incidir en la propagación de este virus.
Con esta nueva instrucción Biden se retractó, luego de poner fin a la investigación iniciada por su predecesor Donald Trump, pues desde otoño del 2020 el entonces secretario de Estado, Mike Pompeo, inició varias indagaciones para determinar si el rol de China en el surgimiento y la propagación del coronavirus era mayor al que se cree.
Ahora, el demócrata ha optado por pedir a los organismos competentes la iniciativa de «redoblar sus esfuerzos para recopilar y analizar la información que podría acercarnos a una conclusión definitiva e informarme en 90 días», tal como lo expresó en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
A su vez, agregó que «Estados Unidos también seguirá trabajando con socios de ideas afines en todo el mundo para presionar a China, de modo que participe en una investigación internacional completa, transparente y basada en pruebas y para proporcionar acceso a todos los datos y pruebas relevantes».
¿Quiénes traen la teoría del laboratorio de virología a la mesa?
Otras voces también han estado en consonancia con lo dicho por Trump sobre Wuhan, desde el inicio de la pandemia. Por ejemplo, Scott Gottlieb, excomisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos del expresidente republicano, dijo en CNBC el lunes que la cantidad de evidencia circunstancial que apunta al escenario del laboratorio está creciendo.
Es más, en una entrevista realizada en Newsmax el lunes 24 de mayo Trump dijo: «Tengo muy pocas dudas» que el COVID-19 vino del laboratorio de Wuhan.
Hasta ahora la versión oficial es que la pandemia se desató en el mercado de Huanan. Sin embargo, esta hipótesis actualmente está tambaleándose desde que el doctor Anthony Fauci manifestó sus dudas sobre el origen del virus sin descartar que haya salido de un laboratorio en Wuhan. A partir de allí, los grandes medios y las Big Tech dejaron de referirse a esta opción como teoría conspirativa.
Tales declaraciones marcaron un precedente, pues Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del país, dijo ante una delegación de legisladores que no estaba convencido de que la enfermedad se desarrollara en la naturaleza. Al respecto, agregó que esto debería seguir siendo un tema de investigación.
De hecho, Fauci también reconoció públicamente que los Institutos Nacionales de Salud asignaron 600.000 dólares al Instituto de Virología de Wuhan durante un período de cinco años para estudiar si los coronavirus de murciélagos podrían transmitirse a los humanos.
La tibieza de la Casa Blanca para hablar sobre el coronavirus
Recientemente, las teorías que desembocan en esta nueva investigación que Biden pidió sobre el origen del coronavirus, luego de haber detenido la que Trump impulsó, fueron avivadas por un reportaje periodístico develado por The Wall Street Journal.
En el texto se indica que tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan presentaron síntomas de COVID-19 en noviembre del 2019, cerca de dos meses antes del estallido de la pandemia. Para respaldar tales afirmaciones, se citaron a fuentes de inteligencia de Estados Unidos y destacaron que desde Wuhan no han compartido datos de sus investigaciones respecto al coronavirus.
Durante la rueda de prensa del 24 de mayo, a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, se le preguntó repetidamente sobre este nuevo informe de The Wall Street Journal y las incógnitas sobre si el nuevo coronavirus pudo haberse originado en un laboratorio.
Psaki contestó que la Casa Blanca «no tiene forma» de confirmar o negar el informe de The Wall Street Journal. La secretaria de prensa de la Casa Blanca tampoco quiso comentar sobre la fuente del artículo como un informe de inteligencia de Estados Unidos.
“No significa que podamos sacar una conclusión. No tenemos suficiente información para sacar una conclusión sobre los orígenes. Es necesario estudiar una variedad de opciones. Necesitamos datos, necesitamos una investigación independiente, y eso es lo que hemos estado pidiendo», dijo Psaki a los periodistas.
De la misma forma, explicó que desde la Casa Blanca «hemos pedido repetidamente a la OMS (Organización Mundial de la Salud) que apoye una evaluación impulsada por expertos de los orígenes de la pandemia que esté libre de interferencia y politización».
Sin embargo, la funcionaria insistió en que los funcionarios no se adelantarían “a un proceso internacional real. No tenemos suficientes datos e información para llegar a una conclusión en este momento».
Finalmente, la viceportavoz de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, les dijo a los periodistas que la información entregada hace más de un mes a Bidenpor parte de las agencias de inteligencia estaba clasificada hasta ahora.
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