Marcelo Duclos
PANAMPOST
La “campaña” electoral de Xi Jinping, que acaba de ser reelecto con la totalidad de los votos del Congreso del Partido Comunista, comenzó el año pasado. Allá por octubre de 2022, el exmandatario Hu Hintao fue purgado delante de las cámaras y sin ninguna discreción. Aunque el régimen chino dijo que el expresidente no se sentía bien (se lo llevaron a la fuerza), varios especialistas en la complicada política china aseguraron otra cosa: que el viejo caudillo era la voz de un movimiento crítico incipiente, que podría tener algunas objeciones a la continuidad del gobernante actual.
Como si se hubiera tratado de un proceso medianamente normal, incluso para la restrictiva (por decir algo) «democracia» de partido único de China, Nicolás Maduro felicitó por la «reelección» al «presidente Xi Jinping». El dictador venezolano también envió sus mejores deseos a la «hermana China» para la construcción de lo que denominó «socialismo moderno adaptado al Siglo XXI». ¿Será esa la denominación para el modelo de dictadura con represión, pero que se sostiene gracias al sistema de producción capitalista?Este gesto ante los ojos del mundo fue un mensaje exitoso. De esta manera, China pasa a modificar un formato de leve institucionalidad para transitar el camino del culto a la personalidad del líder. Cabe destacar que hasta 2018 existía un límite a permanecer más de 10 años en el poder, pero Xi Jinping cambió las reglas. El actual mandatario chino, tras el cambio constitucional, la purga a los disidentes y la burda elección ganando con el 100 % de los votos, se convierte en el líder más poderoso del gigante asiático de las últimas décadas.
Esta semana tuvo lugar también otra manifestación de falsa democracia que, lógicamente, Maduro celebró desde sus redes sociales. En Cuba se «eligieron» 470 diputados de la forma más insólita. Como si la existencia de un partido único no fuera suficiente, las mismas organizaciones vinculadas al PC castrista auditaron y eligieron previamente a los postulantes, que iban a tener el privilegio de ser elegidos por los cubanos. Mediante esta farsa, el circo que dirige actualmente Miguel Díaz-Canel tuvo su «ejercicio democrático» que solamente defienden los fanáticos del socialismo por el mundo y que denominan «democracia diferente».
También desde su cuenta de Twitter, Maduro felicitó al tirano cubano por el «espíritu democrático y pacifista expresado en la jornada electoral para elegir a la Asamblea Nacional del Poder Popular».
Cuando Venezuela va rumbo a una nueva elección bajo la órbita de una dictadura que celebra los comicios falsos de los dictadores amigos, el mundo debería tomar nota para evitar que el fraude permita la perpetuación de un régimen impune que ya debió haber terminado hace mucho tiempo.
Director de Edición