Por Abogada Diana Yuditxa Bautista Martínez

Cuban Studies Institute

 

  1. INTRODUCCIÓN

En la geopolítica contemporánea, pocos temas generan tanta controversia y debate como el embargo impuesto a Cuba. Desde su instauración hace décadas, el bloqueo estadounidense ha sido objeto de intensos análisis, con posturas encontradas sobre su eficacia, moralidad y consecuencias para el pueblo cubano. Sin embargo, más allá de las opiniones polarizadas, surge una pregunta fundamental: ¿es realmente el levantamiento del bloqueo la solución definitiva para los desafíos que enfrenta Cuba? En este ensayo, exploraremos este dilema aparentemente insondable.

El embargo ha sido objeto de diversas modificaciones y ajustes por parte de sucesivas administraciones estadounidenses, pero ha permanecido en gran medida en vigor hasta el día de hoy. A pesar de algunos intentos de normalizar las relaciones bilaterales, el embargo continúa siendo un punto de fricción en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, y su levantamiento sigue siendo un tema de debate tanto a nivel nacional como internacional.

  1. PERSPECTIVAS Y ARGUMENTOS A FAVOR DEL LEVANTAMIENTO DEL BLOQUEO.

Algunas de las posturas a favor del levantamiento del bloqueo tienen en consideración, por ejemplo:

Promoción de los derechos humanos: Los defensores del levantamiento del bloqueo argumentan que las restricciones económicas impuestas por Estados Unidos afectan principalmente al pueblo cubano, limitando su acceso a alimentos, medicinas y otros bienes básicos. Consideran que el levantamiento del bloqueo permitiría mejorar las condiciones de vida de la población cubana y promover el respeto a los derechos humanos en el país.

Fomento del desarrollo económico: El levantamiento del bloqueo abriría nuevas oportunidades económicas para Cuba al permitirle acceder libremente al mercado internacional y atraer inversiones extranjeras. Esto podría estimular el crecimiento económico, crear empleos y aumentar el nivel de vida de la población cubana.

Normalización de las relaciones bilaterales: El levantamiento del bloqueo podría facilitar la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, permitiendo un mayor intercambio cultural, comercial y diplomático entre ambos países. Esto podría contribuir a la estabilidad en la región y al fortalecimiento de la cooperación en áreas de interés mutuo, como la seguridad, el medio ambiente y la salud pública.

Promoción de la democracia y la apertura política: Al levantar el bloqueo, Estados Unidos podría adoptar un enfoque más constructivo hacia Cuba, promoviendo la apertura política y el fortalecimiento de la sociedad civil en el país. Esto podría allanar el camino para reformas democráticas y el respeto a los derechos civiles y políticos en Cuba.

En suma, estas perspectivas y argumentos a favor del levantamiento del bloqueo reflejan la creencia de que una política de compromiso y diálogo es más efectiva que el aislamiento en la promoción de los intereses estadounidenses y el bienestar del pueblo cubano.

  • PERSPECTIVAS Y ARGUMENTOS EN CONTRA DEL LEVANTAMIENTO DEL BLOQUEO

En cambio, las posturas en contra del levantamiento del bloqueo argumentan sobre:

Protección de los intereses estadounidenses: Los opositores al levantamiento del bloqueo argumentan que mantener las restricciones económicas sobre Cuba es necesario para proteger los intereses de Estados Unidos en la región. Consideran que el embargo es una herramienta efectiva para presionar al gobierno cubano y promover cambios políticos que favorezcan los intereses estadounidenses.

Respuesta a violaciones de los derechos humanos: Algunos críticos del levantamiento del bloqueo señalan que el gobierno cubano continúa violando los derechos humanos y reprimiendo a la oposición política. Consideran que levantar el embargo sin garantías concretas de mejoras en el respeto a los derechos humanos sería prematuro y podría legitimar al gobierno cubano.

Riesgos económicos y de seguridad: Los opositores al levantamiento del bloqueo argumentan que abrir completamente las relaciones comerciales con Cuba podría plantear riesgos económicos y de seguridad para Estados Unidos. Temen que la inversión extranjera en Cuba pueda beneficiar al gobierno cubano y fortalecer su posición en la región, en detrimento de los intereses estadounidenses.

Apoyo a la oposición cubana: Algunos críticos del levantamiento del bloqueo abogan por mantener las restricciones económicas como una forma de apoyar a la oposición política y a la sociedad civil en Cuba. Consideran que el embargo sirve como un recordatorio del compromiso de Estados Unidos con la lucha por la democracia y los derechos humanos en la isla.

En pocas palabras, estas perspectivas y argumentos en contra del levantamiento del bloqueo reflejan la preocupación por los intereses y valores estadounidenses, así como por las posibles consecuencias políticas, económicas y de seguridad de una política de apertura hacia Cuba.

  1. ALTERNATIVAS AL LEVANTAMIENTO COMPLETO DEL EMBARGO

Existen también consideraciones intermedias como, por ejemplo:

Flexibilización selectiva de las restricciones: En lugar de levantar completamente el embargo, una alternativa podría ser flexibilizar selectivamente algunas de las restricciones económicas y financieras impuestas a Cuba. Esto permitiría un mayor intercambio comercial y financiero entre Estados Unidos y Cuba en áreas específicas, como la agricultura, la salud y la educación, mientras se mantienen ciertas restricciones en otros sectores.

Diálogo diplomático y negociaciones bilaterales: Otra alternativa es promover un mayor diálogo diplomático y negociaciones bilaterales entre Estados Unidos y Cuba para abordar las preocupaciones mutuas y buscar soluciones a los problemas pendientes. Esto podría incluir discusiones sobre cuestiones como los derechos humanos, la seguridad nacional y la cooperación en áreas de interés común.

Apoyo a la sociedad civil y la economía privada: En lugar de centrarse únicamente en el gobierno cubano, otra alternativa podría ser apoyar directamente a la sociedad civil y la economía privada en Cuba. Esto podría incluir medidas para fortalecer la sociedad civil, promover el emprendimiento y el desarrollo empresarial, y facilitar el intercambio cultural y educativo entre ambos países.

Cooperación regional y multilateral: Una alternativa más amplia podría implicar trabajar con otros países de la región y organismos internacionales para abordar los desafíos económicos, sociales y políticos en Cuba. Esto podría incluir iniciativas de desarrollo regional, programas de ayuda humanitaria y proyectos de cooperación en áreas como la salud, la educación y el medio ambiente.

En general, estas alternativas ofrecen enfoques flexibles para abordar las preocupaciones y desafíos relacionados con el embargo a Cuba, buscando soluciones constructivas que promuevan los intereses comunes y el bienestar del pueblo cubano.

  1. REFLEXIONES SOBRE EL VERDADERO DILEMA DE CUBA.

¿Puede coexistir el totalitarismo y el embargo sin que ambas realidades sean anuladas? La respuesta no la tenemos. Pero si soy del criterio que el sistema jurídico cubano, con su totalitarismo, limita flexibilidad y el incentivo para la inversión.

El debate en torno al embargo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba es complejo y multifacético, reflejando una serie de intereses políticos, económicos y humanitarios en juego.

El verdadero dilema de Cuba radica en encontrar un equilibrio entre la promoción de los derechos humanos y la democracia en la isla, por un lado, y la protección de los intereses y la seguridad de Estados Unidos, por el otro.

No obstante, todos los conflictos Cuba-USA – según la información del Consejo Económico y Comercial de Estados Unidos – las exportaciones de productos básicos agrícolas y alimentos de EE. UU. aumentaron un 4,2%, incluidos 5,4 millones de dólares estadounidenses en café. US$24 millones a Mipymes, incluidos US$8 millones en vehículos[1]. En ese mismo sentido, las exportaciones de productos básicos agrícolas/alimentos de Estados Unidos a Cuba aumentaron 39,4% en enero de 2024[2].

En este contexto también encontramos organizaciones, como por ejemplo NASDA – National Association of State Department of Agriculture donde, según el sitio de la antes mencionada asociación se lee que, funcionarios estatales de agricultura abordarán oportunidades comerciales entre EE. UU. y Cuba[3].

Parece, de cuanto se lee, que el lobo no es del todo como cuenta caperucita. De hecho, es más fácil responsabilizar solamente al embargo de las incompetencias gobernativas de la Isla[4], que asumirse las propias responsabilidades como gobierno.

Si el mundo se enfrenta al desafío de convivir con el totalitarismo, aunque difiera de la visión del Gobierno cubano, este último debe asegurar, a través de normativas legales claras, coherentes y transparentes, la protección de los intereses de las empresas que optan por iniciar proyectos en Cuba. Por ende, es crucial ser sinceros al abordar los desafíos existentes.

En otras sedes hemos motivado que las medidas restrictivas aplicadas a la isla pueden haber tenido repercusiones en la economía cubana, aunque limitadas. Se ha debatido sobre el embargo a Cuba durante más de medio siglo, pero en mi perspectiva, se ha prestado escasa atención al análisis de las regulaciones federales y su efecto[5], o falta de este, en la economía de Cuba, así como a las normativas legales internas cubanas[6]. Sin embargo, la perspectiva de fortalecer el marco legal interno y promover la inversión extranjera en Cuba parece estar cada vez más distante de concretarse. En particular el proyecto de Ley de Expropiación por motivos de utilidad pública o interés social. Este asunto es de suma importancia para garantizar la seguridad de las inversiones extranjeras, y quisiera abordarlo de manera sucinta[7]. Las normas sobre la inversión extranjera no se encuentran al paso con el tiempo[8]. Al explorar otras regulaciones, nos topamos con aspectos ambiguos y contradictorios que no solo no favorecen la inversión extranjera, sino que también distan mucho de beneficiar al pueblo cubano[9].

Cuando se aborda el tema de Cuba y su relación con el mundo, es común que la conversación se centre rápidamente en el “bloqueo a Cuba”. Esta frase se repite tanto que parece un eslogan, pero ¿realmente comprendemos en qué consiste este bloqueo? La percepción general es que Estados Unidos impide que Cuba normalice sus relaciones comerciales con otros países, pero ¿es esta la totalidad de la verdad? ¿Cuánto sabemos sobre las leyes federales relacionadas con el embargo y el sistema jurídico cubano? ¿Tenemos claridad sobre cómo las empresas estatales cubanas, bajo apariencias de entidades privadas, como las sociedades anónimas, presentan sus propuestas comerciales? Además, ¿conocemos hasta qué punto estas entidades son inflexibles en la negociación de acuerdos que beneficien no solo a las partes involucradas, sino también al pueblo cubano? Por ejemplo, ¿es posible para una empresa extranjera contratar directamente a un médico cubano para trabajar en el extranjero, o está obligada a hacerlo a través del gobierno cubano, que gestiona la comercialización de servicios médicos? Y, en caso de ser posible, ¿se puede pagar directamente al médico en lugar de hacerlo a través del gobierno, asegurando así que el médico reciba una remuneración justa? ¿Podría Cuba realmente flexibilizar sus relaciones comerciales con la antigua compañía eléctrica y alcanzar nuevos acuerdos que aborden los graves problemas de energía eléctrica que enfrenta en la actualidad? ¿Qué disposición tiene Cuba para mejorar estas relaciones y buscar soluciones efectivas? Estas son preguntas fundamentales que necesitan respuestas claras y detalladas para comprender completamente la complejidad de la situación entre Cuba y el resto del mundo.

Para comprender adecuadamente la situación en Cuba, es esencial ir más allá de las percepciones superficiales y explorar la realidad interna del país, así como las leyes federales relacionadas, que han experimentado cambios significativos en los últimos años, especialmente para promover las relaciones comerciales entre Cuba y Estados Unidos. Culpar exclusivamente al embargo por las dificultades de Cuba sería simplificar en exceso la situación. A pesar de que Cuba comercia con numerosos países y participa activamente en ferias comerciales a nivel internacional, su prosperidad económica sigue siendo un desafío. Es evidente que las limitaciones económicas de Cuba no pueden atribuirse únicamente al embargo, ya que el país tiene acceso a oportunidades comerciales globales, pero aun así enfrenta obstáculos para su desarrollo económico.

Es fundamental tener presente otro aspecto crucial, la protección de los derechos humanos en Cuba. Este asunto no solo es vital para el bienestar del pueblo cubano, sino también para las relaciones comerciales de Cuba en el ámbito internacional. La tutela de los derechos humanos en Cuba no solo es importante por razones éticas, sino también por sus implicaciones en las relaciones comerciales y el desarrollo económico del país.

Para resolver este dilema de manera efectiva, es necesario adoptar un enfoque pragmático para encontrar soluciones que beneficien al pueblo cubano.

Para avanzar efectivamente, propongo algunas consideraciones cruciales desde mi perspectiva:

Actualización normativa en la Constitución: Es imperativo no solo abordar la creación de múltiples partidos políticos, fortalecer los derechos de expresión y garantizar una representación política que verdaderamente refleje los intereses y necesidades del pueblo cubano, sino también establecer normas que aseguren la libre circulación de los ciudadanos cubanos. Esto implica que no se vean obligados a regresar a Cuba para conservar sus propiedades, las cuales no deberían pasar automáticamente al Estado cubano en caso de no residir en el país.

Actualización normativa constitucional y sustantiva del derecho de propiedad privada: Es esencial establecer nuevas normas constitucionales y leyes que reflejen fielmente el concepto de propiedad privada y aseguren su protección adecuada. Esto implica garantizar que los derechos de propiedad sean respetados y protegidos de manera efectiva, reconociendo su importancia como pilar fundamental de la economía y la sociedad. La normativa sustantiva sobre propiedad debe estar diseñada para tutelar los derechos de los propietarios y proporcionar un marco legal claro y justo para su ejercicio.

Abogar por la adhesión a convenciones internacionales sin restricciones: como aquellas que no limitan su aplicación únicamente a disputas derivadas de relaciones jurídicas consideradas comerciales por el derecho interno. Por ejemplo, la Convención sobre el Reconocimiento y la Ejecución de Sentencias Arbitrales Extranjeras (Convención de Nueva York, 1958), permitiría una aplicación más amplia y efectiva de los principios de arbitraje internacional, promoviendo la confianza y la certeza en el ámbito legal internacional.

Normas de Derecho Interno para Inversionistas Extranjeros: Crear las reglas dentro de un país que se ajusten a lo que los inversores extranjeros esperan es crucial. La clave está en cómo los inversores y el Estado interactúan, y esta complejidad se resuelve mediante la negociación de acuerdos que siguen ciertos estándares internacionales.

Garantizar la protección contra la expropiación de inversiones extranjeras: Es imprescindible establecer normativas que aseguren la protección de la inversión extranjera, garantizando que no será expropiada por motivos de utilidad pública o interés social. Estas regulaciones deben asegurar que el período necesario para recuperar el capital invertido sea respetado, y en ningún caso debería ser inferior a cinco años contados a partir del momento en que se realizó la inversión.

Cambiar las reglas del derecho civil: como por ejemplo ajustar el artículo del Código Civil que menciona la prioridad, incorporando disposiciones para proteger los intereses del inversionista extranjero. Igualmente, revisar la Ley Procesal Civil para incluir disposiciones sobre el concurso de acreedores, lo que aseguraría un mayor nivel de protección para los pagos al inversionista y alinear la normativa con otros sistemas legales.

Garantizar el justo proceso: Establecer normas de derecho procesal civil que puedan garantizar el justo proceso y que aseguren varios principios fundamentales. Entre ellos, se encuentra el acceso equitativo a la justicia, permitiendo que todas las partes involucradas puedan acudir a los tribunales y hacer valer sus derechos de manera adecuada. Además, se debe asegurar que las partes sean debidamente notificadas de los procedimientos legales y tengan la oportunidad de ser escuchadas en un entorno judicial imparcial. Es necesario también garantizar el derecho a la defensa, permitiendo a las partes presentar su caso y ser representadas por abogados competentes si así lo desean. Prevalecer la presunción de inocencia es otro principio crucial, asegurando que toda persona sea considerada inocente hasta que se demuestre lo contrario y teniendo derecho a presentar pruebas en su defensa. Los procedimientos legales deben llevarse a cabo de manera transparente y en público, a menos que existan razones válidas para lo contrario, garantizando así el derecho a un juicio público. Además, es esencial asegurar la imparcialidad judicial, garantizando que los jueces encargados del caso sean imparciales y estén libres de influencias indebidas. Las decisiones judiciales deben ser razonables, proporcionadas y basadas en pruebas sólidas, garantizando así la razonabilidad y proporcionalidad en el proceso legal. Finalmente, es crucial asegurar que las partes tengan acceso a recursos judiciales efectivos para impugnar decisiones judiciales injustas o incorrectas, garantizando así la efectividad de los recursos judiciales.

CONCLUSIONES:

Como hemos ilustrado, la cuestión del levantamiento o mantenimiento del embargo no es la pregunta central ni el principal dilema que enfrenta Cuba en la actualidad. A pesar de la coexistencia del totalitarismo y el embargo, empresas estadounidenses participan en ferias y establecen relaciones comerciales con Cuba. Sin embargo, estas transacciones se rigen por ciertas restricciones, como el pago anticipado sin crédito. Esto elimina el riesgo de deuda para las empresas estadounidenses, a diferencia de las compañías de otros países que ofrecen crédito a Cuba y luego enfrentan dificultades para recibir el pago.

El mundo comercia con otros países totalitarios que han desarrollado marcos legales que facilitan el comercio. Si debemos convivir con el totalitarismo cubano, que insisto no comparto, al menos su marco legal debería ser adecuado para garantizar el comercio justo y eficiente.

Por lo tanto, el verdadero desafío para Cuba radica en cómo maneja sus acuerdos comerciales, su flexibilidad en las negociaciones, qué está dispuesta a ceder para obtener beneficios y cómo puede mejorar de manera eficiente y efectiva su sistema jurídico y económico.

Abordar este dilema de manera efectiva, es crucial adoptar un enfoque pragmático que busque soluciones que realmente beneficien al pueblo cubano.

No olvidemos otro tema crucial; el respeto a los derechos humanos que es un elemento fundamental en las relaciones internacionales y en la percepción global de un país. El cumplimiento de los estándares de derechos humanos no solo es una responsabilidad ética y moral, sino que también tiene implicaciones prácticas.

Los países y empresas extranjeras a menudo evalúan el historial de derechos humanos de un país antes de establecer relaciones comerciales o invertir en él. Un registro deficiente en este aspecto puede afectar negativamente la reputación y la credibilidad de un país en la comunidad internacional, lo que a su vez puede obstaculizar el crecimiento económico y las oportunidades comerciales. Además, el respeto a los derechos humanos es esencial para garantizar el bienestar y la dignidad de la población local, lo que a su vez contribuye a un entorno más estable y próspero para las empresas y la inversión extranjera.