Eugenio Trujillo Villegas

Director de la Sociedad Colombiana Tradición y Acción

 

La semana pasada se desató una fuerte polémica en Colombia entre el general Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército, y Petro, el candidato marxista.

Este último, que frecuentemente sale borracho y drogado a las plazas públicas amenazando expropiar los bienes de los colombianos, pero tiene terror de asistir a los debates presidenciales, la emprendió contra el general por la vía del twitter, con la siguiente acusación: “Mientras los soldados son asesinados por el clan del golfo, algunos de los generales están en la nómina del Clan”.

Ante la gravedad de la afirmación, el general salió en defensa del honor militar, de sus generales y de sus soldados, que libran una dura batalla contra la subversión, el narcotráfico y el terrorismo. Estos problemas, lejos de haber desaparecido con el Acuerdo de paz firmado con las FARC, campean y se multiplican por toda Colombia, gracias a la impunidad consagrada en ese pacto criminal.

EN JUEGO EL HONOR DE LAS FUERZAS ARMADAS

Entonces, el general Zapateiro le respondió a Petro también por la vía del twitter: “A ningún general he visto en televisión recibiendo dinero mal habido. Los colombianos lo han visto a usted recibiendo dinero en bolsas de basura”.         Se refería a un video profusamente divulgado hace algunos meses, en el cual el candidato presidencial, cuando era alcalde de Bogotá, recibía abundantes fajos de dinero de un contratista de esa alcaldía, que desde entonces está en Suiza prófugo de la justicia.

Como es obvio, esos hechos no fueron investigados, pues es sabido que el Cartel de la Toga es el principal defensor de los delincuentes de la política, y más aún si son de izquierda. La Corte Suprema de Justicia se limitó a decir que el supuesto delito ya había prescrito, pues sucedió hace más de cinco años, y entonces no valía la pena perder el tiempo haciendo una investigación. ¡Qué hermosa forma de hacer justicia en Colombia! ¡Sin duda que será un ejemplo a imitar en el resto el mundo!

¡Con las declaraciones del general Zapateiro se desató una tormenta! La izquierda enfurecida exige su destitución, con la falsa acusación de que está participando en política. Y en menos de 24 horas, la Procuraduría abrió una investigación disciplinaria en su contra, que nadie sabe cómo va a concluir, ni cuánto se va a demorar.

EL CARTEL DE LA TOGA DEFIENDE A LA EXTREMA IZQUIERDA

Causa mucha perplejidad que los más grandes corruptos de Colombia viven a sus anchas, delinquiendo y robando al Estado de todas las formas posibles y la Procuraduría no se da por enterada de esos hechos. Por ejemplo, los alcaldes de Bogotá, Medellín, y especialmente el de Cali, todos ellos de extrema izquierda y aliados de Petro, se han dedicado a promover centenas de irregularidades administrativas, y nada se hace contra ninguno de ellos, a pesar de que las demandas de la ciudadanía son cuantiosas y los hechos delictivos son evidentes.

Igualmente, la guardia “petro-riana”, compuesta por un “selecto” grupo de congresistas que representan lo más oscuro y corrupto de la política colombiana, con ineludibles vínculos con las FARC, con el terrorismo, con el narcotráfico y con la corrupción, son protegidos y nunca son investigados por los organismos que deberían hacerlo, que son la Corte Suprema de justicia y la Procuraduría. 

Así pues, es gratificante escuchar la voz del general Zapateiro, que con honor y gallardía defiende a sus hombres. Como esto no pasaba desde hace muchos años, entonces la izquierda está rabiosa y enfurecida. Si por acaso algún general es responsable de conductas punibles, entonces que se diga quién es y qué delito ha cometido, con pruebas que demuestren las acusaciones. Pero lanzar indecencias al aire, solo con la intención de desacreditar y humillar a las Fuerzas Armadas, es un delito grave. Y debería ser investigado por la Procuraduría y por la Corte Suprema, pues quien lo ha cometido es un senador de la República.

Por ahora, lo único claro es que hay un general dispuesto a defender el honor de sus hombres y de la institución de la cual es el comandante supremo. Si eso amerita que el Gobierno lo destituya o lo sancione, la deshonra no será para el general, sino para quien practica la injusticia.

EL PALACIO DE JUSTICIA: IMAGEN DE LA SITUACIÓN ACTUAL

Y como todo esto acontece en la víspera de las elecciones presidenciales, que son el próximo 29 de mayo, entonces veremos de qué lado están este Gobierno y la justicia politizada que tenemos. Esa justicia que ahora está cooptada por la politiquería y la corrupción, desde que Petro con sus cómplices del M-19, decidieron incendiar el Palacio de Justicia, asesinando a 13 de sus magistrados y a muchas otras personas que allí estaban.

Imagen terrible de lo que le sucederá a Colombia si Petro llega a ser presidente, pues el incendio terrorista de hace 35 años que conmocionó al mundo, va a ser resucitado para devorar a Colombia. ¡Eso es lo que nos anunciaron con el paro terrorista del año pasado, así es que estamos advertidos!