'China llevó a cabo una actualización de sus instalaciones de recopilación de inteligencia en Cuba en 2019', afirma la fuente al medio 'Politico'.
Después de 48 horas de reportes y desmentidos de la Casa Blanca, La Habana y Pekín, altos funcionarios de la Administración de Joe Biden confirmaron el sábado que China no solo planea espiar a EEUU desde Cuba, sino que ya lo hace desde 2019.
"Este es un problema que esta Administración heredó", dijo el funcionario estadounidense a la publicación Politico, aunque prefirió no revelar su identidad.
"Cuando esta Administración asumió el cargo en enero de 2021, se nos informó sobre una serie de esfuerzos sensibles de la República Popular China en todo el mundo para expandir su infraestructura de logística, base y recolección en el extranjero a nivel mundial para permitirles proyectar y mantener el poder militar a mayor distancia", comentó.
"Este esfuerzo incluyó la presencia de instalaciones de recolección de inteligencia de la República Popular China en Cuba. De hecho, la República Popular China llevó a cabo una actualización de sus instalaciones de recopilación de inteligencia en Cuba en 2019. Esto está bien documentado en el registro de inteligencia", afirmó.
De acuerdo con la fuente que habló con Politico, la Administración Biden abordó el problema en los primeros meses de su Gobierno. Tales esfuerzos habrían dado "resultados", comentó, sin precisar a qué hacía referencia.
"Creemos que la República Popular China no está exactamente donde esperaban estar. Pekín seguirá tratando de mejorar su presencia en Cuba y nosotros seguiremos trabajando para interrumpirla", aseguró.
Estas declaraciones contradicen lo expuesto el jueves por John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, después que el diario The Wall Street Journal reportara que Pekín había llegado a un acuerdo con el régimen de Cuba para establecer una base de espionaje en la Isla que apuntaría a las comunicaciones militares de Estados Unidos.
"He visto ese informe de prensa. Es inexacto", aseguró Kirby en entrevista en MSNBC.
The Wall Street Journal también citó a "funcionarios estadounidenses al tanto de informaciones clasificadas", pero no reveló la identidad o cargo de esas fuentes.
"Lo que puedo decirles es que hemos estado preocupados desde el primer día de esta Administración por las actividades de influencia de China en todo el mundo, aún más en este hemisferio y en esta región", dijo Kirby a MSNBC. "Estamos observando esto muy, muy de cerca", aseguró.
Por su lado, el Pentágono desestimó el reporte. "Basado en la información que tenemos, puedo decirles que no es precisa, que no estamos al tanto de que China y Cuba estén desarrollando un nuevo tipo de estación de espionaje", dijo el portavoz del Pentágono, el general de brigada Patrick Ryder, citado por Reuters.
"En términos de ese informe en particular, no, no es exacto", agregó.
"Más allá de eso, somos muy conscientes de los intentos de China de invertir en infraestructura en todo el mundo que puede tener fines militares", incluso en América Latina y el Caribe, afirmó el funcionario.
"Seguiremos monitoreándolo de cerca y confiando en que podemos cumplir con todos nuestros compromisos de seguridad en casa y en toda la región", aseguró Ryder.
Por su lado, el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, negó los informes, que calificó como "calumnias".
"Cuba rechaza la presencia militar extranjera en la región de América Latina y el Caribe, y es firmante de acuerdos internacionales sobre el tema", dijo, y agregó que la información publicada es "totalmente mendaz e infundada".
"Calumnias de este tipo se han fabricado con frecuencia por funcionarios de los Estados Unidos, aparentemente familiarizados con información de inteligencia, como las referidas a supuestos ataques acústicos contra personal diplomático estadounidense, la falsedad sobre una inexistente presencia militar cubana en Venezuela y la mentira sobre la existencia imaginaria de laboratorios de armas biológicas", declaró, según el sitio oficial Cubadebate.
"Todas son falacias promovidas con la pérfida intención de justificar el recrudecimiento sin precedentes del bloqueo, la desestabilización y la agresión a Cuba y de engañar a la opinión pública de los Estados Unidos y el mundo", se quejó.
Politico citó al representante Mike Turner, republicano por Ohio y presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara, quien demandó que el presidente Biden debe dejar de ignorar la amenaza de China.
"En menos de 48 horas, los funcionarios de la Administración Biden se han contradicho varias veces sobre si el Partido Comunista Chino está espiando o no a los Estados Unidos. Esto es inaceptable", declaró.
Por su parte, el representante Ritchie Torres, demócrata por Nueva York, y miembro del Comité de China de la Cámara de Representantes, dijo que la noticia acerca de la base es "lo suficientemente plausible como para merecer la supervisión del Congreso".
"Si el Partido Comunista de China está utilizando una instalación de espionaje en Cuba, como alegan los informes de los medios, entonces el Congreso tiene el deber de investigar el asunto en lugar de aceptar al pie de la letra las negativas del Departamento de Defensa", reclamó.
Asimismo, los dos líderes del Comité de Inteligencia del Senado emitieron una declaración conjunta el jueves en respuesta a los reportes.
"Estados Unidos debe responder a los continuos y descarados ataques de China contra la seguridad de nuestra nación. Debemos tener claro que sería inaceptable que China establezca una instalación de inteligencia dentro de las 100 millas de Florida y los Estados Unidos, en un área también poblada con instalaciones militares clave y un extenso tráfico marítimo", enfatizaron el senador demócrata Mark Warner y el republicano Marco Rubio.
Estas revelaciones se dan a conocer a una semana de la visita del secretario de Estado, Antony Blinken, a China, y tras reportes de un viaje secreto del director de la CIA a China para aliviar tensiones con Pekín. Analistas consideran que EEUU intenta un deshielo en sus relaciones con China porque no se puede permitir dos frentes abiertos en plena guerra en Ucrania.
Las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo han escalado durante el último mes. Las comunicaciones militares, cruciales para evitar cualquier error de cálculo que pudiera conducir a un conflicto real, se interrumpieron el verano pasado.
China ha rechazado los esfuerzos estadounidenses para restaurarlas, rechazando incluso una solicitud de reunión entre ambos ministros de Defensa la semana pasada. La Administración Biden ha seguido dando prioridad a la apertura de otros canales de comunicación.
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