Por George Chaya
El escaso progreso en las negociaciones entre Israel y el Líbano en materia de la delimitación de fronteras marítimas entre ambos estados se hizo evidente luego de las cambiantes declaraciones emitidas desde la presidencia libanesa; el gobierno libanés cambió su postura media docena de veces con respecto a su pedido original sobre la futura línea marítima de frontera.
En paralelo a las negociaciones, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF por sus siglas en inglés) se han focalizado en monitorear el proyecto de Hezbollah basado en alcanzar un sistema balístico estratégico más potente y con capacidad de alcance sobre blancos en el mar Mediterráneo.
El desarrollo de sistemas balísticos también preocupa a Egipto, que al igual que Israel, considera a Hezbollah como enemigo y grave amenaza en el caso que el grupo proirani pueda ampliar su potencia de fuego. Funcionarios egipcios han declarado que tal escenario significa una situación volátil sobre sus objetivos terrestres estratégicos, según informó el ministerio de defensa del país árabe .
Por el lado israelí, fuentes de la comunidad global de inteligencia indican que están siguiendo en profundidad la situación sobre el desarrollo del proyecto misilístico del grupo político-terrorista libanés a traves de sus agencias de seguridad desde agosto pasado.
Para contraponer el peligroso avance del grupo terrorista financiado por Teherán, la semana pasada Israel recibió la primera de las cuatro naves de guerra ultra-modernas fabricada por la industria militar alemana. Las nuevas Corvetees son buques livianos y rápidos equipados con sistemas y diseño avanzado de defensa mar-aire, cuentan con un sistema de radar de los más potentes y modernos fabricado hasta el momento, y disponen de una capacidad de detección de más de 2700 amenazas por minuto, incluidos misiles crucero y otros sistemas balísticos rápidos que puedan volar hasta una altitud de 40 centímetros sobre la superficie del mar.
Según las fuerzas armadas y de seguridad egipcias e israelíes, estos buques alemanes, en principio, cubren todas las armas del arsenal que dispone el grupo Hezbollah, incluso sus drones y aparatos no tripulados..
Las Corvetees alemanas modelo 6, tendrán como objetivo asegurar tres anillos de defensa de las bases de perforación y las plataformas de gas en alta mar dentro de la jurisdicción de la plataforma marítima económica del estado hebreo. También se utilizaran para el monitoreo de miles de millas náuticas incluso hasta la frontera egipcia, por lo cual autoridades de defensa de El Cairo han tenido múltiples reuniones para coordinar una estrategia de defensa conjunta.
Un informe de la prensa israelí indico lo que la marina de guerra aseveró en octubre en materia del consumo de electricidad de Israel, el ministerio de defensa también había confirmado que más del 60% de la energía del país deriva del gas. En otras palabras, si las plataformas de gas natural deben ser cerradas como consecuencia de una situación emergente de ataques misilísticos, inexorablemente Israel padecería un problema grave de suministro energético. De tal modo, el estado de Israel no puede permitir que haya interrupciones en la transferencia de gas natural desde sus plataformas a las plantas de generación de energía, cualquier interrupción daría lugar a un gravísimo problema de abastecimiento para el país. Así, en el caso que los israelíes recibieran un ataque misilistico contra una plataforma de gas se produciria una situación crítica en materia de suministro, de allí que estos buques alemanes que han comprado y del que ya ha llegado el primero tendrán como misión principal la seguridad nacional para establecer “un bloque defensivo de anillos de seguridad” de sus plataformas gasiferas.
Información de inteligencia disponible en los países del Golfo indica que, en paralelo a las negociaciones indirectas entre Líbano e Israel, el grupo chiíta Hezbollah se encuentra focalizado en desarrollar sistemas de armas que puedan alcanzar y destruir bases de energía israelíes ubicadas en el mar Mediterráneo, lo que pone de manifiesto la poca o nula buena fe en esos diálogos. Sin embargo, el problema central tanto para los israelíes como para el gobierno egipcio es que esa potencia de fuego y su alcance constituye una nueva amenaza de la República Islamica de Irán sobre blancos y objetivos estratégicos terrestres de ambos países.
En la actualidad el arsenal que se cree que dispone Hezbollah es de unos 160.000 proyectiles, incluidos unos 350 misiles de largo alcance y 6.000 cohetes de alcance medio que pueden impactar Tel Aviv y otras ciudades israelíes, incluyendo el Centro de Investigación nuclear de Dimona, situado en el desierto del Neguev a unos 10 kilómetros de la ciudad del mismo nombre.
Expertos regionales indican que el dilema a resolver para Israel es una respuesta rápida militar ante un potencial ataque misilistico a sus sitios neurálgicos basado en que, aunque sus numerosos anillos de defensa aérea pueden neutralizar varios ataques con misiles y cohetes al mismo tiempo, un ataque masivo de misiles guiados sobre sitios críticos plantearía un desafío mayor para su infraestructura, su economía y para la capacidad de defensa del país en materia de seguridad nacional.
Las agencias árabes de seguridad del Grupo de Países de Cooperacion del Golfo (GPCG) dirigido por Arabia Saudita saben que Hezbollah cuenta en su arsenal con un importante número de misiles Yakhont, un arma supersónica anti-buque de fabricación rusa que fueron conseguidos por el grupo chiíta a traves del tráfico facilitado por el régimen del dictador sirio Bachar Al-Assad y con el apoyo de la Unidad de Operaciones Especiales iraní para el extranjero, la Fuerza Al-Quds.
Hezbollah dispone también de misiles crucero C-802 subsónicos de fabricación china, esas armas ya fueron operadas por el grupo durante la guerra contra Israel del año 2006, cuando ataco con éxito un buque de la armada israelí. Si esos misiles fueran disparados desde la costa sur libanesa pueden servir también para atacar objetivos costeros en Israel (bases navales o puertos civiles). En ese caso, también la respuesta debería ser rápida ya que la mayor parte de la producción israelí de importación se despacha desde esas rutas marítimas, lo que indica el nivel de importancia para su seguridad nacional mantener los puertos protegidos en todo momento.
Sin embargo, esa no es la única amenaza potencial convencional emergente de los planes de Irán y Hezbollah. Otro aspecto que evoluciono de forma importante es el programa para establecer y ampliar talleres de producción de misiles dentro del propio Líbano. Esas fábricas cumplen la función de producir sistemas balísticos guiados como también la de adaptar cohetes no guiados para transformarlos en misiles guiados de precisión.
Informes de seguridad saudíes ratificados por Israel a principio de 2020, indican que las actividades de esas fabricas se encuentran adyacentes a varios lugares no militares, por ejemplo a un edificio residencial de 9 pisos donde residen familias civiles a 20 metros de un Hospital y lindero con una iglesia cristiana ortodoxa. Otra de las fabricas se ubica a media cuadra de una mezquita sunita, y una tercera planta se detectó a menos de 100 metros de la empresa nacional de gas en Beirut. Todo lo cual demuestra claramente que los planes de Hezbollah de almacenar y fabricar sistemas de armas en barrios civiles es atraer el fuego a esas áreas civiles por parte de las fuerzas israelíes en caso de una escalada militar para generar una reacción negativa global contra su enemigo.
Fuentes de seguridad israelíes consultadas por Infobae indicaron que esperan que Hezbollah no inicie una escalada en virtud de que si disparara sobre objetivos israelíes civiles desde esos u otros sitios, las fuerzas israelíes no tendrían más opción que devolver el fuego y, considerando la ubicación, Hezbollah está colocando en peligro y grave riesgo a los civiles libaneses, aunque esa ha sido la estrategia del grupo terrorista en la guerra de 2006, cuando utilizó civiles como escudos humanos para causar la indignación en la prensa internacional.