Por George Chaya
INFOBAE
El argumento en favor de Hamas no solo es repudiable, es absurdo. Nadie duda que los palestinos merecen tener su Estado a pesar de los crímenes de guerra de Hamas, pero difícilmente lo logren por medio de las acciones ejecutadas en su infiltración del sábado 7 de octubre.
Luego de la irrupción violenta en suelo israelí y las desastrosas consecuencias del ataque terrorista de Hamas sobre ciudades y pueblos fronterizos israelíes del sábado 7 de octubre, muchos militantes de la causa palestina y de la izquierda internacional han tratado de politizar el repudiable y trágico evento ignorando que el asesinato a sangre fría de unos 1500 civiles israelíes justifica la lucha por la causa para el reconocimiento pleno de un Estado palestino.
Aquellos que argumentan tales posiciones, anteponen declaraciones sobre la violencia ejercida por Israel en su política de asentamientos y otras medidas defensivas del Estado judío pretendiendo justificar una operación militar violenta y sin límite alguno contra civiles como lo hecho por Hamas como medida para liberar la tierra y lograr el reconocimiento de un Estado Palestino. Ese argumento no solo tergiversa la realidad regional sino que genera la reacción militar israelí que afecta a los civiles de la Franja y aleja la posibilidad de un Estado Palestino reconocido plenamente por la comunidad internacional. Estas posiciones politizadas son las que se leen en mayor o menor medida en la prensa y se observa en las movilizaciones de apoyo al pueblo palestino en varios lugares del mundo.
El argumento en favor de Hamas no solo es repudiable, es absurdo. Nadie duda que los palestinos merecen tener su Estado a pesar de los crímenes de guerra de Hamas, pero difícilmente lo logren por medio de las acciones ejecutadas en su infiltración del sábado 7 de octubre.
Argumentar directa o indirectamente en favor del reconocimiento del terrorismo en lugar de hacerlo por la construcción de un Estado, no ayudará en absoluto a mejorar la situación del pueblo palestino. El argumento de que el ataque terrorista de Hamas se justifica para el reconocimiento de un Estado palestino también ignora la historia, el derecho, los estatutos internacionales y los valores morales que Hamas demostró no tener.
Hamas fue fundado en 1987 bajo la influencia de la Hermandad Musulmana egipcia. Su carta constitutiva sostiene que el Estado de Israel permanecerá hasta que ellos lo neutralicen. Esa redacción es muy clara de ser interpretada porque no critica la expansión territorial de Israel luego de 1967. Directamente no reconoce al Estado israelí desde su nacimiento. En consecuencia, los hechos del 7 de octubre muestran que Hamas actuó según sus carta constitutiva, ha matado miles de civiles inocentes, secuestró niños, mujeres y ancianos, lo cual sorprende por la magnitud de su golpe, pero no por sus postulados -ya que por su historial- tomó distancia de sus hermanos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) e incluso en el pasado muchas de sus víctimas fueron oficiales y funcionarios rivales de Fatah, a quienes Hamas eliminó durante un cruento golpe de estado que ejecuto en Gaza en 2007 (cuando habían transcurrido 2 años desde la retirada unilateral israelí del enclave). Luego, para consolidar su poder, se impuso en la única elección donde los palestinos pudieron votar en los últimos 16 años.
De allí que aquellos que argumentan en favor de Hamas y justifican sus acciones sin repudiar claramente lo acontecido separando al pueblo palestino y su causa del accionar del grupo integrista están ignorando años de negociaciones de paz para terminar con la violencia como única solución no hacen más que ocultar otras posiciones que también son ampliamente conocidas.
La ANP e Israel han realizado varios intentos para resolver el conflicto y buscar la solución a la creación de un Estado Palestino soberano, independiente y con fronteras seguras. La oferta de tierras por paz no funcionó, Gaza es la muestra palmaria de ello; allí no había un solo soldado israelí ni un colono desde 2005, cuando Ariel Sharon decidió la retirada unilateral de la Franja. Tampoco hay duda que se podría haber negociado mas y sin periodos de interrupciones del dialogo como ha sucedido en todos estos años en que las partes se han dedicado mas a “la administración del conflicto que a su resolución”, y las cuestiones diplomáticas en negociaciones tan intrincadas no han funcionado.
También se observa otra conducta errónea y repudiable entre aquellos que intentan justificar el accionar del terrorismo de Hamas que niega el derecho de Israel a existir, cuando lo cierto es que Israel es el Estado sucesor de un antiguo reino que fue expulsado por la fuerza, ha sido reconocido por la comunidad internacional y cumple con los parámetros de un Estado moderno. Por ello, sin reconocimiento mutuo no puede haber paz. Y es en este punto en que la izquierda internacional y los militantes favorables a Hamas no ofrecen ninguna opción pacifica mas allá de justificar la violencia brutal contra los civiles.
De ambos lados de la frontera “los civiles son civiles”. De allí que esas posiciones alejan cualquier salida favorable para que ambos pueblos alcancen una vida mejor y en paz.
Es claro que el conflicto no tendrá una solución mágica, pero pretender que la violencia selectiva contra civiles es la única respuesta, anula todo aquello que busca soluciones no violentas para ambos pueblos y deja de lado cualquier posibilidad de paz y justicia para la creación de un Estado Palestino que los propios palestinos merecen tener, pero que les será difícil lograr apoyando las acciones de Hamas.