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FRASES FAMOSAS:

 “La libertad se conquista con el filo del machete, no se pide; mendigar derechos es propio de cobardes incapaces de ejercitarlos”. General Antonio Maceo y Grajales

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Rubén Darío

Nicaragua

 

¡Desgraciado Almirante! Tu pobre América,

tu india virgen y hermosa de sangre cálida,

la perla de tus sueños, es una histérica

de convulsivos nervios y frente pálida.

 

Un desastroso espirítu posee tu tierra:

donde la tribu unida blandió sus mazas,

hoy se enciende entre hermanos perpetua guerra,

se hieren y destrozan las mismas razas.

 

Al ídolo de piedra reemplaza ahora

el ídolo de carne que se entroniza,

y cada día alumbra la blanca aurora

en los campos fraternos sangre y ceniza.

 

Desdeñando a los reyes nos dimos leyes

al son de los cañones y los clarines,

y hoy al favor siniestro de negros reyes

fraternizan los Judas con los Caínes.

 

Bebiendo la esparcida savia francesa

con nuestra boca indígena semi-española,

día a día cantamos la Marsellesa

para acabar danzando la Carmañola.

 

Las ambiciones pérfidas no tienen diques,

soñadas libertades yacen deshechas.

¡Eso no hicieron nunca nuestros caciques,

a quienes las montañas daban las flechas! .

 

Ellos eran soberbios, leales y francos,

ceñidas las cabezas de raras plumas;

¡ojalá hubieran sido los hombres blancos

como los Atahualpas y Moctezumas!

 

Cuando en vientres de América cayó semilla

de la raza de hierro que fue de España,

mezcló su fuerza heroica la gran Castilla

con la fuerza del indio de la montaña.

 

¡Pluguiera a Dios las aguas antes intactas

no reflejaran nunca las blancas velas;

ni vieran las estrellas estupefactas

arribar a la orilla tus carabelas!

 

Libre como las águilas, vieran los montes

pasar los aborígenes por los boscajes,

persiguiendo los pumas y los bisontes

con el dardo certero de sus carcajes.

 

Que más valiera el jefe rudo y bizarro

que el soldado que en fango sus glorias finca,

que ha hecho gemir al zipa bajo su carro

o temblar las heladas momias del Inca.

 

La cruz que nos llevaste padece mengua;

y tras encanalladas revoluciones,

la canalla escritora mancha la lengua

que escribieron Cervantes y Calderones.

 

Cristo va por las calles flaco y enclenque,

Barrabás tiene esclavos y charreteras,

y en las tierras de Chibcha, Cuzco y Palenque

han visto engalonadas a las panteras.

 

Duelos, espantos, guerras, fiebre constante

en nuestra senda ha puesto la suerte triste:

¡Cristóforo Colombo, pobre Almirante,

ruega a Dios por el mundo que descubriste!

 

 

 

Sor Juana Inés de la Cruz

 

Yo no puedo tenerte ni dejarte,

ni sé por qué, al dejarte o al tenerte,

se encuentra un no sé qué para quererte

y muchos sí sé qué para olvidarte.

 

Pues ni quieres dejarme ni enmendarte,

yo templaré mi corazón de suerte

que la mitad se incline a aborrecerte

aunque la otra mitad se incline a amarte.

 

Si ello es fuerza querernos, haya modo,

que es morir el estar siempre riñendo:

no se hable más en celo y en sospecha,

 

y quien da la mitad, no quiera el todo;

y cuando me la estás allá haciendo,

sabe que estoy haciendo la deshecha.

 

SINTESIS BIOGRAFICA

 

Juana Inés de Asbaje y Ramírez fue una monja mexicana nacida en las proximidades de la Ciudad de México en el pueblo de San Miguel de Nepantla el 12 de noviembre de 1651, escribía bajo el nombre de la hermana Sor Juana Inés de la Cruz, se convirtió en una de las figuras más distinguidas de la literatura castellano-hispánica de la segunda mitad del siglo XVII. Al cumplir los 6 años, ya sabía escribir, coser y bordar, que en aquellos tiempos se consideraba una educación integral para las mujeres. A los ocho años, Juana se había leído todo el archivo de libros del abuelo, incluyendo obras de filosofía, teología y medicina. A los 9 años, su madre la envió a la ciudad de México a reunirse con su tía y tío, una familia bien acomodada de la época. En 1664, a los 13 años, Juana fue presentada en el nuevo palacio, y pronto se ganó tal confianza, que la vice-reina la hizo su primera dama de honor. Ella ocupó este cargo aproximadamente 5 años. Luego se hizo famosa escribiendo poesías en español, idioma azteca, y también en latín. Además escribió para actuaciones, conciertos nocturnos, fiestas religiosas y para funerales.

Mariano Brull

Cuba

 

Aunque falte a tu vida la paz, y la alegría

nunca te sonriese sobre el camino adverso,

que llene tu existencia siempre la poesía

como ha de rebosar el molde de tu verso.

Con los ojos cerrados busca el mundo en ti mismo;

la mujer que no has visto, la ciudad que no existe;

y, al abrirlos, tus ojos verán en espejismo

aparecer la vida como tú la quisiste.

No sentiremos nada de nuestro ser distinto,

y todo será unánime, el gusano y la flor;

y viviremos siempre sin salir del recinto

de la luz que proyecta nuestro sueño interior.

No cegará tus ojos el esplendor del mundo,

y pasarás, sonámbulo, absorto en tu universo,

mientras late tu alma en el ritmo profundo

que toma de la vida el alma de tu verso.

Nada sobre la Tierra te será indiferente;

mirarás a las cosas con mirada segura;

serás luna en la luna que baja hasta la fuente,

serás llama en la llama que sube hasta la altura.

Sólo sabrás dos cosas: de amor y de belleza.

Lo demás… nada importa. Toda la vida es

amar; sentir lo bello; tener una tristeza

para que un alma hermana nos la cure después.

https://www.elcopoylarueca.com/mariano-brull-poemas/

 

 

 

 

Por Alfredo M. Cepero.

 

José de la nostalgia

que iluminas los cielos de las noches lejanas.

 

José de los caminos

tenebrosos y tristes de los hombres sin patria.

 

José de las escuelas

donde un día bebimos de tu sabia enseñanza.

 

José de la plegaria

con la cual invocamos tu divina palabra.

 

José de los altares

donde aún te adoramos como imagen sagrada.

 

José de los humildes,

que fueron la bandera de tu vida y tu causa.

 

José de los honestos,

ejemplo edificante de honradez ciudadana.

 

José de los amores,

en una guerra justa sin odios ni venganzas.

 

José de la vergüenza

de este pueblo enquistado en dolor y añoranza.

 

José de los ingratos

que manchan y desprecian tu vida inmaculada.

 

José de los hipócritas

que hoy te enaltecen y te niegan mañana.

 

José de los malvados

que utilizan tu culto para el robo y la infamia.

 

José de las miserias

que jamás penetraron tu pureza de alma.

 

José de las Américas,

para todos los pueblos y todas las razas.

 

José de los cubanos,

los buenos y los malos, los patriotas y apátridas.

 

José del tiempo viejo

que cumplió su tarea sin buscar alabanzas.

 

José del tiempo nuevo,

a quién no le hemos dado ni descanso ni calma

 

José del tiempo eterno,

campeón de la justicia, señor de la esperanza.

 

 

Miami, Florida, Diciembre de 2006.

 

 

 

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