Por Oriana Rivas

 

Chile decidió repetir la historia que vivió Venezuela hace 21 años, cuando se dio luz verde para cambiar la Constitución por una de corte socialista

El Servicio Electoral de Chile (SERVEL) dio a conocer los resultados del plebiscito de este domingo. El veredicto de los chilenos fue a favor de reformar la Constitución, llevando al país a repetir la historia que vivió Venezuela hace 21 años, cuando se dio luz ver al régimen chavista para redactar un nueva Carta Magna.

Con el 90,78% de los votos escrutados, el organismo anunció que la opción ‘apruebo’ obtuvo 78,24 % de los votos, mientras que el ‘rechazo’ sacó 21,76 %. De esta manera, se iniciará el proceso para reemplazar la actual Constitución, redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

La otra pregunta que se planteó en la votación fue sobre el órgano que deberá escribir el nuevo texto. La Convención Constitucional se llevó el 79,24%, grupo que estaría integrado por ciudadanos electos.

Los comicios se originaron tras las protestas de 2019, donde grupos violentos de izquierda ocasionaron daños estimados en 300 millones de dólares solo en el Metro de Santiago. Sin contar daños a fábricas y negocios, causando numerosas pérdidas de empleos. La excusa para la violencia fue manifestarse contra las desigualdades en Chile.

El próximo paso tras la decisión electoral será elegir a los constituyentes que integrarán la Convención Constitucional (155 miembros populares) en abril de 2021. Una vez elegidos tendrán un plazo de nueves meses (con una prórroga única de tres meses) para redactar la nueva Carta Magna, indica El Cronista.

Las palabras de Piñera

Sebastián Piñera, presidente de Chile, reconoció los resultados y dijo que «triunfó la ciudadanía y la democracia».

«Hoy hemos demostrado nuevamente la naturaleza democrática, participativa y pacífica del espíritu de los chilenos y del alma de las naciones honrando nuestra tradición de República», afirmó.

El mandatario fue quien tras un mes de protestas cedió ante los disturbios y presentó el llamado Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, permitiendo que fuera «el pueblo» quien redactara y diera forma a la máxima ley del país.

A pesar de las desigualdades que reclamaban los manifestantes, para ese momento el país presentaba un índice de pobreza de 8,6 % y tenía el sueldo mínimo más alto de Suramérica, de acuerdo con datos del Banco Mundial.

La violencia de la izquierda

Días antes del plebiscito, los manifestantes volvieron a las calles, quemando dos iglesias y saqueando negocios en la ciudad de Santiago.

La iglesia San Francisco de Borja, usada regularmente por el cuerpo policial de Carabineros para ceremonias institucionales, fue el primer santuario prendido en fuego. Horas más tarde, quemaron la iglesia de la Asunción.

“Que caiga, que caiga”, gritaban algunos encapuchados mientras veían el templo arder, para luego celebrar la caída de la cúpula de la iglesia.

No eran pocas las advertencias sobre la reforma que hoy se vuelve realidad. Una que cambiará la estructura política, social y económica del país con los mejores indicadores económicos y sociales de Latinoamérica en los últimos años.

https://panampost.com/oriana-rivas/2020/10/25/chilenos-celebran-que-resolveran-sus-problemas-con-nueva-constitucion/