Por Herman Beals

Nueva York

 

Hay una nueva estrella en la política  estadounidense. Kari Lake se proyecta como la nueva gobernadora de Arizona y, después de eso mucho más, en las filas de derecha encabezadas por Donald Trump.

Kari Lake no tiene miedo de decir su verdad cuando es enfrentada por una prensa izquierdista hostil hacia alguien que se atreva a defender al ex mandatario, sobre todo si su posición política coincide totalmente con la de Trump.

Cuando comenzó a desplazar a la candidata demócrata en la lucha por la gobernación de Arizona, la prensa decidió que era tiempo de atacarla y preguntarle porque coincidía con Trump en negar la legitimidad de la elección que hizo a John Biden presidente.

MEJOR NO LO HUBIERA HECHO.

La señora Lake sacó una larga lista de demócratas que en el pasado han denunciado las elecciones que han perdido, como consecuencia de supuestas maniobras republicanas. La atractiva ex presentadora de noticias en la televisión de Arizona, se convirtió de la noche a la mañana en una personalidad a nivel nacional.

Cuando las encuestas la daban como segura ganadora frente a su rival demócrata, le preguntaron si sería candidata a la vicepresidencia con Trump. "No, respondió. Completaré mi mandato como gobernadora".

Muchos de sus admiradores --y también sus detractores de izquierda-- piensan que podría ir mucho más lejos. Y ya se habla de que podría ser  candidata a la vicepresidencia, si Trump decide intentar regresar a la  Casa Blanca en 2024.