Herman Beals, Nueva York

 

"Ni muy lejos que te quemes, ni muy cerca que te hieles" parece ser la meta que claramente ya han comenzado a utilizar los dos candidatos que participarán en la segunda ronda de la eleccion presidencial chilena.

El republicano José Antonio Kast quiere mostrarse como menos derechista, más flexible en sus posiciones politicas y más proclive a defender los derechos de la mujer, lo que no había sido su fuerte hasta ahora.

El marxista Gabriel Boris está cubriéndose con una piel de oveja centrista para engañar a quienes lo ven como un lobo izquierdista desde sus tiempos de estudiante. Cuando era muchacho, Boris impulsó interminables huelgas en los establecimientos de enseñanza secundaria en medio de la desesperación de los padres.

Eso no serían antecedentes creíbles para aspirar a la presidencia pero, como lo demostraron los comicios del 21 de noviembre, todo es posible en la política actual del país sudamericano. Prueba de esto es que un candidato en auto exilio en Estados Unidos ocupó el tercer lugar en las elecciones.

Ese candidato, Franco Parisi, podría ser fundamental para determinar el ganador del "balotaje", como los chilenos --que en los últimos tiempos han reemplazado a Cervantes y Andrés Bello por un pintoresco pero dudoso idioma castellano-- llaman a la segunda vuelta electoral.

Parisi es conocido como "el candidato virtual" por su empleo de la Internet para hacer su propaganda. Según se dice, vive en Estados Unidos para no pagar el dinero que debe por pensión alimenticia.

Pero, aparte de estos hechos anecdóticos, es indudable que algo no anda bien en Chile. Ni Kast ni Boris llegaron al 30 por ciento de los votos. Esto podría atribuirse al hecho de que había siete candidatos, pero aun así, no muestra que los ganadores cuentan con la confianza de millones de sus compatriotas.

Los chilenos han demostrado no ser muy adeptos a ir a las mesas electorales, pero en esta ocasión realmente se juegan el futuro de la nación y votantes que habitualmente no cumplen con su deber electoral podrían esta vez acudir en masa a sufragar, lo cual probablemente ayudaría a Kast. El "balotaje" será algo digno de verse.