Dr. Fernando Domínguez

 

Las personas con un cociente de inteligencia normal se preguntan asombradas, por qué la pseudo filosofía barata del populismo socializante avanza en el mundo libre si casi todo el mundo sabe, conoce, intuye, que el socialismo es una aberración de los liberales de izquierda trasnochados que promueven un “socialismo democrático” que no existe, no ha existido y no existirá. El que existe y ha existido es una sociedad tiránica, brutal, empobrecedora que ha cobrado casi 200 millones de muertos.

El socialismo democrático es una entelequia propagandística, una propuesta vacía, hipócrita y vergonzante, que promueve algo que los filósofos podrían llamar “una contradicción en sí misma” ya que socialismo y democrático son dos conceptos diametralmente opuestos, imposibles de coexistir en el mismo tiempo y espacio. El socialismo es esencialmente anti democrático. Es la violencia del poder político del estado, ejercida por un grupo dominante que se apropia de ese poder, en contra del resto de la sociedad, prohibiendo el ejercicio de la libertad empresarial, política y ciudadana para preservar ese dominio sobre la mayoría, por una sola y simple razón: la libertad de competencia entre la propiedad pública, administrada por una clase en beneficio de ella misma y la empresa privada es aplastantemente conocida: siempre la propiedad privada es más eficiente, productiva y socialmente progresista que la propiedad pública, siempre gana la competencia por la misma razón que un caballo de carreras siempre le gana a un asno: está mejor dotado por la naturaleza para correr y ganar, lo que determina la gran contradicción del “socialismo democrático”, solo funciona PROHIBIENDO COMPETIR, OBLIGANDO A TODA LA SOCIEDAD A OBEDECERLO Y CRIMINALIZANDO A QUIENES NO ESTAN DE ACUERDO. Bonita democracia socialista.

El mejor y más explícito avance práctico del concepto “democrático” de esos liberales de izquierda es la censura. Censura del pensamiento y la palabra con el “políticamente correcto” que es una mordaza autoimpuesta por inducción social. Censura de la expresión pública en Twitter, You Tube y Facebook, que borra todo aquello que no es del agrado de los censores, que no coincide con sus “verdades” o perjudica a sus escogidos. Imaginen lo que sería si se apoderan del poder “democrático”.

El socialismo “democrático” no es otra cosa que un chupete propagandístico para incautos e ignorantes de lo que significa “socialismo” como sociedad que impone dogmas, reglas y conductas sobre la población, disfrazadas con bellas palabras, con conceptos grandilocuentes sobre los derechos de los “menos favorecidos” y con similares remedios de uso general, iguales a los ungüentos “maravillosos” que vendedores de feria vociferaban en el siglo XIX. Ambos son cosas de ese siglo XIX: los ungüentos de feria maravillosos y el socialismo.

El socialismo “democrático” es una modernización de la misma porquería del siglo XIX, solo que los modernos intelectuales liberales de izquierda sienten vergüenza y tapan el desnudo con el “democrático”. Y para acabar de mentir descaradamente, como nos tienen acostumbrados, pues dicen con la mejor caradura posible que los países nórdicos son socialistas democráticos. El mejor “chequeo de la verdad” como se dice por los censores de You Tube, Facebook y Twitter es éste: chequeen las Constituciones de esos países.

Parte inseparable de ese sancocho sociopolítico democ-rata es su filosofía para relacionarse con los enemigos, cuando de relaciones internacionales se trata. Cuando se trata de cosas nacionales, los enemigos somos nosotros, los que creemos en la Libertad, a los cuáles se nos aplica la intimidación, el acoso y la agresión. Para eso están las brigadas de respuesta rápida estilo cubano: los antifa y los colectivos estilo chavista de BLM. Pero cuando se trata de relaciones internacionales con otros estados, de países “contrarios”, tienen una filosofía liberal, estúpida y suicida, que cree que los comunistas son malos porque son pobres y que, si se vuelven ricos, pues dejarán de ser comunistas. O sea, si tu alimentas todos los días a un cocodrilo, y le dejas libre, no intentará comerse a otro ser humano…

En el caso chino, esa “filosofía” los hizo, desde Deng Xiao Ping, albergar la esperanza tonta que si les ayudábamos a ser ricos y poderosos pues iban a ser leales amigos. La mismísima estupidez de los Obamistas con Cuba. Eso se debe a la rampante ignorancia de lo que significa la ideología comunista, basada en liquidar a los demás y ser únicamente ellos los poderosos como forma eterna de permanecer en el poder por la fuerza, donde el hambre y la pobreza son herramientas de opresión para quedarse en el poder. ¿O quizás hay otra cosa escondida…cómo se puede ser un ilustre intelectual de izquierda y no ver lo que tus ojos te enseñan?

Lamentablemente esas “verdades intelectualoides” es lo que inducen a pensar en los estudiantes y los futuros profesionales que serán el gobierno del mañana. A su vez, los comunistas infiltrados apoyan esa estupidez hasta el límite, ¿pues…Qué mejor ciego que quien no quiere ver? ¿Qué mejor enemigo que quien no quiere pelear? ¿Qué mejor guardián del capitalismo que quién vive cultivando la amistad y los negocios con sus enemigos?