Por Esteban Fernández

 

Si se descubre toda la verdad de estas amañadas elecciones brincos de alegría daré, de lo contrario me sentiría apesadumbrado PERO NO VENCIDO y mi tristeza sería no por mi, sino POR LOS ESTADOS UNIDOS porque yo he visto a dos pueblos suicidarse: el cubano el primero de enero de 1959, y el norteamericano este 3 de noviembre de 2020.

Estoy tranquilo porque donde mejor yo me he sentido durante toda la vida ha sido siendo un sincero oposicionista.

Y ya estoy totalmente listo para "barrer el piso” con Biden. Me sonreiré, dentro de mi pena, pensando el gusto que me daré criticándolo porque yo no soy como los americanos que felicitan cuando pierden.

Nací y me crie dentro de un hogar absolutamente Priísta, todo era alegría y bienestar económico. Pero en realidad yo no me sentía gubernamental porque había muchas cosas de Carlos Prío Socarrás con las que no estaba de acuerdo y las criticaba abiertamente. Y, desde luego, ya criticaba abiertamente a Eddy René Chibás no queriendo llegara al poder por demagogo.

Mi oposición a Batista fue muy leve e inactiva, pero lo criticaba, no me consideraba simpatizante con “el hombre”, aunque desde 1953, cuando Castro atacó al Moncada, ya mi padre comenzó a inculcarme un odio ancestral contra él...

¡El primero de enero del año 59 fue simplemente el inicio de la gran oposición de mi vida, y esa oposición ha durado 62 años y se convertiría en odio y en obsesión eterna!

Y aquí en los Estados Unidos tuve “una pequeña luna de miel” con John F. Kennedy, pero después de su traición en Girón surge mi oposición y mi antipatía por el clan Kennedy sólo es superada por mis años en contra del clan de los Castro.

Fui radical oposicionista a Barack Obama, y ya ustedes saben que le tengo enfilado los cañones a Joe Biden.

EN REALIDAD durante toda mi vida SOLO HE SIDO UN FERVIENTE PRO GUBERNAMENTAL CON DONALD J. TRUMP, y por el resto de mi vida diré ¡Viva Donald Trump!

En un final, si ganamos vamos a celebrar y si perdemos voy a pasarme cuatro años echándoles con el rayo al decrepito y a la Ta’mala.