Por Esteban Fernández Roig Jr.

 

Y se los juro, nadie me lo contó, los vi con mis propios ojos: Lilia Lazo se convirtió en Popa, Luis Echegoyen en Mamacusa, Tito Hernández en “Prematura”, Manela Bustamante en Cachucha y Violeta Vergara en Pelusa.

En “Aquí todos hacen de todo” veo a un  hombre llamado Germán Pinelli gritando: “Sube Pelayo sube”, otro prevenía: “La soga, Mingoyo, la soga”…

De pronto escucho a Pacho Alonso cantando:”¡Qué me digan feo” mientras en Jueves de Partagás un Mexicano llamado Pedro Vargas decía: “Muy agradecido, muy agradecido”…

Prendo el televisorsito y Abelardo Barroso estaba  anunciando que: “Ya llegó el guajiro de Cunagua y se va El Panquelero”… Y apagué el vetusto Zenith.

Mi hermano Carlos lo enciende y me llama : “Ven,  Estebita, que Enrique Santiesteban está enamorando a las damas con su: “Bebé de mi copa pequeña” y Consuelito Vidal dice que : “Tengan fe que todo llega”…

Mi padre se está riendo porque Dulce Velasco decía: “Un success un verdadero success” y dice que Romualdo Pinzón le  preguntaba: “¿Quieres que te haga un cake?”

Enciendo la tele y veo que dentro de una guagua Pototo y Filomeno anunciaban que: “Ahorita va a llover”,  Chan Li Po aconsejaba: “Paciencia mucha paciencia”… Y el miércoles Guillermo Álvarez Guedes se emborrachaba en El Cabaret Regalías.

Se rompió la manigueta de tanto “enciende y apaga” el televisor, vino mi primo Justo Quintero, lo compuso y lo primero que vi fue al chivato Ñico Rutina diciendo :“Pita camión, anota Flora”. Y  sorprendido observé a Jesús Alvariño convertirse  en “Pedro el polaco”… Estaba  detrás de la barra de la Taberna sirviendo a  Salmoyedo y Balance. Biondi preguntaba: “¿Dónde me pongo?” Y Nananina decía: “Aquí como todos los días”…

Tremenda alegría me dio ver a Ignacio Piñeiro popularizando  con su Sexteto Nacional a la butifarras de El Congo cantando: “Échale salsita”..

Chicharito dijo que: “Esto da’aco” y Sopeira respondió: “Toca la gaita Julián”… vi Gaspar Pumarejo convirtiéndo a amas de casa en

“Reinas por un día”… Estaba muy feliz viendo como  “Vitola” se defendía sola. Hasta que un HP  dijo: “¿Voy bien Camilo?” Y colorín colorado este cuento se ha acabado…