Por Esteban Fernández Roig

 

Mi prima Silvia de la Torre vivía en Luyanó.  Yo siempre la llamé “Pipita”. Ella  estaba casada con “Papo” Couto…Mi madre me llevaba a verla y me dejaba allá porque yo quería mucho a Silvia y me encantaba Luyanó; recuerdo que vivían en la calle Juan Alonso …

Un día Silvia nos llevó a su hijo -mi primo “Mandy”-  y a mi a participar en el programa de televisión del viejito ChiChí. Todo iba súper bien,  hasta nos pusieron a cantar:  “🎵 Seis letras forman Chichi. 🎶Lo repiten por ahí, c-h-i-c-h-i 🎶”

De pronto José Sanabria (así se llamaba “Chichí”) nos fue  preguntándole a todos los niños nuestros nombres. Yo di el mío y cuando le tocó responder a mi primo “Mandy” este dijo: “Yo me llamo Armando Couto”… ¡Pa’que fue aquello! Chichí todavía sonriente, pero muy sorprendido preguntó: “¿Eres pariente de Armando Couto?”

Y mi primo inocentemente respondió: “Sí, yo soy hijo de Armando Couto”…

Hubo una leve conmoción en la producción del programa, los televidentes apenas notaron nada, solo un pariente del autor de “Los Tres Villalobos” dicen que llamó desmintiendo a mi primo que solo tenía ocho o nueve años.

Su esposa, Rosa Álvarez, no llamó y parece que ni por enterada se dio. Mi prima Silvia pudo aclarar las cosas y le dijo a Sanabria:  “Por favor, el niño no es ningún mentiroso, él se llama Armando Couto, y su papá, también se llama así y es Carrero de la cerveza Hatuey con sede en el Cotorro”…

Sin embargo ya de  grandes utilicé el insignificante incidente para bonchar a mi primo y le decía: “Contra, chico, por poco logras el divorcio de Armando Couto, el escándalo público, que lo echaran de “CMQ- radio” y se acabara la serie de Los Tres Villalobos”… Él con pena se reía.