Por  Esteban Fernández Roig

 

Leí que “Chicharito” nace el 7 de agosto de 1909 en La Habana, hijo del actor Alberto Garrido y de Chelín Beltrán. Debuta como actor en 1928 en el teatro Luna Park con la puesta en escena de la obra ¡Oh, mister Garri!, escrita para él por Mario Sorondo.

Hoy en día con el detestable “políticamente correcto” no hubiera podido hacer su genial personaje de “Chicharito” porque se pintaba la cara de negro. Allá, en mi tierra, en mi patria, en mi entorno, donde vivíamos sin complejos, Chicharito” nos resultaba tremendamente cómico.

Tanto es así que yo lo imitaba. Él para manifestar que algo le daba repugnancia decía: “Esto me da’aco”. Mi madre tuvo que suspender hacer quimbombó porque yo le decía: “Mamá, esto me da aco”…Era tan simpático que hasta los Almendaristas le perdonábamos que nos hiciera todo tipo de burlas cuando ganaba el club Habana.

En realidad mi generación vino a conocerlo y hacerlo unos de nuestros artistas favoritos cuando hace pareja con  -Federico Piñeiro-  el gallego “Sopeira”, vaya, los llamados “Ases de la risa”, triunfadores en la radio y más tarde en la televisión.

Y lo cierto es que yo que era un muchacho inexperto cuando lo veía. Por lo tanto, dejó  que sea Enrique Núñez Rodríguez quien dijera que: “El  más completo de todos nuestros comediantes, a mi juicio, fue Alberto Garrido, “Chicharito”.

Solo dos cubanos en toda nuestra historia artística lograron apartarse constantemente de los libretos y guiones haciendo que sus compañeros de escena se orinaran de la risa ya que las  improvisaciones o morcillas de Alberto Garrido y Leopoldo Fernández fueron legendarias.

Cómo es natural cuando llegó el HP y mando a parar hasta la risa y la alegría en nuestra Patria el gran Alberto tomó el camino del destierro junto a miles de sus compañeros del gremio artístico. Y el 28 de octubre de 1963 falleció en Miami esa gloria de Cuba. Todos los que lo vimos y escuchamos derramamos unas lágrimas…