Esteban Fernández Roig Jr.

 

¿Quien fue el hombre más simpático, gracioso, cómico que ha dado Cuba? Vaya, el único que de solo verlo nos orinábamos de la risa…

Y que solo tenía que decir estas   palabras mágicas: “¡COSA MÁS GRANDE LA VIDA, MUCHACHO!” para que hasta el más serio y retraído de los cubanos suelte una sonora carcajada.

Ese regalo que Dios le dio a Cuba solo tiene un nombre, un solo hombre, bajito, chiquito, con un bigotico y un sombrerito llamado: LEOPOLDO AUGUSTO FERNÁNDEZ SALGADO conocido como “Pototo” y más aún como JOSÉ CANDELARIO TRESPATINES y al decir ese nombre artístico todo cubano tiene la tentación de gritar: “¡A la reja!”…

Fue tan grande que nosotros los güineros siempre hemos querido

adjudicarnoslo  a pesar de haber nacido en el bello pueblo de Jagüey Grande en Matanzas el 26 de Diciembre de 1904.

Solo lo ví de lejos en el teatro habanero y en persona tuve el gusto de conocerlo durante una obra de teatro del gran Efrén Besanilla Vargas y Marie Curí en California … Lo saludé y estreché su mano.

Nos  dijo orgulloso: “Muchachos, yo me pasé toda mi juventud en Güines, fíjense que un día sonó un tiro en el parque y yo salí corriendo, cuando llegué al Colegio Americano ya yo había pasado a la bala” y todos nos reímos a mandíbula batiente.

Sin lugar a dudas, fue junto a Celia Cruz,   los dos exclusivos  ídolos artísticos que he tenido en mi vida.

Y en estos días lluviosos de Miami cada vez que veo el cielo encapotado  se me escapa lanzar al aire, sin que nadie me escuche, el estribillo de “AHORITA VA A LLOVER”:

🎶 “¡Ay que  calor! Parece que va a llover... Vayan trayendo las herramientas pa' cá! Cuando la lluvia termine de caer... Los albañiles vuelven a pegar!”🎶