Por Esteban Fernández Roig Jr.

 

Les hablé de “El gordo y la flaca” quienes gracias al arrollador ATREVIMIENTO y la palanca del “tío Emilio” han ganado millones de dólares…

Y hoy quiero añadir que el TALENTO es muy importante para llegar a obtener lo que uno desea, pero no se puede desechar por completo: EL ATREVIMIENTO.

El atrevido llega o se estrella. Hay gente tan desenvuelta y caradura que nos obligan a hacernos constantemente la pregunta: “¿Cómo fue que llegó a alcanzar fama y fortuna personal? Y no encontramos una respuesta adecuada...

Hubo una época en que yo veía el show de Cristina Saralegui y no pasaba un solo programa sin que no me preguntara : “Esta señora ni baila, ni canta, ni recita, ni declama, ni está bonita, ni tiene una bella figura, ni es simpática”.

Entonces ¿Qué tenía Cristina? Una enorme  acometividad, y eso la catapultó a realizar faenas para las cuales no tenía  ni un ápice de habilidad ni conocimientos.

El gordiflón Don Francisco no es un hombre bien parecido, ni dotado de conocimientos, ni voz de tenor, ni bailarín consumado.

No, nada de eso, simplemente era un tipo atrevido y descarado en tierra chilena,  lleno de resolución y un saco enorme de audacia supo colarse -a través de Rolandito Barral-  en un programa  miamense donde a todas luces no estaba capacitado para realizarlo, pero suplía eso con una osadía y pujonería que rayaban en monumental falta de respeto a todo el que se sentó frente al televisor a verlo. Verlo remedando a un cubano chusma  y gangoso era insoportable.

Si ustedes me pidieran otras palabras para describir a  este pujón llamado Mario Luis Kreutzberger Blumenfeld les diria: Burlón, jamonero profesional, rescabucheador y falta de respeto con las damas.

Y ¿saben cuando le hice la cruz a Cristina?: Cuando la vi poniéndole un condón a un pepino.

En lo que a mi  respecta le recomiendo  a mis nietos precaución…. Vaya, que  el atrevimiento sea leve y se  aferren  en la búsqueda de los talentos que Dios y la perseverancia les den.

Porque lo cierto es que he puesto ejemplos de gente que su intrepidez los llevó a cumplir el objetivo deseado, pero puedo contarles cientos de casos donde los osados se han escachado rotundamente en el intento.