Por Esteban Fernández

 

Solamente usted tiene que entablar una conversación con alguien que no sea cubano (y hasta con algunos cubanos también) e iniciar una crítica a la tiranía castrista ...Y rápidamente nos responden: “¡Ah, sí, pero antes de Castro allí había mucha prostitución!” Y yo me quedo frío porque ¿los que así se expresan no han visitado Las Vegas donde podemos encontrar miles de rameras ?

Entonces ¿También merece esta gran nación norteamericana una tiranía sangrienta porque aquí hay prostitutas? ¿Y, con Castro, no hay en Cuba jineteras? Y de pronto nos dicen: “Pero, en Cuba, antes de Castro, había políticos corruptos” y yo pregunto: “¿Qué diablos es Bill Clinton?”

Cuba tuvo 14 Presidentes en 50 años pero tal parece que “el único gobernante de la Cuba antes del fidelato fue Fulgencio Batista”.

Y enseguida que uno critica al castrismo, o demuestra cariño por la Cuba antes de Fidel y Raúl, sale un comebola a decir: “¡Oh, pero allí estaba Batista, y Batista también era malo!” ¿Eso quiere decir que República Dominicana se merece 60 años de tiranía porque allí “hubo un Trujillo”? o ¿Nicaragua se merece lo mismo por haber tenido un Somoza?

Que unos tontos extranjeros se expresen así es comprensible, lo increíble es que parte del pueblo cubano, viviendo dentro de las entrañas del monstruo, maniatados, esclavizados, chivateados, dice: “¡Nosotros no queremos volver a los oprobios del pasado!” Cada vez que yo escucho eso pienso: “¡No fastidien, si hasta el infierno de Dante es mejor que la basura de castrismo en que ustedes viven allí!” Otros dicen: “Pero, en Cuba, en los Casinos de La Habana, habían gángsteres americanos?”

Y ¿quienes mandan en los Casinos de Las Vegas, los Boy Scouts?” Nos dicen que “Allí había pobreza antes de Castro”. Y ¿qué hay ahora? Y ¿no han visitado algunos barrios de desamparados en Tijuana, en Cali, y aquí mismo en el South Central L.A.? Entonces ¿merece México, Colombia, los países latinoamericanos y los propios Estados Unidos una dictadura porque parte de la población vive en la pobreza?”

Y nos dicen: “Pero, en Cuba se discriminaba a los negros!” Por favor, si en esa época remota (que yo no conocí ni vi) que ellos dicen “se discriminaba a los negros en Cuba” aquí en los Estados Unidos no los dejaban ni montar en las guaguas, no podían votar en las elecciones y no los dejaban tomar agua en los bebederos de los blancos. Si Cuba merecía a Fidel Castro porque los negros no podían entrar a bailar en “El Casino Español” de La Habana, entonces los Estados Unidos merecen a Hitler.

Sí, claro que sí, y nadie lo discute, que en Cuba, antes de Castro, se cometían errores, y habían prostitutas, y habían políticos ladrones, y Batista nunca debió haber dado el Golpe de Estado, y algunos pandilleros americanos visitaron La Habana y quizás tenían acciones en algunos Hoteles y Casinos de La Habana, PERO ESO PASA EN TODAS PARTES y nada de eso JUSTIFICA a Fidel Castro. La verdad es una: Con todos esos fallos y defectos CUBA ERA UN PARAÍSO y eso producía, y sigue produciendo, envidias.

La envidia de muchos países latinoamericanos, la envidia de algunos cubanos dentro del estercolero castrista, y hasta la envidia de muchos norteamericanos. Sobre todo cuando van a buscar trabajo a un Banco en Miami y se enteran que el Presidente se llama Pepe Pérez y nació en ¡LA CUBA DE AYER!