Por Mamela Fiallo Flor

PANAMPOST

 

Se recuperaron diez documentos en la oficina privada del presidente Joe Biden en el grupo de expertos en noviembre que datan de 2013 a 2016 y se cree que se originaron en sus días como vicepresidente. Los documentos clasificados trataban temas como Irán, Ucrania y el Reino Unido.

Nadie está por encima de la ley, ni siquiera el presidente de Estados Unidos. Ese es el mensaje que ha transmitido el Departamento de Justicia. Forma parte de un equipo que incluye al Fiscal Federal para investigar documentos clasificados de Joe Biden.

Aunque los documentos fueron hallados hace dos meses, recién salieron a la luz. La demora resulta sospechosa en cuanto el hallazgo sucedió en vísperas de las elecciones de medio término. Pero fue silenciado. Probablemente para no comprometer a Biden y su partido. Fueron hallados nada menos que el 2 de noviembre. Si bien su contenido aun es un misterio, por el momento, se sabe que no tienen archivos nucleares.

Los propios abogados de Biden descubrieron los documentos clasificados. Anunciaron que corresponden a su periodo como vicepresidente de Barack Obama. Así lo anunció Richard Sauber, abogado especial del presidente.

“Los documentos no fueron objeto de ninguna solicitud o consulta previa por parte de los Archivos. Los abogados personales del presidente han cooperado con los Archivos y el Departamento de Justicia en un proceso para garantizar que cualquier registro de la Administración Obama-Biden esté debidamente en la posesión de los Archivos”, agregó.

Para garantizar la transparencia del caso, el fiscal a cargo del caso no será uno apuntado por Biden ni su partido. El Fiscal General Merrick Garland asignó al Fiscal Federal para el Distrito Norte de Illinois, John Lausch. Lausch fue nominado para ser fiscal federal por el expresidente Donald Trump. Es uno de los dos únicos fiscales de la era Trump que siguen con sus cargos. El otro fiscal a cargo tampoco es beneficioso para Biden. Es el fiscal federal de Delaware, David Weiss, quien dirige una investigación sobre el hijo del presidente, Hunter Biden.

El fiscal a cargo deberá investigar cómo el material marcado como clasificado, , que consiste de 10 documentos, terminó en el Penn Biden Center. Queda a apenas un 1,6 kilómetros de la casa Blanca. Este tanque de pensamiento (think tank) está afiliado a la Universidad de Pensilvania y lleva el nombre del presidente de turno.

De acuerdo a la información disponible, el FBI también está involucrado en la investigación del fiscal federal. El Fiscal Federal no no descarta la posibilidad de nombrar un abogado especial.

¿HABRÁ UN «MAR-A-LAGO» CONTRA BIDEN?

Bajo la administración de Biden se investigó por primera vez en la historia a un expresidente y ahora un presidente en curso. La casa de Donald Trump en Mar-a-Lago Florida fue redada con el fin de investigar documentos clasificados, como sucede ahora con Biden. Con la diferencia que no es su domicilio ni hubo una redada, pero el precedente ya está dado.

No obstante, la forma en la que los medios masivos han proyectado el accionar contra cada mandatario dista leguas. Frente a esta dicotomía el comentarista Dinesh D’Souza cuestiona: «En una oración, ¿alguien puede explicar por qué la retención de documentos clasificados por parte de Trump constituye un delito grave, incluso un acto de traición absoluta, que debería impedirle para siempre ocupar un cargo público, mientras que la retención de documentos clasificados por parte de Biden es benigna y sin consecuencias?».

Para muchos, la investigación contra el exmandatario convirtió a EEUU en una «república bananera» en cuanto al carácter persecutorio contra Trump. Para otros fue ejemplar en cuanto a la igualdad ante la ley. Ahora que un Fiscal Federal investiga los documentos de Biden probará un poco de su propia medicina. Dejó el precedente. Ahora le toca a él.

https://panampost.com/mamela-fiallo/2023/01/10/oficina-de-biden-donde-habia-documentos-clasificados-sobre-iran-y-ucrania-tendria-nexos-con-china/