Dr. Oscar Elías Biscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
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Analicemos algunas conclusiones de la Sección 2 que después de 36 años aún están vigentes en Cuba.
Hay leyes que pierden toda su nobleza, toda su justicia, toda la esencia práctica de sí misma, autodestruyendo su espíritu. Leyes que se interpretan con la malévola intención de ejecutarse a media o nunca cumplirse. Esta exposición impracticable de la ley estimula a los forajidos a seguir cometiendo delitos. Estos procedimientos de poca ética legislativa se observan con claridad en el carácter tortuoso de los administrativos ejecutores y veladores de la ley, en especial, con la Ley para la Libertad y Democracia con Cuba, 1996.
La Ley para la Libertad y Democracia con Cuba o Ley Libertad (de Jesse Helms-Dan Burton) fue un esfuerzo bipartidista, aprobado por el Congreso estadounidense, Senado y la Cámara de Representantes, y rubricada por el Presidente de Estados Unidos de América (EEUU). Esta por su espíritu legislativo expone la realidad en que viven los cubanos y los objetivos de como apoyar a la liberación de ese pueblo, era casi perfecta; pero su incumplimiento nos lleva a comprender que lo “Inacabado no es nada”.
Analicemos algunas conclusiones de la Sección 2 que después de 36 años aún están vigentes en Cuba:
1-B) treinta y seis años de tiranía comunista y mala administración económica por parte del Gobierno de Castro [también bajo el control de Raúl Castro (2008-2018) y desde el 2019 hasta hoy, Miguel Díaz-Canel].
13) El Gobierno de Cuba participa en el tráfico ilícito de estupefacientes a nivel internacional y da refugio a prófugos de la justicia de los Estados Unidos.
15) El Gobierno de Castro ha utilizado desde su inicio, y continúa utilizando, la tortura en diversas formas (incluida la tortura psicológica), la ejecución, el exilio, la confiscación, el encarcelamiento por razones políticas y otras formas de terror y represión, como medios para retener el poder [muchos de los prisioneros políticos del 11J han puesto en evidencias las torturas y tratos crueles en las cárceles cubanas].
17) El Gobierno de Castro mantiene como rehenes en Cuba a cubanos inocentes, no por alguna culpa de los rehenes, sino sólo porque familiares suyos han escapado del país.
19) El Gobierno de Castro continúa utilizando el chantaje, como la crisis de inmigración con la que amenazó a los Estados Unidos en el verano de 1994, y otras conductas inaceptables e ilegales para influir en los actos de los Estados soberanos del hemisferio occidental en violación de la Carta de la Organización de Estados Americanos, de otros acuerdos internacionales y del derecho internacional.
El pueblo cubano merece una ayuda decisiva para que pueda poner fin a la tiranía que lo ha oprimido durante 36 años [63] y seguir demorando esa ayuda constituye una conducta éticamente impropia de la comunidad internacional.
Durante los últimos 36 años [63], el Gobierno de Cuba ha planteado y continúa planteando una amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos.
El 11 de julio de 2021 (11J) el pueblo cubano manifestó públicamente su descontento con el régimen tiránico imperante en el país. Estas marcaron el heroísmo de un pueblo que se lanzó a las calles y las plazas públicas exigiendo libertad y bienestar, que les han sido negadas durante seis décadas por Fidel Castro, su hermano Raúl, y sus secuaces del Partido Comunista (PCC).
La bien engrasada maquinaria asesina del terror de estado dirigida por el PCC y su jefe Miguel Díaz-Canel, quien con su orden de combate asesinaron a un manifestante y causaron varios heridos de balas, no pudieron impedir las manifestaciones pacíficas del pueblo y aunque hoy no están en la vía pública, sí existen muchos criterios de descontento y condena contra la tiranía comunista en las redes de Internet.
La inmerecida buena voluntad de la administración estadounidense, con la flexibilización y acercamiento a la dictadura de Castro Díaz-Canel, es un fracaso heredado de la administración de Obama; pues todas las conclusiones de la Sección 2 de la Ley Libertad están vigentes y en incrementos por el régimen del mediocre títere continuista Miguel Díaz-Canel.
Cuba comunista sigue siendo una amenaza a la seguridad nacional de los EEUU. En los últimos años el tráfico de drogas se ha incrementado del Caribe a los EEUU. La actual jefa del Comando Sur, la general Laura Richardson (2021) y el almirante Craig Faller, 2018-2021, en audiencias en los Comités del Congreso estadounidense hablaron de la complicidad de Cuba en asociaciones ilícitas por organizaciones criminales trasnacionales contra los EEUU, que el almirante Faller describió como tráfico de drogas.
Una de los opiáceos de más circulación y consumo en los EEUU es el fentanilo. Esta ha causado una crisis de salud y humanitaria en la sociedad norteña, donde las muertes por drogadicción alcanzan cifras récords en las estadísticas de salud. En el año 2021 perdieron sus vidas por sobredosis de drogas 108.000 estadounidenses, uno cada cinco minutos, reporte de los Centros para el Control y la prevención de Enfermedades de EEUU (CDC).
El régimen castrocomunista se convirtió en un país paria, por ser un narco estado. Este es irreformable e insalvable; les diré como una anciana disgustada por las graves vicisitudes del fracaso socialista en la Isla: “Esto es la muerte en bicicleta”. También esta atribulada mujer no recibe remesas, como un porciento elevado de la población. Las autoridades estadounidenses permitieron el envío de remesas en números ilimitados, dándose la oportunidad de lavado de dinero por el régimen castrista.
Es hora que las personas de buena voluntad, los amantes de la libertad y gobiernos democráticos apoyen al pueblo cubano para acelerar el cambio hacia la libertad y democracia en Cuba. Los EEUU debería ser el primero en solidaridad, por ser nuestro vecino más cercano y tener una historia compartida de profunda amistad y de luchas por los idearios de libertad junto con el pueblo cubano, más sus compromisos contraídos en la Ley Libertad, en especial en la conclusión 27:
“El pueblo cubano merece una ayuda decisiva para que pueda poner fin a la tiranía que lo ha oprimido durante 36 años [63] y seguir demorando esa ayuda constituye una conducta éticamente impropia de la comunidad internacional”. Asimismo, la falta de dignidad de las autoridades gubernamentales castristas por aplastar la libertad del pueblo cubano.
El Dr. Oscar Elias Biscet es un líder de derechos humanos, ex preso de conciencia durante 12 años y ganador de la Medalla Presidencial de la Libertad. Vive en La Habana, Cuba, y puede ser contactado a través de su teléfono 011-537-699-1774. y de su sitio web: www.OscarBiscet.com.
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