Angélica Mora.

Nueva York

 

Si al gobierno de Cuba no le importara Radio Martí, ¿por qué envió a uno de sus mejores hombres como espía a la emisora?

Conocí de primera mano esas tácticas, en mi desempeño como periodista en esa estación. Allí, tuvimos un original infiltrado enviado por la dictadura cubana, cuyo nombre de batalla era "Agente Orión". Por supuesto que se presentó con otro nombre, José Rafael Fernández Brenes, cuando llegó a la emisora en el año 1998 a "visitarnos".

Fernández Brenes, según nos dijo, era un ex empleado de la televisión cubana y había desertado en 1988 durante un viaje al extranjero. Poco tiempo después fue subcontratado como productor en el proyecto de TV Martí, primero en Washinton y más tarde en Miami, donde fue trasladada la emisora.

El espía regresó a Cuba el 12 de junio de 1991, donde fue presentado y condecorado por un triunfante Fidel Castro como el Agente Orión, quien durante tres años estuvo infiltrado en TV Martí. Durante su entrevista en la televisión cubana, Fernández Brenes dijo ser un veterano agente de la contrainteligencia al servicio del gobierno de La Habana, para la cual trabajaba desde hacía 15 años.

Su misión era penetrar TV Martí y brindar información que posibilitara a las autoridades cubanas interferir esa señal televisiva desde que salió al aire a principios de 1990. "El espía que llegó del calor" nunca me inspiró confianza y su zalamería me resultaba tan falsa como su perenne sonrisa de conquistador.

Me molestaba su insistencia en saber sobre mi trabajo, especialmente con quien tenía contacto en Cuba para las informaciones de la disidencia que me proporcionaban a diario. Recuerdo que en una ocasión lo vi en mi oficina viendo mi escritorio con mis carpetas donde yo guardaba las listas con los nombres y teléfonos de mis contactos en la Isla.

Trató de disimular, pero como a mí el sujeto no me gustaba le pedí que por favor saliera del lugar porque necesitaba trabajar. No me volvió a dirigir la palabra y se fue con su zalamería a otra parte