Diario de Cuba

Redacción

 

'Si antes del comienzo de la 'operación especial' tenían, digamos, 500 tanques, ahora tienen 5.000. Resulta que militarizamos Ucrania, y de qué manera', reconoce.

El jefe de la compañía de mercenarios Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, admitió el fracaso de la campaña militar de Rusia en Ucrania, al constatar que no se ha cumplido ninguno de sus objetivos.

En un entrevista publicada en su canal de Telegram, Prigozhin aseguró que la denominada por Moscú "operación militar especial" se lanzó con el objetivo "desnazificar", pero "convertimos a Ucrania en una nación conocida en todo el mundo. Son (los ucranianos) como los griegos y los romanos de los tiempos del florecimiento".

El jefe de la compañía de mercenarios Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, admitió el fracaso de la campaña militar de Rusia en Ucrania, al constatar que no se ha cumplido ninguno de sus objetivos.

En un entrevista publicada en su canal de Telegram, Prigozhin aseguró que la denominada por Moscú "operación militar especial" se lanzó con el objetivo "desnazificar", pero "convertimos a Ucrania en una nación conocida en todo el mundo. Son (los ucranianos) como los griegos y los romanos de los tiempos del florecimiento".

La desmilitarización de Ucrania, la otra misión planteada por Vladimir Putin, también ha fracasado, según Prigozhin, citado por EFE.

"Si antes del comienzo de la 'operación especial' ellos (los ucranianos) tenían, digamos, 500 tanques, ahora tienen 5.000. Si entonces sabían combatir 20.000 efectivos, ahora son 400.000. ¿Así la desmilitarizamos? Ahora resulta que nosotros militarizamos Ucrania, y de qué manera", resumió.

Para el líder de Grupo Wagner, sus mercenarios conforman "el mejor ejército del mundo" y añadió que, "para ser correcto, debiera decir que el segundo es el ruso".

No obstante, tuvo que alabar a las tropas ucranianas, al asegurar que son "uno de los ejércitos más fuertes" y que maneja con éxito cualquier sistema de armamento, ya sea de origen soviético o de la OTAN.

Además, comparó la motivación de los soldados ucranianos con la de los soviéticos durante la guerra contra la Alemania nazi. "Hacen todo en aras del logro del objetivo supremo, como nosotros durante la Gran Guerra Patria", admitió.

Prigozhin arremetió también contra los hijos de la élite del país por la vida de lujo que exhiben en las redes sociales, cuando "a la gente de a pie les devuelven sus hijos en ataúdes de zinc, despedazados".

El jefe de los Wagner, quien estuvo 20 años en prisión por fraude, antes de convertirse en hombre de confianza de Putin y en un empresario millonario, advirtió que "no hay que pensar que son cientos, ahora son decenas de miles de familiares de muertos. Y seguramente serán cientos de miles". Alertó que ello "puede terminar como en 1917, en una revolución".

La declaración de Prigozhin, que se encuentra liderando el frente de Bajmut, se produjo tras la incursión transfronteriza en la región de Bélgorod ocurrida entre el lunes y el martes últimos, que fue reivindicada por el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad de Rusia.

Los detalles de la incursión en la región de Belgorod, lejos de las líneas del frente, no están claros. Las versiones de Rusia y de Ucrania difieren, es imposible conciliarlas, así como decir con certeza quién estaba detrás del ataque o determinar sus objetivos, resumió AP.

El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, advirtió que "reaccionaremos con celeridad y con suma dureza" ante futuras incursiones fronterizas como la de Bélgorod.

Horas antes, Dmitri Peskov, el portavoz de Vladimir Putin, avisó de que "Rusia logrará todos sus objetivos en la antigua república soviética, ya sea a través de su operación militar especial o a través de otros medios a su alcance".

La incursión de unidades rebeldes rusas bajo bandera ucraniana en territorio de la Federación Rusa dio un bandazo al conflicto, rompió meses de inercia en la línea del frente y despertó el fantasma de la guerra civil en la propia Rusia.

La magnitud de la incursión, con decenas de soldados, vehículos blindados e incluso un carro de combate, que va mucho más allá de otras operaciones terrestres puntuales y de los sabotajes lanzados en los últimos meses contra depósitos de combustible e instalaciones militares en Bélgorod, Briansk y otras regiones rusas, muestra lo que podría ocurrir en el futuro.

El ataque podría ser el preámbulo de operaciones militares de mayor envergadura que cumplan el sueño de Volodimir Zelenski de llevar la guerra al corazón de Rusia. También podría apuntar a una operación destinada a crear confusión y desviar la atención del Ejército ruso, de cara a la esperada contraofensiva a gran escala que el Ejército ucraniano podría lanzar en cualquier momento.

El ataque mostró que la frontera rusa no es inviolable, que podría abrirse un frente bélico dentro del territorio ruso y, sobre todo, que hay unidades paramilitares integradas por disidentes dispuestos a impulsar una revuelta interna en Rusia.

Desde que el 24 de febrero de 2022 comenzara la invasión rusa de Ucrania, cientos de miles de rusos han abandonado su país. Muchos de ellos huían de las levas lanzadas por el Kremlin para reclutar 300.000 soldados destinados a Ucrania, pero otros dejaron el país bajo la bandera de la disidencia. Esa disidencia podría nutrir las filas de un movimiento que sobrepasara los medios pacíficos.

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