Por Jorge Enrique Rodríguez

Diario de Cuba

 

¿Cómo leen las señales del Gobierno? DIARIO DE CUBA recoge opiniones en La Habana.

Desaliento, abandono y temor ante la ascendente inseguridad ciudadana que azota a la Isla son las tres expresiones más recurrentes de cara a 2024 entre habaneros consultados por DIARIO DE CUBA durante un recorrido por aquellas barriadas que el régimen no muestra ni menciona en sus reportajes oficiales.

En sus pronósticos para el nuevo año, los habaneros no albergan dudas de que será peor. No hay asomo alguno de mejoras en la vida de una población marcada durante seis décadas "por el sacrificio en vano, por las promesas incumplidas, por las constantes migraciones que socavan la sacralidad de la familia y por el deterioro progresivo de ese conjunto de utopías que ellos llaman Revolución".

Para Alejandra Vidal, vecina del consejo popular Casablanca y exprofesora Biología, se trata de "una imagen que contrasta con el discurso manido que la dirigencia del país se empeña en sostener a costa de la vida misma, con su dignidad incluida".

"En el balance de logros y fracasos, la Revolución cubana no ha sido otra cosa que la reiteración de un capricho y la constante construcción de un enemigo al asedio. La moneda de cambio para sostenerse ha sido precisamente el quiebre de las esperanzas o añoranzas de ese capital humano, obligado a depender de ilegalidades en vez de su salario. La prostitución no es solo aquella que se circunscribe a la monetización del acto sexual. Si leemos los recientes discursos de [Miguel] Díaz-Canel no será difícil concluir que la Revolución seguirá siendo, de ahí la 'continuidad', una simplista apología de la pobreza", dice Vidal, en alusión a las intervenciones del mandatario cubano durante el Pleno del Comité Central del Partido Comunista (PCC).

"Ya lo hemos dicho: nada, absolutamente nada de lo que hacemos es para afectar al pueblo. Nuestra principal tarea es la recuperación económica. Las medidas anunciadas ayer darán un salto necesario en la economía. Haremos más Revolución y más socialismo", afirmaba Díaz-Canel ante la avalancha de críticas a su gestión y a la propuesta de un "programa de estabilización macroeconómica" que, en opinión generalizada entre los habaneros, será simplemente humo.

"Migrar a como dé lugar es la única salida que nos queda a los cubanos. Sin embargo, no es una salida disponible para todos y poco se habla del sacrificio más desgarrador que está sufriendo la familia cubana: financiar la migración de sus hijos, un acto que se paga, más allá de lo monetario, con dolor físico y lágrimas", dice Aurelio Carralero, padre de tres adolescentes y vecino del consejo popular Managua.

"El abandono de los estudios, tanto para migrar como para trabajar, es una situación trágica que se repite dentro de las familias. Por una parte, están aquellas familias que económicamente ya no pueden sostener los estudios universitarios de sus hijos. Por otra parte, están aquellas familias que, ante el panorama de violencia que campea por su respeto, prefieren sacar a sus hijos del país. Otro aspecto crítico es que el incremento de consumo de alcohol y drogas entre adolescentes y jóvenes está relacionado con la inexistencia de verdaderas opciones de recreación y calidad de vida, con alternativas de acceso para todos los bolsillos", añade Carralero.      

Se calcula que en el bienio 2022-2023 más de medio millón de cubanos ha abandonado la Isla. La inmensa mayoría jóvenes que, o dejaron los estudios o se graduaron, pero no acumularon experiencia laboral en sus especialidades.

Junto a los jóvenes, las madres solteras, los jubilados y quienes dependen de la asistencia social dan menos crédito al discurso populista y triunfalista de las autoridades del régimen de cara a 2024. La retribución del trabajo como fuente natural de ingresos no garantiza siquiera la satisfacción de las necesidades más básicas de una familia cubana. Los salarios estatales y las chequeras de jubilación y de asistencia social son catalogados por los habaneros como "un chiste que disimula la indigencia en la que sobreviven los cubanos de a pie y, dentro de ese grupo, los más vulnerables".

"Es imposible imaginar que en el 2024 algún aspecto pueda mejorar en el país. No hay una sola señal desde el Gobierno que despierte siquiera la motivación de un solo cubano para creerse semejante timo: el pan, la sal, el arroz, el azúcar, la leche, el huevo, son alimentos básicos que en este minuto un salario estatal no puede cubrir en su conjunto. Trabajar para el Estado ni siquiera cubre ya los costos de morirse uno en paz", dice Hugo Miralles, vecino del consejo popular Alberro, en el municipio Cotorro. Miralles se refiere a las palabras del primer ministro, Manuel Marrero Cruz, quien en sus recientes intervenciones apelaba a "la comprensión" de que los recursos con que pueda contar el Gobierno en 2024 serán los que sean capaces de producir, pero advirtiendo que "para lograrlo hace falta trabajar, y trabajar bien".

"El solo anuncio de recortes de subsidios, junto al aumento de las tarifas de servicios públicos como electricidad y agua, es terrorífico. Cómo se puede pedir comprensión luego de que ellos mismos tuvieron que reconocer el fracaso total de la Tarea Ordenamiento y de todos los Lineamientos que la componen. Que 60 años después reconozcan que para lograr un 'esquema más justo y eficiente' haya que 'subsidiar a personas y no a productos', debería clasificar como delito, como una auténtica estafa", considera Miralles.  

Ante la inminencia de que la cartilla de racionamiento deje de existir, ensanchando aún más las brechas de la inequidad social y del apartheid económico, Food Monitor Program, iniciativa independiente que estudia la inseguridad alimentaria en Cuba, alertaba que "dada la grave inseguridad alimentaria existente en Cuba, reducir los pocos alimentos subsidiados, que ya habían aumentado su precio significativamente con la Tarea Ordenamiento, supondrá mayor desigualdad en el acceso a la comida por parte de los cubanos".

Más adelante la iniciativa recordaba que "en Cuba existen más de 3.809.000 núcleos con más de 11 millones de usuarios. Más de un 60% de estos hogares han perdido capacidad de acceso a alimentos, mientras que destinan más del 100% de sus ingresos a conseguir comida, alternando con otros trabajos no oficiales o ilegales. Por lo que estas medidas, además de agravar las condiciones de vulnerabilidad de las familias cubanas, incrementarán el desabastecimiento y potenciarán el mercado negro, la ilegalidad, la corrupción y la delincuencia".

Aunque el aspecto económico es el más referido entre los habaneros consultados, un considerable número de mujeres coinciden en afirmar que Cuba "ya no es un país seguro para nosotras".

"Que el horroroso aumento de asesinatos de mujeres sea asumido por el Gobierno desde la ideología política es vergonzoso, y más vergonzoso todavía cuando utilizan como ejemplo de seguridad y emancipación de la mujer cubana la existencia de la FMC (Federación de Mujeres Cubanas)", dice Valeria Rosselló, vecina del consejo popular Wajay, quien asegura que dos de sus amigas fueron víctimas de feminicidios en el presente año.

Según la fiscal general de Cuba, Yamila Peña Ojeda, desde 2020 el tema sobre asesinatos de mujeres —que el régimen evita llamar feminicidios— se trabaja con "mayor intencionalidad", pero admitió errores en la aplicación de protocolos de actuación.

También reconoció que al cierre de octubre de 2023 se reportaban 117 hechos por muerte violenta de mujeres (sin especificar en qué período). El subregistro de los observatorios independientes cubanos incluía en el momento de redactar este reporte 86 feminicidios confirmados en lo que va de año. El número de víctimas convierte a Cuba en el país donde se ha producido el mayor incremento de feminicidios en 2023, según el Mapa Latinoamericano de Feminicidios (MLF), difundido el 22 de noviembre.

"Como mujer, como joven y como madre, no percibo ni creo que en el año próximo el Gobierno tenga la voluntad política de implicarse a fondo en lo que jamás ha hecho durante décadas: proteger a las mujeres. El ejemplo del feminicidio de la adolescente Melani García Lorenzo es como un punto y final por todos los detalles alrededor de ese hecho. No, 2024 no será en absoluto un año mejor para nosotras. No mientras este Gobierno siga con las riendas del país en sus manos", dice Rosselló. 

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