Salvador Bracho

 

Es muy probable que el factor Cuba figure en la mesa de negociaciones entre Caracas y Washington que se avecina.

La invasión rusa de Ucrania está acelerando el ajedrez geopolítico global. De acuerdo con The New York Times, la Administración Biden envió una delegación de alto nivel a Venezuela, la primera en años. Lo que estaría sobre la mesa, según el diario estadounidense, sería el levantamiento de sanciones a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) para reabrir una eventual importación de crudo venezolano.

Esto, que no parecía algo inmediato, sino como resultado de negociaciones políticas atadas a un calendario electoral y una serie de condiciones por parte de Washington, para alcanzar unas elecciones presidenciales libres en Venezuela, ha dado un giro radical por la urgencia que tiene EEUU de cortar la importación de petróleo de Rusia, en momentos en que los países occidentales apuntan a una suerte de embargo para no depender del combustible y gas rusos.

The New York Times reveló que la delegación de EEUU viajó este sábado 5 de marzo, en medio de un total hermetismo. La agencia Bloomberg se ha hecho eco de comentarios de diplomáticos que deslizan la posibilidad de que en realidad la visita se haya producido antes y que se filtró a propósito para sondear la reacción dentro de EEUU.

La Administración Biden busca una salida en corto plazo para acceder a crudo que se encuentre geográficamente más cercano, tal como fue Venezuela durante décadas un fiel proveedor de petróleo de EEUU, hasta que el discurso socialista de Hugo Chávez exacerbó una política de suministros de crudo a China.

Si tal cosa fructifica, no tendría un gran impacto en el mercado mundial de crudo. Venezuela está luchando por volver a producir un millón de barriles por día, mientras que Rusia produce 11 millones. Pero analistas consultados por DIARIO DE CUBA, sostienen que a efectos de que EEUU rompa con la importación de petróleo ruso, podría servirle contar de nuevo con PDVSA como proveedor dentro del hemisferio occidental.

De acuerdo con cifras del diario The Washington Post, Venezuela suministró entre el 6-8%del total de importaciones de crudo de EEUU entre 2016-2019. En enero de ese año el Gobierno de Donald Trump impuso sanciones a PDVSA y las importaciones comenzaron a hacerse desde Rusia. El crudo ruso rápidamente pasó a ocupar el espacio que dejó vacío Venezuela.

"Si EEUU deja de importar petróleo de Rusia, de donde importó unos 550.000 barriles diarios el año pasado, el crudo venezolano sí podría suplir de nuevo al mercado estadounidense", sostiene el experto Francisco Monaldi, director del Programa de Energía de América Latina de Rice University, en Houston.

La presentadora de noticias estadounidense Trish Regan, de tendencia conservadora, saludó el rápido movimiento del Gobierno de Biden en aras de cortar la dependencia energética con Rusia, para ser cónsonos con la política de aislamiento que han unificado Washington, Bruselas y Ottawa contra el presidente Vladimir Putin.

Tal vez adelantándose a la visita de funcionarios estadounidenses, este 3 de marzo en un acto político Maduro dijo que Venezuela tiene disposición de venderle petróleo y gas a EEUU, a Asia y Europa. A su juicio, los temas económicos "no deben politizarse".

La misión de EEUU a Venezuela la encabeza el asesor del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, Juan González. Este funcionario cercano a Biden ha sido enfático en sostener que EEUU debe tener un papel secundario en la resolución de la crisis venezolana. "La solución a la crisis en Venezuela no está en Washington", dijo recientemente.

Una embajada estadounidense cerrada en Caracas desde 2019, un "embajador" en Washington designado por el líder opositor Juan Guaidó, así como la suspensión de vuelos directos entre ambos países, junto al otrora compromiso explícito de la Casa Blanca en que trabajaría para desalojar del poder a Maduro, todo esto forma parte de una compleja trama entre los dos países.

"Si ha sido EEUU quien ha tomado la iniciativa de acercarse al chavismo, el Gobierno de Maduro podrá aprovechar esta coyuntura, más la premura por la crisis en Ucrania, para sacar provecho político, más allá de que venderle de nuevo petróleo al mercado estadounidense es un buen negocio para PDVSA", explica a DIARIO DE CUBA un diplomático sudamericano, por largos años radicado en Venezuela.

El periodista Omar Lugo, experto en temas energéticos, cree que Washington estará ante un dilema entre "dos villanos", Putin y Maduro. A su juicio, poniendo el énfasis en los intereses de EEUU, el enemigo más peligroso en la actualidad es Rusia, mientras que podría apostarse con Venezuela por desmontar la política heredada de Trump de sanciones y lo que en su momento se bautizó como "presión máxima".

Geopolíticamente, explica Lugo a DIARIO DE CUBA, en esta coyuntura EEUU podría apostar por entenderse con el chavismo teniendo como objetivo de largo plazo sacarlo de la órbita de Moscú.

Para ello, diversos analistas no dudan que la condición de Maduro será permanecer en el poder. Un asunto que, por otro lado, ya no parece estar en discusión ni para EEUU, ni para la Unión Europea y Canadá, que han encabezado las últimas acciones diplomáticas en favor de una redemocratización de Venezuela. Washington, Bruselas y Ottawa han colocado como horizonte las elecciones presidenciales que deben realizarse en 2024.

Por su parte la historiadora y periodista estadounidense Anne Applebaum, al comentar en Twitter esta jugada de Biden, alertó que lograr petróleo no ruso para EEUU no debería alcanzarse sin presionar a Maduro por elecciones limpias y democráticas.

"La manzana de la discordia en todo esto podría ser Cuba. Si bien históricamente Venezuela no tuvo lazos fuertes con Moscú, salvo con el suministro de armas, La Habana sí juega un rol muy decisivo sobre Venezuela. Los cubanos podrían apostar por el pragmatismo siempre y cuando se les mantenga el suministro de crudo, combustibles y derivados", sostiene el diplomático sudamericano desde Caracas.

Este conocedor de las relaciones de Venezuela recuerda, por otro lado, que por largos años el chavismo exportó petróleo a EEUU al tiempo que mantenía su suministro preferencial a Cuba. Fue, en realidad, el propio Hugo Chávez quien quiso dejar de depender de las exportaciones al mercado estadounidense y apostó por llevar petróleo a China, con costos más elevados y sin pagos en efectivo, ya que esto pasó a formar parte de un mecanismo de financiamiento chino a obras en Venezuela.

Es muy probable que el factor Cuba figure en la mesa de negociaciones entre Caracas y Washington. Analistas políticos en la capital de Venezuela, por otro lado, creen que en este inédito acercamiento de la Administración Biden con el chavismo también estará en discusión el reconocimiento de Washington de Juan Guaidó como presidente interino, una decisión que tomó Trump en 2019 y que el actual inquilino de la Casa Blanca ha optado por restarle relevancia sin quitarle del todo este rango al joven líder opositor.

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