– “Domingo de la expansión misionera” –

—4 de mayo de 2023—

Padre Joaquín Rodríguez

 

Queridos hermanos:

Nos acercamos al final del Tiempo pascual que culmina en Pentecostés, la Solemnidad que celebra la venida del Espíritu Santo. Es el Espíritu Santo quien inspira y provoca esa expansión misionera de que hablamos hoy; exteriormente vemos que las necesidades de la Iglesia la hacen buscar soluciones, como la elección y consagración de los siete diáconos; también las persecuciones son motivo de esa expansión, logrando que el Evangelio se difunda y provoque nuevas conversiones. La Iglesia que vemos reflejada en los Hecho de los Apóstoles aprende a leer los acontecimientos en clave de providencia por la que el Espíritu, verdadero impulsor de la evangelización, la empuja a ampliar las fronteras del Nuevo Pueblo de Dios.

En la primera lectura asistimos a la expansión misionera de la Iglesia: la fe cristiana, anunciada por el diácono Felipe, ha conquistado Samaría, y Pedro y Juan son enviados allí para confirmar a la nueva comunidad mediante la imposición de las manos y el don del Espíritu (Hechos 8, 5-8.14-17). -En el evangelio, refiere San Juan las palabras con que Jesús les prometió enviarles su Espíritu (Juan 14, 15-21), a quien llama “el Defensor”. – San Pedro, en la segunda lectura, nos exhorta a vivir el misterio pascual de Cristo, quien, después de que “murió en la carne, volvió a la vida por el Espíritu” (I Pedro 3, 15-18).

Nuestra fe, don gratuito de Dios, depende en parte de nosotros mismos, que debemos nutrirla con la Palabra y la Oración y desarrollarla en el testimonio y en la acción misionera; de otra forma estaría muerta. Pero la fe necesita de la constante acción del Espíritu, que renueve en nosotros el fuego del amor de Dios, y de su fortaleza para afrontar las pruebas que los creyentes sufrimos. Las pruebas deben fortalecernos, pero pueden también conducirnos al desánimo; por eso necesitamos al Espíritu Defensor o Abogado en las pruebas, las persecuciones que no faltan cuando vivimos la fe en plenitud. Pidamos, pues la asistencia, la fortaleza y el consuelo del Espíritu Santo.

Hoy celebramos el Día de las Madres, fecha que nos mueve interiormente al agradecimiento infinito a nuestras madres, vivas o difuntas. Es el día en que todos nos reconocemos más hermanos asistidos de esa conciencia de ser hijos de una mujer: Para cada uno, esa mujer es la mejor del mundo y, cuando decimos MADRE, queremos definir el mayor amor. Que esa verdad nos acerque más a Dios a quien, hoy agradecemos el don de nuestras madres. ¡Feliz Día a todas las madres en nuestra familia parroquial de San Martín de Porres!