—José Martí, Cuba—

 

Si ves un monte de espumas,

Es mi verso lo que ves:

Mi verso es un monte, y es

Un abanico de plumas.

 

Mi verso es como un puñal

Que por el puño echa flor:

Mi verso es un surtidor

Que da un agua de coral.

 

Mi verso es de un verde claro

Y de un carmín encendido:

Mi verso es un ciervo herido

Que busca en el monte amparo.

 

Mi verso al valiente agrada:

Mi verso, breve y sincero,

Es del vigor del acero

Con que se funde la espada.