−490 a.C−

Por Jose Manuel Breval

 

La célebre Batalla de Maratón tuvo lugar entre los griegos y persas en Maratón, una llanura a cuarenta kilómetros al noreste de Atenas. Se libró entre las fuerzas griegas y sus aliados, bajo el mando de Milcíades, y las fuerzas persas, bajo el poder de Darío I y los comandantes Datis y Artafernes.

La victoria de los griegos sobre los persas marcó un punto de inflexión crucial en la evolución de la historia militar griega, porque esta batalla en la llanura de Maratón supuso el fin de la invasión persa, y permitió a los griegos convertirse en una potencia militar dominante en el mundo Mediterráneo antiguo. Además, esto sentó las bases para que Grecia propagara la civilización occidental.

Durante varios días, los griegos y persas se colocaron a pie en largas formaciones a través de los más de 3.200 metros de la amplia llanura de Maratón. Ninguno de los dos ejércitos estaba dispuesto a iniciar el ataque y perder la ventaja de luchar a la defensiva. Los griegos estaban esperando el apoyo militar del ejército espartano, la fuerza de infantería de élite de todas las ciudades-estado griegas, mientras que los persas estaban esperando al resto de su ejército que venía desde Eritrea.

En una mañana de mediados de septiembre del 490 a.C, los griegos se dieron cuenta de que la caballería persa no estaba en la llanura, tras lo cual Milcíades ordenó un ataque general contra la infantería persa. El ejército griego caminó en pos de su primer ataque a pesar de las primeras andanadas de los arqueros persas.

Los griegos, armados con cascos, armaduras pesadas, escudos, lanzas y espadas, golpearon violentamente los flancos persas. Durante esta batalla, Milcíades dirigió a sus 10.000 atenienses a la victoria frente a la infantería de 20.000 persas. Los persas, viendo el ataque por sus flancos, se dirigieron hasta allí, engañados por el general griego, quien cargó por el centro con sus hóplitas.

Antes de ser completamente envuelto, las tropas persas se separaron y comenzaron a correr hacia sus barcos de guerra. Los derrotados persas llegaron a alcanzar las naves, pero más de seis mil soldados de infantería fueron masacrados, frente a los 200 hóplitas que causaron baja entre los griegos. Eso sí, uno de los hóplitas que cayo fue su comandante Calímaco.

La batalla puso de manifiesto la superioridad táctica griega, junto a la posibilidad de emplear armas como las lanzas, espadas y armaduras pesadas ante una débil infantería persa. En anteriores campañas, las tácticas del ejército persa se basaban en el uso de su caballería, infantería y arqueros. Esta táctica ya fue utilizada por el persa Ciro a finales del siglo VI a.C.

Los griegos también se aprovecharon del armamento ligero de los persas y sus débiles armaduras. Los persas fueron derrotados en esta batalla porque fueron llevados al terreno que querían los griegos, y eso no les gustaba nada a los persas.

La Batalla de Maratón se convirtió en símbolo de los grandes logros militares y la estrategia. Sin embargo, aunque fue una victoria militar decisiva, no llegó a ser tan influyente como la Batalla de las Termópilas o Salamina unos diez años más tarde. Maratón sí fue la primera gran victoria de una potencia europea sobre una de Asia. Sin esta victoria, la civilización occidental habría sido distinta.

Además, según cuenta la leyenda, un mensajero ateniense fue enviado desde Maratón hasta Atenas para anunciar la victoria griega. Corrió los poco más de cuarenta kilómetros que separan la llanura de la capital griega. Al llegar, anunció la victoria de su ejército, y luego murió por agotamiento. Es así como nacieron las célebres carreras de marathon en el mundo moderno.

https://historiageneral.com/2009/12/23/la-batalla-de-maraton-el-final-de-los-persas/