--380 d.C—

 

La constitución de los Cunctos Populos es aquella que se instituyó en el edicto de Tesalónica. En el año 380 el emperador Teodosio el Grande promulgó en Tesalónica la constitución Cunctos Populos que ordenaba a todos los pueblos la adhesión al cristianismo, convirtiéndolo en la religión oficial del Imperio. Este acto fue, en realidad, una certificación del alto nivel de cristianización que tenía ya la sociedad romana y una medida de cohesión política del Estado, en unos tiempos en los que se hallaba en franca disolución. Mas detalladamente, los motivos por los que se promulgan los Cunctos Populos, son los siguientes:

 - La mayor parte del pueblo romano ya estaba bautizada en el cristianismo, por lo que la institución definitiva del cristianismo era simplemente la certificación de este alto porcentaje de cristianos.

 - El Imperio necesitaba una mayor unión, por lo que la religión unificaría todo el imperio. Probablemente, el Imperio se hubiera disuelto si no se hubiera unido por el cristianismo.

Con estos motivos, Teodosio I, decidió bautizarse poco antes de que muriera. Por aquellos tiempos, si un Emperador o rey se convertía a una religión, todo el pueblo lo hacía detrás. A continuación, hay un texto expedido por Graciano Augusto, Valentiniano y Teodosio Agusto, en el que se verifica y se afirma que el Imperio Romano se convierte al cristianismo:

 “Deseamos que todas las gentes gobernadas por nuestra clemencia profesen la religión que el divino apóstol Pedro dio a los romanos y que es la que hoy en día profesan el pontífice Dárnaso y el obispo de Alejandría Pedro, hombre de santidad apostólica. Según la disciplina apostólica y la doctrina evangélica, dicha fe dice que hemos de creer en la divinidad única del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, iguales en majestad bajo la Santísima Trinidad. Por esta ley disponemos que los que sigan esta norma sean llamados cristianos católicos. Los demás, a quienes se puede juzgar como locos, sufrirán la infamia de la herejía. Sus lugares de reunión no serán considerados como iglesias y serán destruidos tanto por la venganza divina como por nuestra iniciativa, que tomaremos de acuerdo con el arbitrio celeste.”

Tras es la constitución de los Cunctos Populos, el Imperio Romano dio un cambio en cuanto al comportamiento con las religiones. Ahora, los cristianos eran libres totalmente y además podían manifestar su fe. Es aquí cuando se empiezan a edificar las basílicas, baptisterios, etc., porque el cristianismo ya es la religión oficial del Imperio Romano.