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José Carlos Cueto

    BBC News Mundo

 

La teoría tradicional sobre el origen de los humanos modernos está siendo desafiada. Durante años, una hipótesis popular ha sido que el homo sapiens emergió a partir de una población ancestral única en el este o sur de África.

En 2019, por ejemplo, un grupo de científicos aseguró haber identificado el lugar exacto de donde proviene el humano moderno en una región que hoy es fundamentalmente Botsuana, con partes en Namibia y Zimbabue.

Pero ahora, apoyados en un poderoso modelo computarizado y el análisis de datos genéticos, científicos en Canadá y Estados Unidos sugieren que venimos de múltiples grupos ancestrales esparcidos por varios puntos de África.

En concreto, de al menos dos poblaciones que coexistieron en África durante un millón de años antes de mezclarse por el continente.

"No sabemos dónde vivían, pero estaban lo suficientemente lejos unos de otros como para que se dieran pequeñas diferencias genéticas entre los grupos", le dice a BBC Mundo Brenna Henn, una de las autoras del estudio de la Universidad de California Davis, en Estados Unidos.

ESCASEZ DE FÓSILES

Nuestras especies surgieron en África al menos hace más de 300.000 años. Esa es la fecha origen del fósil más antiguo encontrado que puede pertenecer al humano moderno. Uno de los desafíos es que no hay muchos fósiles de homo sapiens del comienzo de nuestra historia evolutiva. Y la distribución geográfica de esos restos en lugares como Etiopía y Sudáfrica ha complicado concluir cómo nuestras especies surgieron y se dispersaron por el continente africano antes de salir al resto del planeta.

La nueva investigación indica que múltiples grupos ancestrales desde África contribuyeron al surgimiento del homo sapiens en una especie de mosaico, migrando de una región a otra y mezclándose unos con los otros durante cientos de miles de años. En 2018, la arqueóloga Eleanor Scerri, del Instituto Max Planck de Alemania, había participado en un estudio que sentaba algunas de las bases de los hallazgos recientes.

"Analizamos datos arqueológicos, fósiles, genéticos y climáticos y argumentamos que los humanos evolucionaron a partir de múltiples poblaciones en África. A ese modelo lo llamamos multirregionalismo africano o modelo estructurado panafricano", le comenta Scerri a BBC Mundo.

"En ese momento dijimos que los modelos genéticos deberían incorporar escenarios estructurados y llamamos a los genetistas a hacerlo", añade la especialista. Es precisamente lo que Henn y sus colegas han hecho.

"TALLOS DE VID ENREDADOS"

"Nuestras raíces se encuentran en una población general muy diversa formada por poblaciones locales fragmentadas", dijo Scerri en un artículo en Nature.

Si tuviéramos que representarlo con un dibujo, es probable que el esquema "se parezca más a unos tallos de vid enredados que a un árbol de la vida".

El entrelazamiento de esos tallos, separados solo débilmente por diferencias genéticas, dio lugar a un concepto evolutivo que los investigadores del nuevo estudio describen como "tallo débilmente estructurado". Para llegar a esas conclusiones, Henn y sus colegas emplearon un poderoso modelo computarizado.

"El equipo utilizó un software desarrollado por el coautor Simon Gravel en la Universidad McGill en Montreal, Canadá, que podía coordinar la amplia potencia informática necesaria para el modelado ampliado", cuenta la revista Nature. Incorporaron datos de secuenciación de genomas de 290 personas que viven actuamente en el este y oeste de África y miembros del pueblo Nama en el sur de África.

Luego crearon distintos escenarios de poblaciones existentes en África durante diferentes períodos de tiempo y observaron cuáles podrían producir la diversidad de ADN que se encuentra en las personas vivas hoy. "Esta difusión de datos genómicos ayudó a los investigadores a comprender y rastrear el movimiento histórico de los genes a lo largo de las generaciones", se lee en la revista Nature.

De esta forma, el estudio halló que todos los que vivimos hoy podemos rastrear nuestros ancestros a al menos dos poblaciones distintas que vivían en África hace un millón de años. "Todos los humanos comparten relativamente un ancestro común, pero la historia de nuestro pasado más profundo es más complicada que nuestra especie evolucionado de una sola localización o en aislamiento", dijo el genetista Aaron Ragsdale, de la Universidad de Wisconsin-Madison y autor líder del estudio.

También se examinaron los datos del genoma de 91 europeos para dar cuenta de la influencia de la era poscolonial y de los neandertales, la especie humana extinta concentrada en Europa hasta hace unos 40.000 años. Bases para el futuro. Scerri concluye que la importancia de este estudio, más que radicar en un "nuevo modelo de evolución humana", se basa en que respalda la teoría de los orígenes múltiples desde la perspectiva genética.

"Complementa otros estudios genéticos que usan ADN de africanos que vivieron entre los últimos 10.000-30.000 años y ya observaron la evidencia de una estructura profunda de nuestra especie", le dice Scerri a BBC Mundo.

"Emociona que estos resultados respalden nuestro modelo y pongan otro clavo en el ataúd de la idea de que los humanos evolucionaron de una sola población en una sola región de África", añade. Acertadas o no las conclusiones de este estudio reciente, no cabe dudas de que la complejidad el origen de nuestra especie seguirá siendo objeto de múltiples investigaciones. Y estas estarán cada vez más respaldadas por el rápido avance de la tecnología.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-65656059

Pallab Ghosh

    Corresponsal de Ciencia de la BBC

 

Los astrónomos han descubierto lo que creen que es la explosión cósmica más grande jamás detectada. El estallido es más de 10 veces más brillante que cualquier otra explosión de una estrella que se haya registrado. Un fenómeno que se conoce como supernova.

Hasta ahora ha durado más de tres años, mucho más que la mayoría de las supernovas, que normalmente solo son visiblemente brillantes durante unos meses.

Una de las teoría es que la explosión se produjo cuando un agujero negro se tragó una enorme nube de gas.

Un destello en el cielo fue detectado y registrado automáticamente por primera vez en 2020 por la Instalación Transitoria Zwicky en California, EE.UU. Pero no fue hasta un año después que los astrónomos lo detectaron al revisar los datos.

LLAMARON AL EVENTO AT2021LWX.

En ese momento pensaron que no tenía nada de especial porque no había indicios de lo lejos que estaba y, por lo tanto, no era posible calcular su brillo.

El año pasado, un equipo dirigido por Philip Wiseman de la Universidad de Southampton analizó la luz del evento.

Esto les permitió calcular su distancia: sucedió a 8.000 millones de años luz de distancia. Wiseman describió el momento en que descubrió el brillo del fenómeno: "Pensamos '¡Dios mío, esto es increíble!'".

¿QUÉ LO PROVOCÓ?

El equipo estaba completamente desconcertado en cuanto a qué podría haber causado algo tan brillante. No había nada en la literatura científica que pudiera explicar algo tan brillante y que durara tanto tiempo, dijo Wiseman. "La mayoría de las supernovas y los eventos de interrupción de las mareas solo duran un par de meses antes de desvanecerse. Que algo sea brillante durante más de dos años es algo realmente muy inusual".

Su teoría es que la explosión es el resultado de una enorme nube de gas, posiblemente miles de veces más grande que nuestro Sol, tragada por un agujero negro supermasivo. Esto enviaría ondas de choque a través del espacio y dejaría restos sobrecalentados de la nube que rodea el agujero negro como una rosquilla gigante. Se cree que todas las galaxias tienen agujeros negros gigantes en su corazón.

Wiseman cree que las poderosas explosiones de este tipo podrían desempeñar un papel importante en lo que él describe como "esculpir" el centro de las galaxias. "Podría ser que estos eventos, aunque extremadamente raros, sean tan energéticos que sean procesos clave de cómo los centros de las galaxias cambian con el tiempo".

Robert Massey, director ejecutivo adjunto de la Royal Astronomical Society, explicó que ahora se están buscando más explosiones enormes como esta.

"Nunca habíamos visto algo así antes y ciertamente no en esta escala", le dijo a BBC News. "Me sorprendería que este fuera evento fuera único en el universo".

Wiseman espera detectar más eventos como este con los nuevos sistemas de telescopios que entrarán en funcionamiento en los próximos años. El equipo ahora se propone recopilar más datos sobre la explosión, observando el objeto en diferentes longitudes de onda, incluidos los rayos X, que podrían revelar la temperatura del objeto y qué procesos podrían estar teniendo lugar en la superficie. También llevarán a cabo simulaciones computacionales mejoradas para probar si coinciden con su teoría de la causa de la explosión.

El año pasado, los astrónomos detectaron la explosión más brillante registrada, un estallido de rayos gamma conocido como GRB 221009A, que duró poco más de diez horas. Aunque fue más brillante que el AT2021lwx, duró solo una fracción de tiempo, lo que significa que el poder explosivo del AT2021lwx fue mucho mayor. Los detalles han sido publicados en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-65576491

Un estudio en 'Cell Reports' halló pruebas de al menos dos migraciones: una durante la última glaciación y otra durante el posterior periodo de deshielo.

Madrid. ADN mitocondrial permitió rastrear un linaje femenino desde el norte de la China hasta América y encontrar evidencias de al menos dos migraciones humanas en la Edad de Hielo.

Integrando ADN mitocondrial contemporáneo y antiguo, un estudio publicado en Cell Reports halló pruebas de al menos dos migraciones: una durante la última glaciación y otra durante el posterior periodo de deshielo. Más o menos al mismo tiempo que la segunda migración, otra rama del mismo linaje emigró a Japón, lo que podría explicar las similitudes arqueológicas paleolíticas entre ese país, América y China.

“La ascendencia asiática de los nativos americanos es más complicada de lo que se había indicado hasta ahora. Además de las fuentes ancestrales descritas antes en Siberia, Australo-Melanesia y el Sudeste Asiático, demostramos que la costa norte de China también contribuyó al acervo genético”, afirmó Yu-Chun Li, primer autor del trabajo y antropólogo molecular de la academia de ciencias de ese país.

Aunque durante mucho tiempo se supuso que los nativos americanos descendían de siberianos que cruzaron el estrecho de Bering, pruebas genéticas, geológicas y arqueológicas más recientes sugieren que múltiples oleadas de humanos viajaron a América desde diversas partes de Eurasia.

Para arrojar luz sobre la historia de los nativos americanos en Asia, investigadores de la Academia China de las Ciencias siguieron el rastro de un linaje ancestral que podría vincular a poblaciones de la era paleolítica de Asia Oriental con poblaciones fundadoras de Chile, Perú, Bolivia, Brasil, Ecuador, México y California. El linaje está presente en el ADN mitocondrial, que puede utilizarse para rastrear el parentesco a través de la línea femenina.

Los expertos analizaron más de 100 mil muestras de ADN contemporáneas y 15 mil antiguas de toda Eurasia para identificar, finalmente, a 216 individuos contemporáneos y 39 antiguos pertenecientes al raro linaje.

La primera migración se produjo hace entre 19 mil 500 y 26 mil años, durante el Último Máximo Glacial, cuando la capa de hielo era más densa y las condiciones en el norte de China eran probablemente inhóspitas para los humanos. La segunda ocurrió durante el posterior periodo de deshielo, hace entre 19 mil y 11 mil 500 años. En esta época se produjo un rápido aumento de la población humana, probablemente debido a la mejora del clima, que pudo impulsar la expansión hacia otras regiones geográficas.

Los investigadores también descubrieron un vínculo genético inesperado entre los nativos americanos y los japoneses. Durante el periodo de deglaciación, otro grupo se separó de la costa norte de China y viajó a Japón.

“Esto sugiere que la conexión del Pleistoceno entre América, China y Japón no se limitaba a la cultura, sino también a la genética”, apuntó Qing-Peng Kong, autor principal del trabajo y genetista evolutivo de la Academia China de Ciencias.

https://www.jornada.com.mx/notas/2023/05/10/ciencia-y-tecnologia/analisis-de-adn-mitocondrial-evidencia-que-hubo-dos-migraciones-de-china-a-america/?from=page&block=ciencia-y-tecnologia&opt=articlelink

 

 

 

 

 

Ángel Bermúdez (@angelbermudez)

    BBC News Mundo

 

La última vez que se formó El Niño fue en 2016 y sus efectos se dejaron sentir en todo el mundo. Este fenómeno climatológico contribuyó al aumento récord de las temperaturas globales, a la pérdida de bosques tropicales, al blanqueamiento de corales, a la generación de incendios forestales y al deshielo polar.

Ahora los científicos creen que volverá a ocurrir y por eso están alertando sobre la posibilidad de que en los próximos meses se forme un Niño potente en un contexto en el que, además, está ocurriendo un calentamiento "brusco e inesperado" de los océanos, lo que en conjunto podría llevar la temperatura global a niveles de récord entre 2023 y 2024.

PERO ¿QUÉ SABEMOS DE ESTE FENÓMENO Y POR QUÉ PREOCUPA?

El Niño es un fenómeno climatológico natural -no causado por el hombre- del que se tienen referencias, al menos, desde finales del siglo XIX.

"El Niño es básicamente un cambio en la fuerza y dirección de los vientos alisios que soplan de este a oeste en el océano Pacífico, que hace que el agua cálida que se encuentra en la parte occidental del océano Pacífico se mueva hacia la región central y este del Pacífico", le explica Ángel Adames Corraliza, profesor de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Wisconsin, a BBC Mundo.

NO SE TRATA DE UN CAMBIO INOCUO.

El experto señala que el movimiento de esas aguas cálidas propicia un aumento significativo de las temperaturas oceánicas del centro y el este del Pacífico.

"Las temperaturas oceánicas altas son más conducentes a aguaceros fuertes y a inundaciones. Y eso tiene consecuencias en el ciclo hidrológico de la costa oeste de América del sur, especialmente en Perú y en Ecuador. Incluso hay unos efectos directos en la circulación atmosférica que causan cambios en las condiciones del tiempo y en el clima en general tanto en Norteamérica como en Sudamérica y en otras partes del mundo también", señala.

Adames asegura que esto genera preocupación, en especial, porque un El Niño potente -como el que se está pronosticando para este año- suele estar asociado a eventos meteorológicos extremos.

"Estamos hablando de la posibilidad de ver eventos meteorológicos extremos que no tienden a ocurrir comúnmente, porque El Niño básicamente cambia el clima. Así que vemos cosas que no son usuales en la diferentes regiones. Esa es una razón para preocuparse", señala. Este fenómeno meteorológico hace, por ejemplo, que en regiones usualmente muy lluviosas como el norte de Australia ocurran sequías y fuegos; mientras que en lugares como la costa oeste de Sudamérica, cuyo clima es seco y que es conocida por sus desiertos, se produzcan fuertes lluvias.

"El primer impacto que se ve es el calentamiento fuera de las costas del Perú. Este año, si no se rompió el récord está casi por hacerlo. Está extremadamente cálido y hemos visto unos aguaceros con una intensidad y fortaleza que no se ven comúnmente, excepto cuando tienes esas temperaturas bien altas, causando tremendas inundaciones, deslizamientos y pérdidas de vidas y de recursos materiales", afirma Adames.

Explica que el desarrollo de El Niño, en especial si sigue aumentando la temperatura oceánica, suele llevar a una temporada de huracanes más activa en el Pacífico oriental y central. "Durante los años de El Niño hay mayor riesgo de huracanes para la costa oeste de México y para Hawái. Frecuentemente vemos huracanes o tifones que atraviesan el océano y ocurren huracanes más intensos en la región más al sur del océano Pacífico occidental. En contraste, la actividad de huracanes en el océano Atlántico disminuye", señala.

Adames indica que, aunque todavía es algo que se está estudiando, hay indicios de que El Niño tiende a causar sequías en el Caribe durante el verano boreal, afectando lugares como Cuba, República Dominicana y Puerto Rico.

En ocasiones, esta sequía puede extenderse a América Central -de Panamá hasta Honduras, en especial-, así como causar ondas de calor en la región amazónica.

"En general, los impactos tienden a ser más de calor y sequía para Latinoamérica, pero los efectos más grandes tienen a ocurrir en la ladera occidental de los Andes y las montañas que predominan en América Latina. Así que estamos hablando de Lima y de todas las ciudades grandes que hay en esa región costera del lado del Pacífico de Suramérica que tienden a recibir impactos bien grandes en términos de aguaceros y calor", apunta Adames.

REFUERZO DEL CALENTAMIENTO GLOBAL

Aunque El Niño tiene un origen natural no relacionado con el calentamiento global causado por las actividades humanas, sí puede contribuir al aumento de las temperaturas en el planeta. Este fenómeno climatológico se caracteriza por una liberación de calor del océano Pacífico hacia la atmósfera, a través de la cual se distribuye.

"Los años cuando ocurre El Niño tienden a ser más calientes de lo normal, así que si este año tenemos un Niño que posiblemente sea récord, o sea extremadamente fuerte, estamos hablando de un calentamiento de la atmósfera significativo que se va a estar sumando al calentamiento global causado por el ser humano", advierte Adames.

"La segunda mitad de este año -y más probablemente el año que viene- será un periodo extremadamente caluroso y con muchas olas de calor porque estamos hablando de un calentamiento por El Niño además del calentamiento causado por el ser humano. Así que posiblemente el 2024 o el final de este año, será uno de los más cálidos que hemos experimentado desde que se tienen registro", agregó.

El Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NWS, por sus siglas en inglés) emitió un aviso de alerta por El Niño, en virtud de que hay indicios tempranos que hacen probable que se desarrolle en los próximos meses. De acuerdo con el NWS, hay un 62% de probabilidades de que este fenómeno se desarrolle entre mayo y julio de este año. También estimaron en 40% las probabilidades de que sea un El Niño "fuerte".

Ángel Adames afirma que abril es un momento muy difícil para anticipar la aparición de este fenómeno, pero señaló que hay varias señales que hacen pensar que sí ocurrirá. En primer lugar, apunta a las altas temperaturas que se han registrado fuera de la costa de Perú.

Explica que hay una serie de boyas colocadas en la región ecuatorial del Pacífico para medir la temperatura oceánica no solamente en la superficie, sino también en la profundidad, y en estos momentos todas están indicando un calentamiento que se estaría registrando desde la costa de Perú hasta casi llegar a la costa de Nueva Guinea. "Así que estamos hablando de un calentamiento mayor", destaca.

Un segundo indicador sería un cambio que se produjo hace algunas semanas en la dirección de vientos alisios a vientos del oeste. "Usualmente cuando los vientos cambian de dirección, eso acelera el desplazamiento de aguas calientes hacia la región este del Pacífico y eso es un indicativo bastante fuerte de que se está desarrollando El Niño", apunta.

El último indicador son los modelos de predicción climatológica. "En estos momentos, la gran mayoría de ellos están indicando que vamos hacia un El Niño fuerte", agrega.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-65419746

 

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