Por Héctor Julio Cedeño Negrín

 

En estos últimos días hemos podido constatar, lo falso del patriotismo de los personeros y acólitos de la tiranía, que se la pasan dictando cátedra, sobre el comportamiento cívico ante los símbolos patrios, sus héroes y sus mártires gloriosos. Queriendo enseñarles a los ciudadanos lo que ellos entienden por patria y por nación.

Todo el melindre lo han formado por el performance perfilado por un grupo de cubanos, que se hacen llamar; "Clandestinos". Ellos utilizaron la figura de José Martí, tomando para ello, varios bustos del Apóstol, diseminados por la Habana, para expresar sus criterios políticos y sus inquietudes reprimidas.

A mí ciertamente, la iniciativa me ha parecido valiente y hasta genial, una hazaña realizada precisamente, el día primero de enero, día en que comenzó la larga y tenebrosa noche en que nos ha sumido la tiranía castrista, a Cuba y a la mayoría de los cubanos.

Me pareció formidable, porque en La Habana los bustos de José Martí están permanentemente vigilados y escoltados, tanto por la Policía ordinaria, como por la Política, es decir, por la Seguridad del Estado. Los bustos del apóstol están, sencillamente, militarizados.

Decírmelo a mí, que he participado en innumerables acciones relacionadas con el Apóstol, colocando flores en sus bustos o en actos de homenaje, preparados por la oposición a lo largo y ancho de la ciudad. Allí, hemos sido reprimidos o detenidos, en diversas ocasiones por los esbirros de la tiranía castrista, que han tratado a toda costa de impedirlo.

¿Qué moral tienen los lame botas de ésta tiranía inmoral para inculpar a nadie por estas acciones?

¿Quién les otorgó el poder de juzgar a valientes ciudadanos, por esas actuaciones más bien simbólicas, que no pretenden denigrar al Apóstol si no, situarlo, como figura cimera de nuestras luchas?

¿Es que los infamadores y sus asistentes, se han creído el papel de jueces, que les han otorgado la tiranía y la falsa constitución que ellos mismos se inventaron?

Cuando triunfen la democracia y la libertad vamos a quemar ese panfleto apócrifo, al que ellos llaman constitución en la mayor plaza pública y entonces elaboraremos, ante el pueblo cubano, una verdadera constitución democrática; “Con todos y para el bien de todos” como expresara nuestro Apóstol, de la República soñada por él.

Los conocidos" Clandestinos" embadurnaron con sangre (con sangre o con pintura roja) varios bustos de José Martí, en La Habana. Ya se sabe que José Martí es para los cubanos una de las más grandes figuras de la historia, junto con Carlos Manuel de Céspedes y Antonio Maceo; son para los cubanos, el Apóstol de nuestra independencia, el Padre de la Patria y el Titán de Bronce, símbolos inconmensurables de la Patria.

Pero para la mayoría, José Martí, es el más grande de todos los cubanos. Dada su firmeza, su valor y su entereza para conseguir la independencia y la liberta de Cuba. Sus méritos son tan extraordinarios, que harían palidecer, a cualquier otro prócer de la patria.

Para los cubanos, José Martí, simboliza, la Patria misma y tiene mucho sentido este acto de los “Clandestinos”, al señalar, que, precisamente esa Patria, ha sido ensangrentada por la dictadura. Son verdaderamente, los tiranos y sus esbirros, los que han ensangrentado a José Martí.

En una de las presentaciones de “Clandestinos”, aparece la imagen del tirano Fidel Castro, sangrando al Apóstol. Ese es precisamente el sentido de este performance, creado por “Clandestinos” y me parece esa la interpretación de la obra. Ya se sabe que no todo el mundo, interpreta las cosas de la misma manera, pero ese es el sentido que yo le veo.

Hoy la mayoría de los cubanos tienen menos de sesenta años y sus ideas y conceptos están influenciados por las doctrinas de la revolución y de Fidel Castro. Eso quiere decir, que, a buena parte de los cubanos les han hecho ver a José Martí, en un sentido muy diferente, incluso algunos entienden a Martí como un comunista. Eso, porque les han lavado el cerebro, como se decía en otra época.

En ese sentido, me siento orgulloso, porque el Coronel de la Seguridad del Estado; Fernando Labrada Tamayo me decía en uno de los interrogatorios a los que me se sometió, que yo tenía el cerebro, “bastante contaminado”, o sea, que no me han podido lavar el cerebro adecuadamente. Pero si puedo comprender como muchos cubanos ven a José Martí y también como lo culpan a veces de las desgracias de Cuba.

La Patria desangrada por los tiranos, que han hecho correr a raudales la sangre de los cubanos y que aún hoy, la hacen correr. Para mí eso fue, precisamente lo que quisieron simbolizar, esos valientes cubanos, para no dejar morir a la Patria, cuando los traidores la asesinan, la saquean y la humillan. Muy bien por ustedes hermanos.

Estos hermanos, también están clamando por la libertad de los Presos Políticos, de José Daniel Ferrer García, de Roberto de Jesús Quiñones Haces, por la de los Pastores Ramón Rigal y Aida Expósito, por la de las Damas de Blanco Martha Sánchez y Aimara Nieto, por la de Ovidio Martín Castellanos y la de tantos otros, que hoy yacen en las ergástulas inmundas de la tiranía.

Esos Prisioneros Políticos, son asesinados lentamente o "Enterrados vivos", como diría Héctor Maseda Gutiérrez, cuya esposa Laura Pollán, también fue asesinada, desangrada y asfixiada por los tiranos y sus cómplices, incluso disfrazados de médicos, asesinos violadores del juramento hipocrático.

Esa sangre también simboliza, la sangre de Oswaldo Paya Sardiñas, desangrado con una aguja que le clavaron en la ingle. Significa la sangre de Harold Cepero y la derramada por galones, por los miles de fusilados y asesinados, de Fidel y de Raúl Castro, a lo largo de sesenta y un años de crímenes, de una dictadura impuesta a sangre y fuego, contra el sufrido pueblo cubano.

Hablan de que los “Clandestinos”, son vándalos, por pintar con sangre o pintura, los bustos de José Martí. Pero el primero y verdadero vándalo fue Fidel Castro, que quiso hacer cómplice de sus asesinatos al Apóstol, al pretender implicarlo en el asalto al Cuartel Moncada, como el autor intelectual de las atrocidades que el mismo cometió, eso sí es vandalismo.

Esa también fue su cobardía, para evitar ser condenado por los crímenes planificados por él, induciendo además, al resto de sus compañeros a cometerlo. Culpar al Apóstol de aquel asalto, traicionero y alevoso, contra soldados casi indefensos, desnudos, confiados y borrachos que él inició, es también un crimen. Es también, mancillar la memoria del Prócer y lavarse las manos, como Poncio Pilatos, al señalar a José Martí como el incitador de aquel acto arbitrario.

Vandalismo es también, el del hermano en Jefe, que colocó el pestilente; "Mojón de Fidel", al pie del Mausoleo del Apóstol, para castigarlo y obligarlo a soportar al tirano, su presencia y su hedor nauseabundo de asesino comunista, que acuchilló por la espalda, al propio José Martí.

Con estas acciones de “Clandestinos”, reforzaran la militarización del Parque Central. Siempre tan vigilado y controlado por los esbirros de la tiranía. No vaya a ser que un dia de estos, amanezca anegado de sangre de animal o de pintura un lugar tan concurrido y visitado por los turistas y por la Prensa internacional.

Recuerdo que hace algunos años, cuando cerca de treinta opositores, logramos romper el cerco y pararnos ante el busto de José Martí, situado en el Parque Central de La Habana. Gritamos ¡Libertad! Y nos tomamos una foto, ante la vista de los turistas extranjeros y los asombrados esbirros de la Seguridad del Estado, que nos miraban incrédulos.

Por la vigilancia tan hermética que mantenían los esbirros de la dictadura, sobre Parque Central y el monumento al Apóstol, esa acción, tan inesperada de los opositores a la dictadura, podía consignarse como una hazaña militar.

Habíamos salido de la Iglesia de la Merced, situada en las Calles Cuba y Merced, donde participamos en una misa por la libertad, de Ingrich Betancourt. La política colombiana secuestrada por las narco-terrorista-guerrillas de las FARC, hoy un flamante y falso partido político de los narcos-comunistas colombianos.

De allí y ante el asombro de los “segurosos”, nos fuimos caminando, sin romper el grupo, hasta llegar al Parque Central. No se atrevieron a detenernos porque hubieran necesitado todo un batallón para realizar el operativo, más de sesenta forajidos y ellos estaban en franca minoría, no habían previsto tal acción.

Más tarde me cercaron, me detuvieron, me interrogaron y hasta me filmaron. Para que les dijera de quien había sido la idea. Les dije; lo decidimos entre todos, porque se presentó la ocasión y ya ustedes saben, que; “a la ocasión la pintan calva”. Sin lugar a dudas, fue una jugada perfecta. Debo significar que, a los quince días de orar por la libertad de Ingrich Betancourt, a ella la liberaron.

Algo que, si vi muy feo, fue la decapitación de un busto de José Martí, hecha un 13 de marzo, hace varios años en el llamado "Parque del Curita". Ese sitio lo ocupaba antiguamente, la “Plaza del Vapor” aquí en La Habana. El parque está situado, entre las calles Reina, Galiano, Águila y Dragones, en el municipio de Centro Habana.

Vandalismo es también, la manipulación permanente del pensamiento de José Martí. Lo hacen los ideólogos de la dictadura, para adecuarlo a las conveniencias, políticas e ideológicas, del régimen castrista, tergiversando, uno a uno, los pensamientos y las palabras, del Apóstol.

Martí decía, según, en el Tomo 1 pagina 185 de sus Obras Completas, publicadas por la Editorial Nacional de Cuba, en el año 1963; "La tiranía es una misma en sus varias formas, aun cuando se vista en algunas de ellas de nombres hermosos y de hechos grandes".

Vandalismo es hacer creer a los cubanos, que José Martí hubiera comulgado con las ideas de Fidel Castro, cuando en realidad el, las hubiera aborrecido. También es vandalismo afirmar, que José Martí era hombre de ideas socialistas y mucho más aberrante aun, que tenía ideas comunistas, como insinúan.

Cuando el mismo coincide con Herbert Spencer en calificar al socialismo, como la " Futura Esclavitud", sino ver el Tomo 15 páginas de la 387 a la 392, de las Obras Completas de José Martí, publicadas en La Habana 1963.

Escribía José Martí, sobre el filósofo ingles Herbert Spencer y su tratado, en que califica al socialismo como; “La Futura Esclavitud”, cito; “Por su cerrada lógica, por su espaciosa construcción, por su lenguaje nítido, por su brillantez, trascendencia y peso, sobresale entre estos varios tratados aquel en que Herbert Spencer quiere enseñar cómo se va, por la excesiva protección a los pobres, a un estado socialista que sería a poco un estado corrompido, y luego un estado tiránico”. Tomo 1 pagina 387 de la Obras Completas de José Martí, impresa el 20 de julio de 1964, por la Editorial Nacional de Cuba.

Dicen los integrantes de "Clandestinos" que los dos jóvenes apresados por la Seguridad del Estado en días pasados, no son integrantes de su organización. Los torturadores cubanos de la Seguridad del Estado, émulos de Lavrentiy Beria y de iosif stalin, son capaces con sus torturas y martirios de hacerlos confesar y de auto incriminarse públicamente, aunque sean inocentes. Hoy las acciones de “Clandestinos”, se han extendido, a Santiago de Cuba y otras provincias.

Los gobernantes de Cuba, han prostituido tanto el pensamiento, y las ideas de José Martí, que muchos ciudadanos piensan en José Martí, como en el ideólogo de la tiranía castrista, incluso muchos de ellos, hastiados de tanta tiranía, llegan a odiar al propio José Martí, eso no es más que vandalismo puro por parte de la tiranía castrista.

¿Por qué le dan tanta importancia a una construccion de cemento o de yeso y desprecian verdaderamente las ideas y los pensamientos del Apóstol?

El mayor homenaje a José Martí, no es construirle bustos ni monumentos a lo largo y ancho de la isla de Cuba, sino cumplir con su legado. Porque no cumplen, por ejemplo, con este claro pensamiento del Apóstol y lo ponen en práctica verdaderamente y dejan de falsificar la realidad; “La patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie”.

Al menos yo me siento identificado con “Clandestinos” y aunque algunos pretenden denigrarlos y calificarlos de violentos y vandálicos me niego a considerarlos de esa manera, porque los verdaderos vandálicos y violentos, son los tiranos y sus compinches.