El domingo 12 junio el mundo occidental estaba de fiesta, muchos
recordaron el día de Pentecostés, estos eran los cristianos; y otros la
festividad de Shavuot, los judíos. Ambas celebraciones se realizan cincuenta
día o siete domingos después de la Semana Santa o las Pascuas. Estas
festividades son símbolos de eterno agradecimiento humano al Dios Bíblico en
la enseñanza judeocristiana y bases sólidas del comportamiento ético y moral
de la civilización occidental. Hoy se puede conmemorar con libertad en muchas
partes del mundo, no así en los países dominados por el radicalismo musulmán
o regímenes autocráticos como la Venezuela de Chávez, y la Cuba de los
Castro.
Cuba española
Cuando Rodrigo de Triana dio el grito de“tierra a la vista” desde su
puesto de vigía en el barco La Pinta,
no solo fue el primer ser humano en divisar tierra del nuevo mundo; sino el
primer judío converso al cristianismo en disfrutar la maravillosa obra
natural del mundo americano. Triana y otros tripulantes judíos: Rodrigo
Sánchez, Alfonso de la Calle, Juan Cabrera eran marineros; Mestre Bernal,
medico; y Luis de Torres, políglota. Hicieron este viaje aventurero y de
conquista por temor a las represalias de la inquisición católica española que
había declarado la conversión forzosa al cristianismo o, deportación o muerte
para los súbditos que no cumplirán con el edicto. El almirante Cristóbal
Colon y su tripulación de hombres judíos fueron los primeros en descubrir el
archipiélago cubano; incluso algunos historiadores afirman la procedencia
hebrea de la familia de Colon.
A Luis de la Torres se le dieron tierras en Cuba y antes de 1512, ya
existían muchas jóvenes judías cristianas de Castilla y esclavas blancas
judías bautizadas en la nueva fe. También arribaron a la Isla muchos hebreos
procedentes de Portugal cuando fueron expulsados de esta nación por sus
costumbres religiosas en 1580. Existía cierta permisividad de creencia entre
los pobladores hasta que los tribunales del Santo Oficio activaron sus funciones en la América
española en 1570. Para esa época juzgaron
a Francisco Gómez León, lo condenaron a cadena perpetua, remar en
galeras y confiscación de sus bienes. La comunidad judía perduro en la Cuba
española pero tuvieron que dejar su fe y costumbres. Muchos de ellos lucharon
en Ejército Libertador Cubano y otros eran parte del ejército de EU. en la
guerra hispano-americana.
El Imperio Español fue derrotado en 1898 por las fuerzas conjuntas
americanas y cubanas. Al perder España su inmensa extensión territorial en
las América y Asia, dejó de ser una potencia militar e imperial en el
mundo.
Cuba republicana
En el periodo de 1898-1902 hubo una gran emigración de judíos
americanos y europeos hacia Cuba. Ellos prosperaron económicamente y
disfrutaron libremente su Fe. La República fue fundada con una
constitución democrática que garantizaba la libertad religiosa y de culto,
así como favoreció la emigración judía. En
1906 fue creada la primera sinagoga La United Hebrew Congregatión. Las
oportunidades en los negocios y trabajos eran evidentes, con la creación de
instituciones comerciales como la Compañía Eléctrica de la Habana, la de
Transporte Urbano y existencia de más de 200 familias dueñas o representante
de grandes empresas comerciales o industriales.
Entre 1908 y 1959 se desarrollo una fuerte migración de judíos
españoles, de los Balcanes, de Turquía y de europeos –centrales y orientales.
Estaba en su apogeo la Primera Guerra Mundial y la persecuciones estalinistas y hitlerianas de los judíos
soviéticos y alemanes. En 1919 la Cámara de Representantes de cuba aprobó la
Declaración de Balfour.
En 1924 había en la Isla
24,000 judíos. Se fundaron la Congregación Adas de Israel, la Federación
Sionista de Cuba, la Unión Israelita Chevet Ahim. El gobierno de Gerardo
Machado adoptó las primeras leyes antisemitas de la Republica que cuartaban
las posibilidades de empleo y de culto. Más de 14,000 judíos emigraron a los
Estados Unidos.
En 1939 tuvo lugar una
historia vergonzosa, el rechazo de 907 refugiados judíos del nazismo a bordo
del barco Saint Louis por el gobierno del presidente Federico Laredo Bru. En
1947 el voto en contra de la creación
del Estado de Israel en las Naciones Unidas, durante la presidencia de Grau San
Martín. En la década de los 50 la comunidad judía de Cuba oscilaba entre los
15,000 y los 20,000 habitantes.
Cuba comunista
En 1959 los castro-comunistas tomaron el poder e instauraron su
dictadura del proletariado para
aniquilar y neutralizar a sus oponentes. Dictaron leyes contra estos,
destruyeron a las clases ricas, medias y a los trabajadores. Emplearon el
terror de estado, las encarcelaciones, los fusilamiento en masas, las
confiscaciones de propiedades, y conculcaron las libertades inalienables que
dieron paso a las persecuciones religiosas.
Al instaurarse el régimen socialista, los judíos cubanos confrontaron
las mismas vicisitudes que sus parientes soviéticos. El 80% de la comunidad
tuvo que emigrar, los que se exiliaban
a los E.U.A. solo podían marcharse con una pequeña maleta con algunos
objetos de poco valor material y los que emigraban a Israel se les autorizaba
llevar consigo más cosas.
El censo de 1963, realizado por la Congregación Adas Israel y
la Federación Sionista Cubana
reportó la permanencia de 2586
judíos en el país. Para 1965 residían 2,000; y para 1970 se censaron 1,500
personas, según la enciclopedia judía. Sus templos fueron confiscados, la
comunidad fue diezmada y no se le permitió congregarse. Mientras estas
persecuciones étnicas-religiosas ocurrían se desarrollaban hostigamientos en
el campo ideológico a través de la prensa, radio y televisión, negación del
holocausto judío y el derecho a la existencia del pueblo de Israel como
nación.
En 1973 el gobierno de Cuba,
en su afán antisemita aliado a los soviéticos, los sirios y los países árabes
decidió enviar sus fuerzas militares a Siria para destruir a Israel. Las
tropas castristas salieron derrotadas, estas consecuencias se observan
también en la sociedad cubana.
Con la siembra de naranja en
el desierto el pueblo judío fructificaba en su sociedad y se convertía en una
potencia económica, su industria crecía poderosamente influida por su talento
nacional. Fidel Castro no convencido con su descalabro militar, económico,
social y político ante Israel (20,000
km2, más pequeño que la antigua
provincia de Oriente) comenzó con el
entrenamiento militar de musulmanes radicales terrorista para el apoyo de su
política antisemita.
Castro y su sistema socialista semejan el Amalec del siglo XX,
desechó las bendiciones que el Señor
nos brinda en su divina palabra. Tal es así que en Cuba nunca se ha editado
la Biblia ni se ha ofrecido un sus librerías.
Prefirió las maldiciones que
están escritas en el libro de
Deuteronomio 28: 15-68. , alrededor de 3,500 años leídas para
el pueblo israelita en el Monte Elba, estas tienen vigencia, por citar
algunas:
· “Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en
el campo”.
· “Y los cielos que están sobre tu cabeza
serán de bronce, y la tierra que esta debajo de ti, de hierro”.
· “Jehová te herirá con la ulcera de Egipto,
con tumores, con sarna, y comezón de que no puedas ser curado”.
· “Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar”.
En 1980, los judíos cubanos o
juban eran solamente 800. Nueve años después
se derrumba el campo comunista de Europa Oriental y se crea en la Isla
la Casa Patronato de la Comunidad Hebrea de Cuba. Controlada por el gobierno
a través del Partido Comunista. El Dr. José Miller fue miembro activo del
partido en el poder y, a la vez, Presidente de la Comunidad Judía hasta su
fallecimiento en 1998; le sucedió la actual presidenta Adela Dworin con las
mismas características.
En 1992 la caída de la Unión
Soviética aceleró el proceso de reconocimiento restringido de
las diferentes denominaciones
religiosas, ya no eran perseguidas y les permitían el culto dentro de los
templos. El régimen aceptó el status laico del estado.
El pueblo cubano tiene sus raíces españolas, africanas, aborígenes y,
una raíz oculta, perdida en el tiempo, nunca mencionada por los
historiadores: la judía. En el 2000 se hizo reapertura del santuario
judío. Los Castro lo han visitado en
varias ocasiones para borrar sus huellas antisemitas, incluso el hermano
mayor una década después en un brote
de delirium reconoció el Holocausto judío y el estado de Israel. Sin embargo
nosotros sabemos que su actuación es como la del Faraón egipcio de los
tiempos de Moisés; Faraón trato de engañar a Moisés y se resistió al Dios de
dioses.
Después de décadas de
violaciones flagrantes de los derechos humanos en especial la de la libertad
de conciencia, el gobierno cubano busca desesperadamente el apoyo de todas
las iglesias de la nación y les piden obcecadamente sus bendiciones. Los
falsos profetas pueden complacerlos. Ahora bien, aunque multipliquen sus
oraciones, el Dios Santísimo no las
oirá. Tendrían que limpiar sus manos llenas de sangre inocente, arrepentirse
de todos sus males y darle la libertad al pueblo cubano. En las escrituras
judeocristianas el Dios de los Ejércitos bendijo al pueblo de Israel por
eternidad y profirió “benditos los que te bendijeren, y malditos los que te
maldijeren”. Esto deben conocerlo aquellos que han perseguido al pueblo de
Israel, así como las leyes de los hombres no te eximen de culpabilidad por no
conocerlas; tampoco lo hará el Rey Eterno.
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